[My T E A R S for you] YOONSEOK

3

El rojo invadió por completo su rostro, ¿El emperador le estaba pidiendo que le permitiera ser su alfa?

-Yo no se qué decir- la cara del rubio denotó tristeza- Pero sí, se lo permito mi señor

-Una cosa más- Sonrió mostrando hasta parte de sus rosadas encías- No me trates de mi señor- Hoseok quedó prendado y sorprendido por las palabras- Llámame Min, Alfa o como desees y tuteame por favor, me haces sentir viejo

-Pero Uste- digo tú- el rubio asintió aún sonriendo- eres el emperador y-

-¿Y? Tú eres mi Omega así que tienes derecho a llamarme como desees- acarició sus mejillas antes de volver a besarlo, aún no tenía suficiente de él- Ahora vamos a dormir sí?

Apenado el azabache dudó en si tomar la iniciativa de besarlo o no cuando Su alfa lo abrazó quedando sus frentes pegadas y sus respiraciones mezcladas

-Alfa- esa palabra se oía tan perfecta saliendo de él- ¿Puedo besarte?

-No tienes porqué preguntarlo- se acercó un poco más en la espera del beso- soy todo tuyo

Sentir esos suaves labios sobre los suyos lo llenaba de tranquilidad, largos fueron los minutos que se dedicó a detallar toda la cavidad contraria sin llegar a ser exagerado, perdiéndose en ellos hasta volver a dormir

Cuando los rayos del sol naciente se filtraron en la habitación Yoongi abrió sus ojos con molestia, no le gustaba en lo absoluto tener que levantarse de esa forma, sin embargo sonrió al sentir los cabellos del omega acariciar su cuello indicando que estaba por despertar también

Sin llegar a ser brusco se levantó dejando en la cama al azabache, se tomó el tiempo de apreciarlo, cuerpo semidesnudo cubierto por partes por sus prendas reales, el dorado de las telas resaltaban la blanquecina piel de su espalda, y los bordes de oro complementaban la cintura igual que un reloj de arena, levantándose en la silueta de sus caderas hasta sus piernas dejando una a descubierto

Se veía tan sereno, tan majestuoso, se encargó de guardar todo lo que veía en su memoria

"Mi omega es perfecto~"

-Nuestro, y es más que eso- susurró para si mismo mientras buscaba un pequeño lienzo en blanco, sentándose a una distancia prudente observando como de a poco el azabache abría sus ojos

-Buenos días- su voz de un tono más bajo le erizó la piel- ¿Qué hará?- sintió curiosidad por la paleta de pintura y pinceles que reposaban a cada lado del cuerpo de su alfa

-Quiero dibujarte - sonrió de forma tímida sin poder evitarlo- ¿me permites hacerlo?

Era sumamente extraño para él que alguien como lo era el emperador le estuviera pidiendo permiso antes de hacer algo, se sentía tan cálido que asintió con una sonrisa