Cap. VI: La calma antes de la tormenta

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-y dime gatita ¿como te conviertes en apóstol?-.

-no me llames gatita, mi nombre es Aysha, y no tengo porqué responder a tu pregunta-.

-solo intento ser amable en agradecimiento de no "matarme", gatita-. Lo dije con ironía ya que perdió el combate.

- tch, tienes que firmar un pacto con un dios, en mi caso tuve que entregar el objeto mas preciado que tenía-.

- ¿que era?.- interrogaba.

- los recuerdos de mis padres, ellos eran humanos yo era una demonio, me adoptaron antes de que todo esto pasara, los asesinaron en una fiesta de gala, no pude llegar a tiempo-.

-¿Eso significa que tú sabías que pasaría?-. Continuaba con el interrogatorio.

- asi es, lo vi en las noticias locales no era la gran cosa ahora ya no lo es, pero se que antes me dolió bastante-. Terminó.

Eran palabras bastantes frías para una niña de su edad suponiendo que tenga la edad que supongo, pero ese era el caso, um pasado aterrador digno de un villano de cómic.

Pero la descicion que tomó al defender el bien fue un acto muy noble de su parte, ahora que se un poco mas de ella puedo entender el porqué me atacó de la nada.

Ahora nos encontramos en una ruinas a las afueras de la ciudad en este lugar hay muchos heridos, todos ellos deben ser demonios.

En una habitación aparte puedo oir lo que dice el maestro Puiggary a la gatita y alguien más.

-la ciudad del éste cayo también sus apóstoles no resistieron y se dice que algunos civiles se unieron a ellos para pelear, sin duda son fuertes y no sabemos donde atacaran después-. Decía la persona desconocida, a lo que el maestro contestó.

-debemos actuar pronto, la ciudad con mas apóstoles es Ciberho no dudarán en atacar la ciudad para demostrar lo fuertes que son, aprovechando esa concentración evacuemos las demás ciudades que están de pie-.

- Sabba y Tomu-. Agregó la gatita.

Yo no aguanté la curiosidad, y entré a donde estaban ellos diciendo...

-voy a pelear por ustedes-.

-ni pensarlo-. Respondió el maestro.

-lo haré asi lo quieran o no-. Aclaré, entiendo que esta guerra es ajena a mis intereses, cuales sea, pero no puedo dejar que mas personas mueran por culpa de la raza humana. -tengo información, esos humanos con poderes son hijos de las estrellas nacidos en la tierra, igual que yo, ellos no tienen idea de quiénes son o porque están peleando pero siempre van a responder con agresividad si los lastiman-.

-¿y tu como lo sabes?-. Interrumpió la gatita.

-porque yo tambien fui asi, yo acabe con la vida de otro hijo de las estrellas, con mis propias manos, el me contó la verdad y yo no supe creerle, por eso ahora voy a pelear en contra de quienes me hicieron quien soy-. Respondí.

La persona desconocida me dió un listón, con el símbolo del clan demoníaco, era super guay. Consistía en dos hachas cruzadas y dos colmillos al rededor.

Trás la reunión la desición más certera fue ponerme bajo el mando del maestro junto con la gatita, quien lo diría de oponentes a compañeras.

Aunque esta claro quien es mas fuerte, nuestra misión era unirnos a los apóstoles de Tomu y defender la ciudad hasta evacuar a todos y luego ir a Ciberho y apoyar a las tropas demoníacas que defendían la ciudad, mi objetivo personal era salvar todas las vidas que podía amigo o enemigo.

Una hora después estábamos listos para partir, hacia Tomu íbamos el maestro Puiggary, la gatita y yo, hacia Sabba solamente iba la persona desconocida para mi, debí preguntar su nombre.

Al final del día llegamos a Tomu, como esperábamos la ciudad aun seguia de pie y sin un rasguño, llegamos a la entrada donde unos hombres vestidos como la gatita nos atendieron, desconfían de mi y no los culpo.

Al escuchar la explicación del maestro, comenzó la evacuación de emergencia, yo creí que se iban a ir a otro lado pero para mi sorpresa todos entraban a un edificio de color negro... Que me parecía conocido.

Tras la retirada de todos los demonios civiles, solo esperaba el momento del ataque humano, el ataque nunca ocurrió.

Pasaron dos horas, dos largas horas por el intercomunicador se escuchó la voz de aquella persona desconocida, era un hombre por cierto, decía que como habían pensado atacarían una ciudad pero que esa ciudad no era Ciberho, era Berno.

La cara de la gatita cambió por completo, se notaba a leguas que haría todo lo posible para llegar a Berno lo más rápido posible, y también, no podía faltar a mi palabra y dejar que mueran mas personas.

Por otro lado la gatita con furia en sus ojos se rodeo de una oscuridad opaca, no podía diferenciar su figura de niña, solo unos ojos rojos que se iluminaron en aquella sombría oscuridad, se notaba en el suelo era necrofago. De un momento a otro la masa de oscuridad que se llama Aysha avanzo a una velocidad inigualable hacia la capital demoníaca.

Al ver eso solo me quedé mirando pero... de algún modo esa sensación de impotencia me llevó a desarrollar un increíble habilidad, un aura celeste con tonos azules me rodeaba era claro que el aura se debía a mi naturaleza cosmica, tenia claro lo que debía hacer.

-Shooting Star-. Dije y al momento salí disparada en el aire con dirección a Berno.

-no puedo dejar que mis discípulas pelen solas, yo también debo ir a toda prisa-. Dijo el maestro sacando un libro de su bolso y abriéndola. -libro encantado Puiggary, hechizo de velocidad: x5-. Trás decir eso el mismo maestro partió el cielo del inframundo en menos de 4 segundos, nos superó a ambas en velocidad llegando a Berno en 3 minutos y nosotras 10 minutos después.

Al llegar el maestro ya estaba peleando, como supuse era un peleador diestro, el solo podía contra 6... 7 luchadores humanos  y celestes, Aysha no perdió tiempo en observar se lanzo a la batalla son medir concecuencias con la guadaña en sus manos.

Por otro lado Berno era asediada de todos lados, la batalla por la capital comenzaba y con una nueva arma.

Yo.

Sie7e: Otro UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora