Consecuencias

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El vuelo había sido una total mierda

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El vuelo había sido una total mierda. Fiat no le contestaba las llamadas desde hacía días. Y hubiese vuelto en el mismo instante en que recibió la llamada, pero el mundo no giraba a su alrededor y no podía hacer tal cosa. Avisó a sus padres y, su madre tuvo una pequeña charla con él. Sabía que la relación entre sus niños no era de lo más normal, sabía que Leo a pesar de querer hacer las cosas bien, había cometido unos cuantos errores, y, como madre, intuía que Fiat no iba a agradecer que le invadieran apreguntas. Debía estar, cuanto menos, avergonzado.

Le dijo a su hijo que podía volver a estudiar en su universidad de Tailandia y retomar todo donde lo había dejado. Quizá también le sugirió disculparse con Fiat, nada muy obvio, se lo soltó sutilmente.

En cuanto hubo un vuelo y dejó todos los papeles arreglados es que pudo marcharse. Y, había que admitirlo, estaba jodidamente nervioso. Le daban miedo muchas cosas, entre ellas que Fiat tuviese algo muy grave, por delante estaba su salud. Pero... quizá lo que más le aterraba era no ser bien recibido. Seguramente se merecía una patada en el culo y un "vete a la mierda".

En todo el vuelo no se pudo sacar de la cabeza al mitad felino. Se pasó por su Instagram varias veces, viendo una y otra vez las mismas fotos.

Fiat había cambiado, física y personalmente. Antes, se veía delicado, como si se fuese a romper en cualquier momento, demasiado inocente, demasiado puro para ser siquiera mirado. Y eso hacía a Leo sentirse aún peor. Ahora, seguía viéndose precioso, misma cara tierna con ojos de borrego. Lo que había cambiado era lo que esos ojos transmitían. Poca inocencia y fragilidad quedaba en su mirada. En todas sus fotos podías ver decisión, coraje, sensualidad y quizá, si mirabas bien, soledad.

También había pegado el estirón. Se veía mucho más grande y maduro, pero vestía dulce y elegante. Y Leo estaba reacio a admitirlo, pero ahora le atraía mucho más que antes.

Iba a ser un suplicio volver a estar a su lado teniendo que fingir no estar locamente enamorado del chico.

En cuanto llegó a Tailandia tomó sus cosas y se subió a un taxi. No tardó mucho en llegar a su zona residencial y ver su gran casa. Suspiró con una presión inusual en el pecho. Pagó al taxista y bajó.

Si alguien le preguntaba mentiría sobre el hecho de que se había quedado parado en el portón de su casa más de diez minutos, simplemente ahí, esperando a que su corazón dejara de palpitar de aquella manera tan violenta.

[...]

Fiat estaba en el sofá, con la pierna apoyada encima de un almohadón sobre la mesa ratona.

Había ignorado todas las llamadas de Leo. Sabía que alguien le contó sobre su pequeño accidente.

¿Estaba preocupado? Pues que se jodiera. Su rodilla no valía más que sus sentimientos. No iba a permitir que una estúpida caída fuera más importante que haber sido abandonado. ¿Quería dejar su conciencia tranquila? Okay, pues no lo obtendría.

Mæw (Leo & Fiat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora