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Nada en esta vida es tan fácil como parece, las emociones retenidas pueden destruirte si no los dejas salir, pueden en un segundo derrumbar la poca felicidad que sientes, explotan dentro de ti llenando tu mente de pensamientos que no son correctos, te hacen sentir a la interperie

Eso lo supo el emperador cuando Hoseok al pasar los tres días aún no despertaba, las noches eran cada vez más difíciles, los días más largos y tediosos, los pasillos se sentían más silenciosos, las flores cerca de la cabaña donde un risueño y resplandeciente azabache pasaba la mayoría del tiempo se estaban marchitando, las risas que se oían en cada rincón estaban apagadas

Lloraba cada noche al sentir como su lazo se hacía más débil, la frialdad del cuerpo a su lado inconsciente inundaba la habitación, su lobo se encogía en tristeza en su interior deseando abrazarlo y decirle que todo estaría bien

-¿Puedes imaginar todo lo que hice hoy cariño?- sabía que sus preguntas no tendrían respuesta alguna pero tenía la esperanza de que lo estaba escuchando- Ha sido difícil aprender a hacer pasteles, en realidad mucho- pasó un paño de agua tibia por su rostro para mantenerlo limpio- Mi hermano y su Omega trataron de ayudarme pero terminaron riéndose porque soy un desastre- sus ojos se mantenían húmedos- Pero logré hacer un pastelito de fresa para ti- besó su frente dejando que las lágrimas empaparan su rostro- Estará esperando por ti cuando despiertes- sin resistirlo más lo abrazó con fuerza- Te extraño tanto mi cielo, por favor, no tardes, esto es cada vez más difícil

-Mi señor- la voz de NamJoon fuera de sus aposentos se hizo presente- Han llegado visitas con el fin de verlo... No creo que sean de su agrado

-Se trata de Jae y su hija, ¿No es así?- besó levemente los labios pálidos de su Omega para salir- ¿No se cansan de joderme la vida?

-Han dicho que es un asunto urgente- El moreno caminaba unos pasos atrás de él rubio

Al llegar a la sala del imperio ya se encontraban reunidos alrededor del trono, notó como las telas que cubrían a la Omega eran más cortas de lo normal y la incomodidad se reflejaba en su rostro aunque trataba de mantenerse Serena, la mano de su padre en uno de sus muslos la mantenían alerta, algo que no pasó desapercibido para nadie

-Joven Min es un placer verlo nuevamente- su reverencia fue corta y arrogante- Mi hija desea saludarlo- palmeo el muslo de la Omega para que se levantara- Habla

-B-buenos días señor- le fue difícil hacer una reverencia por la escasa ropa, tenía los ojos húmedos y con sus manos trataba de cubrirse lo más posible, pero el manotazo de su padre en ellas la despojo de cualquier protección- E-es un placer volver a verlo para mí también

El ambiente se sentía incómodo, aunque el aroma de la chica asqueara a su lobo se podía notar fácilmente que se estaba volviendo amargo por la tristeza, pero al parecer su padre no se daba cuenta, o sea hacía el idiota, Taehyung, fue el que más se alertó por eso, sabía que algo no estaba bien con ella y Jae, la actitud era distinta a la última vez que estuvieron ahí, no confiaba en ella pero no estaba en una posición muy favorable, no tenía protección máxima en su cuerpo, no se sentía bien

-Disculpenme, padre saldré a tomar un poco de aire- Jae se limitó a rodar los ojos y dejarla salir

-Yo también necesito un poco de aire- Taehyung se levantó de su trono para ir en la misma dirección

Corrió tras la Omega hasta encontrarla sentada en una esquina tratando de limpiar las lágrimas que se escapaban, aunque al notar su presencia se escondió de él

-Ey, está bien sí?- se acercó cauteloso tratando de trasmitirle confianza- puedes decirme porque estás así si lo deseas

-¿Puedo acaso confiar en ti?- su tono era hostil, pero escondía la tristeza mínimamente- alguien del reino contrario y enemigo

[My T E A R S for you]  YOONSEOK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora