Prólogo.

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Los rumores tienden a expandirse como plagas, las palabras de boca en boca andan y conforme van fluyendo, se van distorsionando; aún así, una noticia de gran impacto conservará, aunque sea un poco de verdad.

De esta forma, el rumor de que un bebé alado había nacido a los alrededores de Wichstone se esparció por los pueblos vecinos y la propia ciudad, dando de qué hablar entre la gente, la realeza e incluso entre los magos y hechiceros de más renombre, pues era sabido que una criatura así no había sido vista hace muchos años, se podría decir que hasta décadas.

Las siniestras creencias acerca de estos entes, como que eran hijos de una maldición o que eran enviados por brujas, se popularizaron en algún momento hace tiempo atrás, sin embargo, estos fueron tornándose en mitos y leyendas que solo los más supersticiosos llegaban a creer.

En una pequeña casa hecha de madera y paja, que se hallaba a la entrada de un bosque, vivía un joven matrimonio que había sido bendecido recientemente con la llegada de su primera hija, sin embargo, la dicha y el júbilo no fue duradero, pues lo murmullos y susurros de las parteras que asistieron el nacimiento de la niña no tardaron en hacerse presentes cuando, en su pequeña y blanca espalda se notaron dos prominentes bultos plumosos y de un tono azul celeste tan claro como el cielo.

A pesar de los constantes chismes y rumores que poco a poco se fueron expandiendo después del parto, la joven pareja amó y adoró con fervor a su recién nacida; no comprendían del todo el porqué, y existían muchas dudas que no podían resolver, pero eso no fue un impedimento para querer a su hija, y protegerla de todo aquel que quisiera hacerle algún daño.

La noticia viajó hasta los oídos de un hechicero llamado Clover Blakewood, quien no solo contaba con su gran conocimiento en brujería, sino también con una gran reputación entre la nobleza y un envidiable estatus económico, pues su trabajo era reconocido y demandado por familias adineradas e incluso por la realeza; él residía en el centro de la capital, en una mansión donde lo último que faltaba era espacio para ejecutar sus hechizos y encantamientos.

Como ya es sabido, los humanos con alas no habían sido vistos en mucho tiempo, y el hecho de que una bebé con esta característica tan enigmática haya nacido, lo inundó en curiosidad y soberbia por saber más, ya que inclusive para él, este fenómeno era completamente desconocido.

Victoria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora