Historia 7: La encontré en el barrio rojo

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Nota: Este es un EreRei pero es fem Eren x Reiner, el único sexo que cambió fue el de Eren a quien aquí se le llamará "Erin" también puede que cambie el genero de algún otro personaje pero eso se verá sobre la marcha.



Estaba muy ebrio, apenas podía sostenerse en pie y ni hablar de su visión, todo le daba vueltas y veía doble, debido a eso las nauseas no tardaron en hacerse presentes. Si bien, como secretario y asistente del señor Magath tenía que ser responsable de él, Reiner consideraba que esto había sobrepasado su límite, una cosa era quedarse hasta altas horas de la noche trabajando, preparando reuniones y contratos, pero otra muy distinta acompañarlo en sus borracheras, no solo eso sino también tener que soportar a las de perfume barato que llegan a pegarse para ver si pueden sacarle mas dinero del estimado, cosa que a Reiner le disgustaba en gran manera, pues consideraba que esa no era una buena vida para señoritas, al menos así lo decía siempre su madre cuando las veía en telenovelas.

"Debo estar muy ebrio si estoy recordando a mi madre viendo telenovelas"

Eso pensó él, mientras vencido se sentaba a orilla de la acera contra una pared y soltaba un largo suspiro. La gente pasaba y al verlo solo lo ignoraban, pues los borrachos tirados por ahí eran muy comunes a esa hora. Las náuseas volvieron junto con el mareo, asi que encogió sus piernas, sus rodillas estaban pegadas al pecho y escondió entre ellas su rostro, el malestar era demasiado, esperaría a que pasara, luego tomaría un taxi y se iría a casa, necesitaba descansar y tomar un café muy cargado.

La gente seguía pasando e ignorando al hombre ebrio en el suelo, de pronto unos pasos se acercaron y se detuvieron frente a él, Reiner no lo notó pues estaba muy concentrado evitando vomitar. La persona se agachó y luego gentilmente tocó su hombro, Reiner se sorprendió, enseguida alzó su rostro y lo primero que encontró fueron dos orbes verdosos que relucían junto con las luces del barrio.

-¿Estás bien?-. preguntó la chica con tono serio.

Reiner no contestó pues no estaba seguro  si aquella persona tan bella era real o estaba alucinando.

-Ay dime que no eres extranjero, no soy muy buena en idiomas-. dijo.

-Ah... De verdad eres real?...-. dijo finalmente el hombre.

-Me ves aquí no? Y de partida te digo que olvides tus frases galantes, no van conmigo-. contestó ella mientras se levantaba y cruzaba de brazos.

-Entonces... cásate conmigo-. expresó él.

La mujer quedó sorprendida y en silencio, luego se rió.

-Pffff, jajajajajajajajajajajajaja, vaya, al menos no eres como los otros tontos cariño-

Reiner se le quedó viendo, su risa era encantadora, sonora y se extendia ampliamente, nunca habia conocido a una chica tan sincera y auténtica.

-Oh bueno, por hacerme reir te debo una, dejame te ayudo-

Ella se inclinó y ayudó al hombre a incorporarse, rodeó su espalda con un brazo, y con la mano contraria le hizo rodearle el cuello por atrás, posteriormente comenzaron a caminar.

-Vaya grandote, por lo que veo estás en buena forma-. dijo ella en tono divertido.

-Necesito mantenerme sano para no morir en el trabajo"-.  Contestó él

-Ah vaya, alguien responsable, y dime grandote, ¿como te llamas?-

-Reiner... Reiner Braun...-

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