Sinceridad

516 39 22
                                    

Después de velar el sueño de Fiat durante media hora, Leo decidió dejar al chico dormir todo lo que necesitase mientras iba a preparar la comida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de velar el sueño de Fiat durante media hora, Leo decidió dejar al chico dormir todo lo que necesitase mientras iba a preparar la comida. Se movió muy lento para no despertarlo, una vez de pie no pudo evitar observar como se acurrucaba en sí mismo como lo haría un minino.

Era realmente como un gatito. Su gatito... ¿Le podría volver a llamar así?

Mientras preparaba todo lo necesario para la sopa estuvo pensando y repensando. ¿Cómo sería todo a partir de ahora? Ya no era una opción ser menos cariñoso para evitar que Fiat se enamorara más. De hecho, nunca debió ser una opción. Leo estaba arrepentido a más no poder. Entonces, ¿qué pasaría?

Fiat ya no era un niño pequeño, lo tenía bastante claro. Los dos siendo mayores de edad debían comportarse como tal y afrontar las cosas. En ese rato esperando que el agua se pusiese a hervir, se decidió. Hablaría con Fiat sobre sus sentimientos para dejar las cosas totalmente arregladas.

Y cinco minutos después de apagar el fuego, mientras Leo sacaba un par de platos se escuchó un llanto desesperado. Sin pensarlo mucho Leo fue directamente a su habitación y ahí se encontraba Fiat, llorando como un bebé contra la almohada.

—Fiat, Fiat —llamó con tono tranquilizador —Estoy aquí, mírame —se acercó hasta el y puso una mano en su espalda.

—Me —hipó —Me dejaste s-solo

—Fui a terminar la comida —le explicó —Calmate —acarició su espalda.

—Pensé... pensé que te habías ido de nuevo, lo siento —se tapó la cara con ambas manos por la vergüenza de haber montado tal escena.

—Pobre gatito... —le susurró mientras se sentaba a un lado y apartaba sus manos de la cara —Deja que vea tu carita, no pasa nada.

Y puede que Leo no se diera cuenta pero Fiat había quedado petrificado ante las palabras de su dueño. Incluso el llanto y la vergüenza se habían ido por completo. Su boquita formaba una perfecta O y en cambio comenzó a temblar. Pero era un temblor emocionado.

—¿Puedes repetirlo? —dijo aún asombrado.

—¿No pasa nada? —repitió dubitativo.

—¡No! Lo primero —se acercó sobre sus rodillas a Leo.

—Sinceramente no me acuerdo qué he... —pero justo en ese momento recordó lo que había salido por su boca y cuando antes se hubiera asustado ahora rió —Oh... ya entiendo —volvió a reír de forma calmada

—¿Por qué te ríes? —Fiat frunció el ceño haciendo una cara graciosas lo que hizo reír más a Leo —¡Eh! Deja de reírte, no soy un payaso.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 09, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mæw (Leo & Fiat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora