Historia 2: Reconciliación

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Nota: Esta historia contiene algunas palabras populares chilenas tales como "weón" (en este caso utilizado para referir "tonto" o autoseñalarse), "conchetumadre"/"conchesumadre" (algo parecido a decir imbécil), "culiao" (utilizado en este caso como algo parecido al "weón" pero más agresivo) y "cresta" (que es similar a maldecir o referir una situación negativa, pero en este caso se utilizó para expresar una alto nivel de emoción). Además se incluye la utilización del "po" que es como las manera chilena de decir "pues", y el "pucha" que es para referir cuando algo está o salió mal, y también para lamentar una situación. Dicho esto, pueden continuar leyendo.





Ya había pasado una semana desde el pleito y Reiner no contestaba ninguno de sus mensajes, Eren estaba desesperado, pero el rubio con justa razón no le daba señales de vida ya que la culpa no la tuvo él.

Habían salido a dar un paseo el viernes por la tarde, todo iba bien hasta que pasaron por una cafetería, entraron a pedir algo para llevar y resultó que el empleado en caja era uno de los compañeros de facultad de Reiner,  lo saludó amistosamente y lo retuvo en una pequeña plática, lo que molestó a Eren pues nunca había oído hablar a su novio de él. Al salir comenzó a hacer preguntas excesivas y a cuestionar la relación del rubio y su compañero, lo que terminó en gritos y un circo armado con todos sus colores en medio de la calle, Reiner no tuvo paciencia y se fue. 

-Buscame cuando ya no querai usar la nariz roja, weón payaso- Con esa frase que dejó su novio antes de irse dando vueltas en su cabeza, Eren volvió a marcarle  sin obtener respuesta, por lo que tomó la determinación de colarse en su departamento y esperarlo para poder hablar.

Llegando al edificio el guardia facilmente lo dejó entrar pues varias veces había acompañado a Reiner y este lo había presentado como su pareja, por lo que frente a la petición de la llave de repuesto el hombre se la concedió enseguida. Ya estando adentro el chico se puso cómodo pues aun faltaba casi una hora para que el rubio llegara de su trabajo, y no habrían interrupciones pues el señorito Hoover había viajado a la ciudad vecina para visitar a sus padres y aún faltaban  unos tres días para su regreso.

 El tiempo pasaba, y ya casi era la hora de llegada de su novio. Eren sintió un poco de sed por lo que se dirigió a la cocina para beber un poco de agua, mientras el estaba en eso, Reiner se aproximaba por el pasillo hasta la puerta, cuando introdujo la llave pudo notar que no estaba cerrada y no habían rastros de forcejeo -Conchesumadre, se robaron la llave y entraron weón... guardia inservible oh- se dispuso a ingresar silenciomante, llamar enseguida por el teléfono a la recepción y  avisar del intruso en su casa. Abrió la puerta lentamente sin emitir ruido, no la cerró para evitar llamar la atención, lentamente dejó su bolso en el suelo y se aproximó a la cocina, pudo escuchar como alguien removia unas cosas, luego sintió los pasos acercandose -Vino solo el culiao, de una me lo agarro- pensó Reiner. Cuando lo escuchó mas cerca del portal que daba a la cocina y lo vio salir ni se detuvo a mirar quien era, extendio su puño con fuerza,  golpeó su rostro y se abalanzó sobre él inmovilizandolo -POR QUÉ TE METISTE A MI CASA CONCHA'E TU... ¿Eren?...- Reiner se levantó rapidamente pudiendo confirmar que si se trataba de él, al momento reaccionó y enseguida le ayudó a levantarse, sentarse en la silla más cerca mientras buscaba algo para aliviar el dolor del golpe.

-Pucha yo si queria tenerte encima pero no así po Laina- dijo el castaño mientras el más alto sostenía una compresa fría sobre su pómulo adolorido -Te pasa por weón po Eren, por qué no me avisaste que estabai aquí-, el ojiverde bajó la mirada, guardó un corto silencio y seguido le contestó -Es que si te decía seguro no llegabai, si ni las llamadas me contestai po rucio- Reiner lo observó un momento mientras veia como un leve sonrojo cubria las mejillas de su novio "pucha que es tierno..." pensó y luego le dijo -Si habría venido porque... igual queria verte po...- levantó su mirada y cruzó con la del chico, pudo ver como sus ojos brillaron ante la respuesta, después Eren se abalanzó sobre Reiner y lo abrazó fuerte -Perdón Laina, me porté como cabro chico, fui entero de weón, disculpame- soltó mientras el rubio le correspondía el abrazo, el castaño miro de frente a Reiner y este le contestó -Ya oh, nomas controlate para la otra loco celopata- luego se acercó y lo besó en la frente.

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