Capítulo 15. Estoy aquí.

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A veces decimos tener mala suerte porque cosas malas nos suceden, Prem ha crecido creyendo en eso, cree que su vida esta maldita. Cuando era niño se perdió, lo que provoco que sus padres lo sobreprotegieran, cuando era joven se enamoró de una chica, realmente le gustaba, pero debido a su timidez, perdió su oportunidad y alguien más la conquisto. Cuando decidió tomar talleres de canto y actuación, pensó que su vida mejoraría, pero no fue así, pues eligió a la persona incorrecta para manejar su carrera. No pudo tomar clases presenciales, la universidad la está cursando en línea. Cuando se enamoró de nuevo, pensó que todo iba a salir bien, pues aparte del éxito con la serie, también tenía amigos, algo nuevo para él pues siempre estuvo solo. Nuevamente la mala suerte lo persiguió, estuvo a punto de abandonar al amor de su vida, su salud empeoro, y todo eso fue provocado por la persona en la que había confiado, y de nuevo le había provocado un daño más grande y posiblemente traumante.

Después de esa experiencia, Prem no quiso salir de su cuarto, estuvo encerrado por tres semanas, ni siquiera ha querido hablar con sus amigos y menos con Boun, a sus papás le preocupaba su situación, pues casi no comía, estaban pensando en llevarlo a ver a un psicólogo, o llevarlo de vuelta a su casa, talvez la paz de su hogar lo pueda ayudar.

Pero no quería tomar una decisión sin antes consultarle a Boun, pues, ellos sabían que ese chico ya era parte de la vida de su hijo. Por eso el papá de Prem lo cito en una cafetería para que pudiera decirle lo que él y su esposa pensaban.

“Hola, ¿Qué tal como has estado?”

El padre de Prem se levantó para indicarle a Boun que tomara asiento.

“Estoy bien, gracias señor”

“Siéntate”

Boun se acomodó y después de que ordeno inicio la conversación.

“De que quería hablarme”

“Es acerca de mi hijo”

“Me lo imagine”

El rubio tenía una expresión triste.

“Nos lo queremos llevar a nuestra casa”

Boun solo escucho lo que el adulto acaba de mencionar, y permaneció en silencio pues no sabía que decir.

“No vemos ninguna señal de que pueda superar lo que paso hace unas semanas”

“Entiendo”

Y es que, aunque Boun quiera hacer algo, sabía que no podía, no si su pequeño no ponía de su parte.

“Pero antes de empezar los preparativos para irnos, queremos que hables con él, sé que tu más que nadie, podría ayudarlo”

“Ni siquiera me responde los mensajes y menos las llamadas, ¿Cómo hablare con él?”

“Mañana, mi esposa y yo iremos a su escuela, tenemos una reunión”

Lagrimas amenazaban por salir de los ojos del rubio, pues era frustrante saber que Prem no mostraba mejoría, extrañaba a su pequeño pelinegro.

“Podrías ir a mi casa, le diríamos que estás ahí para cuidarlo y aprovechas para hablar con el”

“Está bien”

Boun lucia perdido, quería ayudar, pero no sabía cómo, Prem no dejaba que nadie le hable o se acerque, pero sabía también que debería intentarlo.

“Por favor, intenta hacerlo reaccionar, sé que en el fondo a él le gustaría quedarse, pero tiene miedo”

El padre de Prem estaba por ponerse de pie, no sin antes dejar el total de la cuenta de la comida que hicieron, cuando Boun reacciono, y hablo más decidido.

“Y yo no quiero que se valla, lo extraño”

“Lo sé, bueno, te veo mañana en mi casa”

Y así el mayor se despidió, Boun se dijo así mismo que haría todo lo que pueda para poder tener a su pequeño de vuelta.

Frente a la puerta de la casa de un pelinegro, se encontraba un rubio dudoso, aun no sabía cómo lograría animar a Prem, de esa visita dependía el futuro de su relación, si no reaccionaba, sus papas se lo llevarían con ellos y él no quería eso.

Tomo aire y sin soltarlo toco el timbre, se sintió un poco más tranquilo, cuando le abrió la mama de Prem. Le mostro una sonrisa que le decía que confía en él.

“Buenos días”

“Buenos días hijo”

La mujer se hizo a un lado para que Boun pudiera pasar y una vez adentro vio al padre de Prem.

“Está en su cuarto, le dijimos que vendrías, pero no sé si nos escuchó”

Boun asintió y dirigió su mirada a esa puerta.

“Volvemos como en dos horas, cuídalo”

“Lo haré”

Los señores se retiraron y cuando Boun se quedó solo avanzo hacia la habitación donde se encontraba el amor de su vida. Cuando abrió la puerta vio que estaba en completa oscuridad.

“Prem”

Llamo, pero no le respondieron, saco su teléfono y encendió la linterna, alumbro hacia donde recordaba esta la cama y lo vio, Prem estaba envuelto entre sus sabanas dejando apenas sus ojos descubiertos. Boun se acercó y encendió la lamparita que tenía en un lado de la cama.
“Pequeño, ¿Por qué estas así?”

“Déjame solo”

Parecía ido, y aun no se daba cuenta de quien le hablaba.

“Soy Boun”

Se acercó un poco más a él.

“Soy el rubio molestoso, el que te dio tu primer beso y termino enamorado de ti”

Pasaron unos segundos y parecía que todo seguiría igual, pero no, Boun se sorprendió cuando Prem hizo a un lado sus sabanas y se lanzó a sus brazos, tenía miedo de abrazarlo, no quería asustarlo, pero al ver que el menor se aferraba a él, lo abrazo de vuelta.

“Pequeño, no sabes cuánto te extrañe, yo no sabía qué hacer, el no saber de ti me traía loco, tus papas no me decían mucho, solo que sigues igual”

Se separaron y Boun pudo ver que estaba llorando.

“Me llevaran con ellos”

Dijo triste el pelinegro.

“¿Y tú quieres irte?”

Prem bajo la cabeza, sabía que talvez sería lo mejor, irse y olvidar todo, su casa era el lugar más seguro que conocía, ahí no había personas que le hacían daño…
El rubio se dio cuenta de que Prem estaba perdido en sus pensamientos.

“Déjame ayudarte, sé que todo esto es difícil para ti, por eso no lo enfrentes solo, deja que te ayudemos, todos estamos dispuestos a hacerlo, incluso Sammy me llama todos los días para saber si le tengo noticias de ti, su prima es psicóloga, podría ayudarte”

“Tengo miedo”

“No debes tenerlo, hay tantas personas que estamos dispuestos a protegerte”

…puede que en su casa este seguro, pero, aquí tenía a sus nuevos amigos, y tenía a Boun…

“Pequeño, quiero decirte que Te amo, y perdón por no haberte cuidado tan bien antes, pero a partir de ahora, dedicare mi vida a protegerte, no permitiré que nada más te pase”

…y ellos nunca lo dejarían solo.

“Permíteme estar a tu lado siempre”

Prem movió la cabeza en aprobación y Boun tomo sus manos.

“Te ayudare a olvidar todo lo que paso, borrare de tu mente todos esos recuerdos malos y lo llenaré de nuevos recuerdos, todos muy bonitos”

Prem al fin sonrió, algo le decía que esta vez la cosas si irán bien, ya no más dolor, ahora si dejaría su pasado atrás.

“Te puedo dar un abrazo?”

Boun vio cómo su pequeño estiro los brazos e inmediatamente lo abrazo.

“Te extrañe tanto, no debes tener miedo nunca más, estoy aquí”

Estuvieron así abrazados, el rubio acariciaba la cabeza de Prem hasta que este se quedó dormido.

La realidad--BounPremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora