Cap. V: Recuerdos del Pasado

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Esa batalla fue brutal, jamás pensé que me agotara tanto luchar contra una gatita.

Pero al fin logré darle unos golpes, otra vez tuve que recurrir a shooting star, eso agotó todas mis energías, aunque me regenere dentro de poco estaré inmóvil durante unos minutos.

Me acerqué a la gatita, una enana de cabello negro, piel blanca como luna llena y ojos de diferentes colores que yacía consciente en el suelo me recosté por la pared y allí me quedé, fue incomodo ya que me miraba como si fuese algo rara, aunque tiene sentido nunca nos hemos visto.

Era momento de descansar después de una larga noche de lucha, ojalá fuera así, como si la mala suerte me sugiera un hombre entra a la habitación con una lampara, era claro que era un luchador diestro, se notaba en su complexión y forma de mirar.

Pero aunque quisiera no podría pelear contra el, aun me estaba regenerando de mi anterior batalla, necesito mínimo 5 minutos para estar al máximo.

Por alguna razón no me ataca, ¿Será que no lo hace porque está la gatita junto a mi? O no lo hace porque sabe que yo estoy devastada.

En cualquier caso que no ataques es bueno para mi, me da tiempo de recuperación y planeación, a su vez el también tiene tiempo para planear una estrategia sabiendo mis habilidades, una clara ventaja para el, tiene ventaja de terreno y habilidades.

- ¿como te llamas?-. Pregunta sin perder esa postura de superioridad.

Me dedico a no responder, tal vez gane mas tiempo, solo me falta 4 minutos.

- bueno si no respondes no podré ayudarte.- continuaba el, la gatita parecía estar sorprendida por las palabras del guerrero.

Sea quién sea, me brindaba más confianza que antes, al menos no me atacó de la nada como la gatita gótica, el ambiente se normalizó de un momento a otro, ya no se sentía la tensión de un principio.

El guerrero estaba curando las heridas de la gatita, por otro lado yo me estaba revitalizando en completa soledad, del otro lado de la habitación, sin duda la gatita aún tenía sus garras listas para atacar, lo se por su mirada.

Sus ojos me confunden, ¿Ve de dos colores? Que se sentirá tener los ojos de distintos colores, y cuál era la razón de tenerlos asi.

Pero las verdaderas preguntas vienen con la situación de éste lugar, ¿Porqué me atacó de la nada? ¿Que le hice?.

De tanto pensar y pensar, me dormí. Cuando desperté ya estaba claro, no había señales de los de anoche, parecía un sueño claro si no fuera por la habitación llena de golpes y zarpazos.

Sali de la habitación a las afueras de la casa donde estaba, todo parecía tranquilo.

No tenia nada más que hacer allí, tampoco tenía donde ir por lo que comencé mi camino devuelta, de vuelta a cualquier parte.

Y fue asi, caminé un buen tramo desde la casa pero en el camino unas caras conocidas me detuvieron en el camino, la gatita y el guerrero.

La niña tenia una guadaña oscura, era como minimo dos veces su tamaño el otro no tenia armas a la vista pero inspiraba determinación y parecía ser un luchador diestro.

-vienen a pelear, esta vez no dudaré en acabarlos, ya conozco sus trucos-. Les interrogaba yendo directo al punto.

-todo lo contrario, mi Lady- responde el guerrero, a parte de ser un peleador diestro también es... Una especie de galán.

-hablen con la verdad o la conversación termina en este instante-. Insistía, no sabía de sus intenciones tampoco bajaría la guardia aún sabiendo que podían haberme matado cuando me dormí frente a ellos.

-dejemos el pasado atrás ¿Si?, Mi nombre es Aysha Darecemra una apóstol de la muerte, la única que queda en éste lugar-. Hablaba la gatita no le di mucha importancia.

Mientras que el otro sacaba de un bolso... Una bolsa, y me la ofreció -Son monedas de la región, tendrás hambre supongo y no podrás pagar comida del inframundo con monedas de humanos-.

-¿Inframundo?, Esto es el infierno por eso todo está tan en ruinas-. Pensaba en voz alta cuando fui interrumpida por la gatita.

-este lugar en ruinas fue atacado por los humanos, tu gente-. Explicaba. -Eso fue hace menos de 1 mes, llegaron de la nada, los 20 apóstoles dimos lo mejor de nosotros para repeler el ataque, eran simples humanos no eran rival para nosotros, eso pensábamos cuando llegaron los otros, humanos con poderes sobrenaturales como los tuyos nos superaban en número y poder, fuimos casi exterminados si no fuera por el maestro yo estaría en el otro mundo muerta-.

-los apóstoles están todos muertos?-. Preguntaba sin darle mucha importancia, era algo muy delicado pero que no me concierne, igual era interesante saber que pasó.

-7 de los 20 sobrevivimos yo me quedé los demás se fueron, quien sabe a donde-. Respondía con tristeza y rencor.

-este individuo a tu lado es el denominado maestro, ¿no es así? ¿Porqué no peleó?-.

-yo no soy quien tiene el deber de proteger a los demonios, esos son los apóstoles-.

-y quienes son los apóstoles-.

-son la fuerza de élite en esta región, no son los mas fuertes pero sin duda son los mejores-. Alardeaba la gatita.

No era mi intención pero ya me encariñe con ella, por alguna razón que aun desconozco siento el mismo sentimiento de rencor hacia mi propia gente, no tengo recuerdos de nada pero en el fondo siento que me arrebataron algo importante en mi vida.

-no se que esperan de mi, no tengo idea de está pasando, hace unos días desperté un pueblo abandonado y me enfrenté a un ángel, luego los humanos me dispararon y ahora me entero que también un demonio me atacó, no se que haya hecho pero lo siento-. Explique a medias.

Ambas personas se miraron y luego devolvieron la mirada hacia mi, a caso hice algo malo.

-comprendo, mi nombre es Andrew yo también soy humano puedes llamarme Puiggary si gustas, yo seré tu maestro.- termino y se dió la vuelta tras el la gatita me lanzo una breve y muy fría sonrisa para luego seguir a Puiggary.

Con un suspiro comencé a seguirlo también, ya me había anexado como discípula, bueno que tan malo puede ser talvez aprenda cosas nuevas en el infierno.

Eso espero.

Sie7e: Otro UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora