Cap. III Bajo Mundo

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El enfrentamiento entre los paramilitares y Sagiri comenzó durante un tiempo corto ambos helicópteros fueron incapacitados para volar, Sagiri les arrebato parte de su fuselaje además de las hélices, pero por alguna razón esta había desaparecido.

Más tarde, después de la dichosa confrontación me encontré en una especie de habitación subterránea, se movía como si estuviera zigzagueando, la habitación dónde estaba era de metal tenia dos puertas que se enfrentaban.

Alcance a ver en el techo un espacio abierto, como la escotilla de un submarino podía ver como la habitación se desplaza a gran velocidad, un poco de tierra entra en la habitación.

Al poco tiempo, noto como el lugar hace un repentino cambio de elevación haciendo que todo se inclinara, al poco tiempo por la escotilla entra la luz del sol y el lugar se detiene totalmente.

Al no ver escapatoria mi impulso me llevo a darle un golpe a una de las dos puertas enfrentadas, para mi sorpresa me llevo directo a una habitación repleta de personas heridas.

Algunas de ellas empezarían a levantarse estando alertas ya que había llegado de manera repentina y brusca, claro mi intención no era hacerles más daño solo fue salir de esa habitación.

Miré al techo y en ese lugar también había una escotilla pero este estaba sellado y con una escalera plegable al lado, si mi hipótesis era cierta la única manera de salir era por esas escotillas.

Dejando a los heridos ahí me di la vuelta para ir a la otra habitación contigua a donde estaba, cuando la iba a golpear esta se abrió e hice lo que pude para detener el puñetazo.

Al abrirse la puerta un hombre con delantal gris manchado de aceite se sorprendió al casi ser golpeado, luego me aparto de su camino y prosiguió hasta la otra habitación donde habían muchos heridos y una puerta abierta... A golpes.

No pereció importarle la puerta, sin embargo miraba mucho la abertura del techo donde estaba yo, si bien recuerdo estaba peleando cuando de pronto se sintió temblores y luego la tierra me tragó.

Seguramente este lugar paso debajo de mis pies y fue cuando caí dentro sin darme cuenta, la pregunta que continúa a esta situación es - ¿que es este lugar?-.

- bienvenida al subterráneo- me dijo el hombre del delantal.

Me quede en silencio, luego de un tiempo de explorar con la vista todo el interior me dió curiosidad la parte externa del vehículo, en realidad mi intención era salir de allí.

En la habitación con la escotilla abierta mis intentos por alcanzar el techo fueron en vano, a diferencia de la otra habitación esta ni contaba con una escalera plegable, pareciera que estuvo asi desde hace mucho tiempo ya que se notaba que la escotilla fue arrancada, tal vez en un intento de huida.

Eso me llevaba a la siguiente pregunta, si estaban huyendo ¿De quién?, Sin embargo no me atreví a preguntar ya que eso sería muy sospechoso, seguí intentando alcanzar la abertura pero cada intento me llevaba mas lejos del objetivo.

Hasta que me rendí, debía haber otra manera que no sea por arriba, de otro modo como habían entrado los heridos hasta aquí, no creo que hayan podido bajar por esas escaleras de cuerda.

Decidí explorar la siguiente habitación, de donde vino el hombre con delantal y para mi sorpresa habia unas cajas apiladas y unos sacos acomodados, tenia el aspecto de ser el almacén de provisiones.

En la pared enfrentada habia otra puerta esta me llevaba a una sala de máquinas con respiraderos en el techo y un extremo calor emanante de los motores del subterráneo.

Sin embargo en la otra pared enfrente, había otra puerta, que estaba bloqueada.

No podía destruirlo si estaba bloqueado sería por algo importante, pero no me detendrá, mi objetivo es salir de aquí y lo más probable es que detrás de esa puerta este la salida, de otro modo me vere con la obligación de salir abriendo paso por donde sea.

Después de un tiempo sin una manera de salir, rompí la pared de uno de los habitáculos para salir encontrándome con la sorpresa de estar en una ciudad, pero eso no es la peor parte.

El cielo estaba despejado sin embargo no se veía el astro incandescente que ilumina el día, además este parecía estar un tanto opaco.

Mirando más detalladamente logre notar que los edificios estaban abandonados o eso aparentaban a lo lejos, más atrás unos cuantos estaban desmoronados o estaban por caer.

No me explicaba el porque de tal paisaje pero eso a su vez me resolvía una duda que tenia desde que vi a esos heridos, huían de quien destruyó esta ciudad, o tal vez llegaban a refugiarse entre los escombros.

Deje atrás el subterráneo, adentrándome a la ciudad, cada paso que daba era eterno el ambiente terrorífico de desolación y muerte eran el presagio de un desafortunado final.

Cada vez que me acercaba al centro de la ciudad sentía que mi respirar se hacía más y más pesado, hasta que llegó un punto entre unos edificios donde realmente parecía sacado de una película de terror.

Todos mis sentidos estaban alerta por instinto y eso no me tranquiliza pues, para bien o para mal ese sentimiento de que re observan es horrendo, el oir pasos donde no hay nada, ver sombras con tu vista periférica, estaba en una película de terror.

Seguí caminando a paso lento sin demostrar miedo pero tampoco demostrando idiotez yendo a lo loco, mas adelante logre ver una casita aparentemente estable, un lugar donde pasar la noche que se avecinaba con cada minuto que estaba en ese lugar.

Pasaron las horas, estaba a oscuras en aquella casa por suerte no hacía frío estaba templado, tenia sueño sin embargo no lograba conseguir dormir por los interminables ruidos del exterior, que tus sentidos estén en alerta máxima no es bueno.

Y asi pasaron los minutos como horas y las horas eran interminables, cuando por fin consigo pegar el ojo, un evento inesperado me exaltó, no fue un ruido externo.

Como si pasara en cámara lenta, una guadaña pasaba directo frente a mi rostro terminando al otro lado de la habitación, levante mi cuerpo lo más rápido que pude logrando ver una figura humana de estatura pequeña en el umbral de la puerta principal que se encontraba abierta.

Esta figura me había lanzado esa herramienta de cosecha, y solo estaba allí sin hacer un solo movimiento, a diferencia de antes esta vez no fue un invento de mi mente, era real.

Y en un instante todo se volvió claro, la figura humana era la de una chica, una niña o una adolescente no tendría más de 20 años, no parecía mucha cosa pero como es evidente que fue ella la que lanzo la herramienta, era peligrosa.

Como un rayo se lanzó al ataque, como depredador cazando a su presa pero yo me defendí en su ataque, pero me sentía debilitada, el sueño me pasaba factura.

Una batalla en la oscuridad había comenzado y mi fuerza era cada vez menos, la chica tenia un fuerza abrumadora a pesar de su apariencia, tal vez sea una descendiente como yo.

Pensar y pelear a la vez es complicado, la única duda que me sobraba de la situación, era el hecho de que me ataca sin pensar quién o que era yo, y el porque, solo basta esperar que sucede a continuación.

Sie7e: Otro UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora