43: Arrepentimiento

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King for a day - Pierce the Viel

Porque ya es suficiente, hemos terminado
Me dijiste que lo pensara, bueno, lo hice
Ahora ya no quiero sentir nada
Estoy cansado de rogar por las cosas que quiero


La noche en Gotica era húmeda, sofocante por el humo constante de las fábricas y la neblina de la madrugada, para muchos habitantes de la zona esto es molesto, pero en mi caso no, es mi hábitat natural, se desenvolverme en el típico clima y como siempre, la humedad y sofocante neblina no fue una excepción esta noche.

El jardín de la mancion estaba repleto de dicha capa blancuzca, pareciera como si hubieran extendido un gigantesco pedazo de algodón por toda la casa, entre por la compuerta de la baticueva, aunque la mancion estaba lo suficientemente lejos de la ciudad y de los ojos curiosos, esta ves decidí no arriesgarme a que me vieran con mi traje de justiciera y la motocicleta a juego.

Estacione el vehículo en el atrio principal, Alfred ya estáva esperándome erguido en su posición ya familiar para mi y todos dentro de casa, le entregué el casco de seguridad, el cual tomó gustoso.

Bruce estaba sentado frente al computador repitiendo la grabación de los últimos minutos de vida de Slade una y otra ves, no me pregunté cómo consiguió dichas grabaciones, deje de preguntarme cosas como esas hace mucho tiempo.

Me mantuve detrás de él, con los brazos por detrás de la espalda, el pecho inflado y la respiración suspendida, terminó de ver la grabación por segunda ves desde que yo llegué y se dio la vuelta, con el entrecejo arrugado y las dedos cruzados sobre su barbilla.

- Lo habrías matado- Fue su primer comentario, mas que una sorpresa fue una afirmación, al terminar levantó la mirada y me la sostuvo, yo no cedi la vista.

- Si, así es- Dije de manera firme, pude haber mentido, pero como ya he dicho antes eso no me gusta y en este caso, mentirle a Bruce solo haría que todo se ponga peor.

- Crei que lo habíamos resuelto hace años- Solto entre dientes, su furia se hacia notar.

- Solo hacia lo que me ordenabas, en todos estos años nunca tuve una verdadera razón para matar a alguien- Dije con desinterés.

- ¿Por qué te lo ordené?- Pregunto levantando una ceja, curioso ante mi respuesta.

- Si, deje de asesinar por que en la primera sesión de entrenamiento que tuvimos tu me dijiste que una de tus reglas era no matar.

- ¿Por qué yo lo dije?, ¿Entonces, en todo este tiempo, no has aprendido nada?- Dijo furioso desde su aciento, pero no dejo que los sentimientos lo invadieran, como suele suceder.

- Si aprendí, aprendí sobre tu sentido de la moral y tu filosofía, ahora te das cuenta que no la comparto, pero la respeto.

- ¡¿Que la respetas?!, ¡Casi matas a alguien esta noche!.

- Ese alguien merecía la muerte desde mucho antes, pero no hice nada al respecto por que me daba igual, hasta que me dio razones para prestarle su debida atención y mi único pesar fue que no fui yo quien le puso fin a si vida- Dije mientras apretaba con fuerza mis manos y dejaba marcas de mis uñas en las palmas.

- ¡No te da el derecho...!- Lo interrumpi antes de que terminara la frace.

- ¡No, no me da el derecho!, ¡pero si el deber de defender lo que amo y si Slade Wilson o algún otro degenerado amenaza con ponerle fin a la vida de mi hermano da por echo que lo mataré!- Perdi un poco los estribos en la última frace, pero de verdad que todo esto me exaltaba demasiado y más el que tenga que estar explicando esta situacion- Y no pediré permiso, solo te pongo sobre aviso, en situaciones así, yo también tengo mi moral muy marcada- Dije ya un poco más calmada.

Still With You ||  Dick Grayson ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora