Capitulo 8: Bloods

16 1 0
                                    

AJ volvió a tener que convencerme tras decir aquello, aunque no le costó mucho, por desgracia para mí pero por fortuna para él soy muy fácil de convencer, solo basta con que me pongan pucheros y ojos de cachorrito y me tienen a sus pies.

Como me dijo AJ no pasó nada vendiendo las bolsas, además de que ningún hombre me rechazó y mucho menos me delató, gracias a técnicas que tengo que agradecer a Noa y su familia por enseñarme.

Una vez terminamos le pasé el dinero que conseguí a AJ, no quería saber nada de dinero negro en ese momento, y volvimos a cambiarnos de ropa antes de que nos viese Bop, aunque ya sospechaba algo. Digamos que mentir no es el fuerte de AJ.

Los chicos, entre ellos, desde que los conozco, hablan a través de una radio que llevan siempre encima, conectada a un pinganillo para que nadie a su al rededor pueda oír las conversaciones y puede que Bop le preguntase a AJ que que estaba haciendo a lo que este le respondió que vendiendo droga solo, recalcando demasiado esta última palabra, levantando así las sospechas del hermano pequeño de Rhino.

Poco después de terminar toda la tarea, Bop me llamó para preguntarme que que había estado haciendo a lo que sin titubear le conteste que había estado dando vueltas con el coche de AJ, cosa que por suerte para mí no había sido mentira. No me gustaba mentir pero me había pasado la vida haciéndolo por Noa, por lo que no era algo que se me diese mal.

Incluso fue al casino a pedirle a Muller, uno de los dueños de este, poder revisar las cámaras puesto que le dije también que me había pasado por ahí, cosa que tampoco era mentira, solo una verdad a medias, me había dado una vuelta por el parking. "¿Por qué se toma tantas molestias en saber donde estaba?" Pensaba en ese momento, "¿Solo es droga, no?"

-Ruby, no creo que pueda aguantar mucho más, no quiero mentir más.- Saltó AJ atacado ante la presión que sentía. Sabía perfectamente que AJ no estaba bien de la cabeza y él mismo nos había metido en esa situación pero eso no quitaba que más de una vez quisiera darle un batazo con su propio bate de baseball.
-Amenadiel, me dijiste que confiase en ti, más te vale no cargártela después de haberlo hecho.- Volvía a sacarme de mis casillas como solía hacer.
-Bop,- Llamó el de ojos grisaceos a través de la radio.- He llevado a Ruby a vender arazules.- Confesó y creí escuchar a través del pinganillo como le gritaba el de rastas rojas.
Yo me limite a cerrar los ojos y contar hasta 10 mentalmente para no matarlo. Podía entender que era demasiado puro de corazón para mentir, pero no tenía la cabeza como para no llevarme a vender droga. Era un caos de chico.

No supe más del tema durante días, aunque tampoco quería darle muchas vueltas y seguí mi día a día trabajando en Paleto de jardinera para seguir ganando dinero y comprarme un coche y moverme más cómodamente. También seguí durmiendo en casa de Noa y pasando tiempo con AJ e incluso con Junior.

-Ruby, ¿puedes acompañarme un momento a un sitio?- Me dijo Bop, más como orden que de pregunta, un día que nos encontrábamos todos en hospital esperando a AJ, como era costumbre por alguna de las muchas tonterías que se le ocurrían hacer a lo largo del día.
-Eh, sí, claro.- Me extrañó, pues el más jóven de los Fairbanks no solía recurir de mi presencia para realizar nada.
Le seguí hasta su coche rojo intenso y me monte en el asiento de copiloto. No conversamos nada durante el recorrido hasta el destino, el cual resultó ser un descampado apartado, lo que provocó que encendiera la luz de alarma.
-¿Qué intenciones tienes con AJ?- Fue directo una vez nos habíamos bajado del vehículo. La pregunta me calmó, a la vez que me extrañó.
-¿Me has traído aquí para preguntarme eso? ¿En serio?- Simplemente pensaba que me estaba vacilando.
-Contesta.- Ordenó con semblante serio.
-No tengo ninguna intención con él, simplemente somos amigos y pasamos tiempo juntos, nada más.- Respondí al instante.
-Entonces, ¿por qué te llevó a vender coca?- Siguió con el interrogatorio.
-Y yo que sé, Bop.- No entendía la finalidad de todo aquello.
-Sabes que como sueltes algo, no vas a poder volver a contar nada, ¿verdad?- Sonaba a amenaza, nada nuevo en mi vida.
-Bop, soy una tumba, te juro que nadie sabe que pasó ese día y no lo va a saber nadie, al menos por mi parte.- Respondí decidida mientras me crucé de brazos.
-Más te vale, porque ya sabes a que se dedica la familia por culpa de AJ, ven.- El de tez morena y rastas rojas volvió a sentarse en el asiento del piloto, a la vez que yo me coloqué en el de copiloto.
Condujo unas cuantas manzanas y paró el motor en un taller de un barrio marginal.
-Bienvenida al barrio, Ruby.- Soltó Bop una vez nos bajamos de su coche.
-¿Qué es todo esto?- Le pregunté mientras posaba mi mirada por todo el taller.
-¿Ves a todos los que están aquí?- Asentí.- Ahora son tu familia, al igual que yo y todos los chicos, y esta es tu casa.- Abrí los ojos de golpe, era lo último que me esperaba.- Bienvenida a los Bloods, dale las gracias a AJ por meterte en esta mierda. Además de que espero que lo que me has dicho sobre él sea verdad, la familia va primero que cualquier otra cosa o persona.

Tragué saliva. Me olía que Noa se había vuelto a meter en algo relacionado con drogas, al igual que su familia, más conocidos como los Families, los cuales habían controlado Los Santos hace mucho tiempo, hasta que sus padres, los lideres, tuvieron que volver a Rusia. Pero si ella había decido entrar en esto no estaba dispuesta a volver a apartarme de ella, y mucho menos a permitir que vuelva a pasarlo mal ni vuelva a tener que huir del país por cargarse a alguien, aunque no creo que deba hablar de ello, sería mejor que os lo contara ella.

RubyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora