Capitulo 10: Tortura

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Una vez te unes a una banda en esta cuidad y empiezas a vestir sus colores puedes empezar a ser blanco de otras bandas, incluso solo por llevarte de más con algún integrante aunque no sepas sobre ello. Y sé esto porque me pasó poco después de entrar en la familia de los Bloods.

Estaba en garaje central, frente a la plaza con la noria de la ciudad, esperando a que AJ viniese a recogerme tras haber pasado un día tranquilo de compras; necesitaba llenar mi armario de rojo.
En ese momento, la relación con Amenadiel había mejorado; mostraba preocupación por mí, dejó de molestarle mi presencia e incluso quería pasar tiempo conmigo a solas, aunque por sorpresa para mí eso no me disgustaba, me sentía bastante cómoda con ello.

De un momento a otro vi como un coche y una moto negros con nacarado azul que iban a gran velocidad frenaron en seco en la acera donde me encontraba sentada en un banco, escandalizando a las personas que se encontraban paseando por la zona. Bajaron de los vehículos dos chicos negros con la cara cubierta con unas bandanas azules y me apuntaron con sus pistolas a lo que rápidamente levante las manos.

- Al coche, ahora.- Me ordenó el que había bajado de la moto. Este tenía trenzas ,parecidas a las de Rhino, blancas cubiertas por la capucha de la sudadera que llevaba a juego con su compañero que conducía el todoterreno con la diferencia de que tenía rastas en su pelo negro con las puntas teñidas de azul eléctrico.

Obedientemente me levante del banco y subí al asiento de copiloto del todoterreno, manteniéndome callada. Con rapidez me registraron y me quitaron la radio y el teléfono para que no pudiese comunicarme con nadie, además del bate de baseball que me dieron los chicos para que pudiese defenderme, aunque no servía de mucho contra un arma de fuego. AJ iba a preocuparse cuando llegase y no me encontrase.

- No te preocupes, no vamos a hacerte daño, me caes bien Ruby.- Me dijo el de las rastas una vez en el coche. Me conocía.
- ¿Cómo sabes mi nombre?- Pregunté curiosa. Podía aprovecharme la situación.
- Pues porque nos conocemos.- ¿Quién en su sano juicio le daba información a un rehén? "Esto va a ser mas fácil de lo que me pensaba" Pensé.
- No conozco a mucha gente en la ciudad todavía.- Solo había llegado hace varios meses, no sería díficil encontrar a alguien que encajase con la información que me daba el conductor.
- Lo sé, nos conocimos hace poco.- "Es idiota, ¿verdad?"- Solo queremos atracar un banco Flecca y necesitamos unos rehenes para negociar con la poli y así intercambiaros por tiempo para escapar o un porcentaje del botín.- Me explicó tranquilamente.

Me llevaron al puerto de la ciudad y me quede con el chico de las trenzas blancas y su moto, esperando mientras encontraban a otro rehén.
Conseguí poca información, pero suficiente para poder darsela a Rhino y los chicos.
No me hizo falta ni si quiera hacer muchas preguntas, eran bastante inutiles; cuando consiguieron otro rehén se les escapó por "querer ir a mear", el chico de las rastas intentó ligar conmigo, les oía hablar por radio decir a quien secuestrar y no, consentían que hiciese lo que quisiera incluso siendo rehén,... y muchas cosas más que obviamente no deberían hacer unos atracadores.

Una vez cumplieron su cometido, donde nos involuclaron a los rehenes para poder robar el dinero con más rapidez, nos cambiaron a los policías por un gran porcentaje del botín, habiéndonos dado anteriormente nuestras pertenencias de vuelta.

- ¿Ruby?- Oí la voz de Bop detrás de mí una vez las autoridades habían terminado de atenderme.
- Hey, ¿qué haces aquí?- Le pregunté acercándome a su coche rojo, donde se encontraba.
- Estaba yendo con los chicos y te he visto al pasar por aquí, sube, te llevo, ¿qué ha pasado?- Me hablaba mientras me subía al asiento del copiloto y encendía el móvil. "Oh, oh". Pensé a ver todas las llamadas y mensajes de AJ; había estado buscandome todo este rato.
- Pues nada, estaba esperando a AJ en Garaje Central cuando han llegado unos chicos con bandanas azules y me han secuestrado.- Me encogí de hombros y encendí la radio, colocandome el pinganillo en en oido.
- ¿Bandanas azules?- Me preguntó, a lo que asentí.- Hermanito, vamos al barrio, tenemos que hablar.- Dijo por radio presionando el dispositivo en su oido.
- ¿Qué ha pasado, Bop?- Oí Rhino por radio.
- Ahora nos va a contar a todos Ruby.- Le explicó a su hermano mayor.
- ¿Ruby? ¿Dónde está Ruby?- Saltó AJ alterado.
- Estoy con Bop, no te preocupes, estoy bien, vamos al barrio para que os pueda contar bien a todos.

Bop condujo hasta el barrio sin problema, donde se encontraban ya los chicos. Noa llevaba tiempo sin salir de casa por miedo a que pudiesen secuestrarla como han hecho conmigo, solo que ella tenía una pequeña vida dentro de ella y no sería conveniente.
Creí notar como AJ suspuro de alivio cuando me vió, y le conte a todos lo que me había pasado con pelos y señales.

- Crips.- Dijo Rhino con la cara hinchada de la ira.- El azul es su maldito color. Llevan varios días tocándome la polla, creo que vamos a tener que darle un escarmiento.
Los Crips eran, son y siempre serán los enemigos naturales de los Bloods y en ese momento llevaban tiempo sin hacerse notar, hasta hacía unos días que solo se acercaban a Rhino para provocarle.
- Están picados porque les dimos una paliza en el evento de paintball de ayer.- Comentó Junior.
Miré a AJ, era raro que estuviese tan callado, y pude ver la rabia reflejada en su cara. Era la primera vez que le veía así y no sabía si asustarme o sentirme segura.
- Me la suda lo que les pase, me tienen hasta el nabo.- Rhino siempre ha sido de un léxico un tanto vasto.- Vestios con la ropa de trabajo y pillad armas, vamos a cazar azulitos.

Nos vestimos con la ropa que me hizo comprar AJ cuando me llevó a vender "arazules" y me dieron una bandana roja para que supieran que nos tratábamos de los bloods.
AJ fue en su moto, Junior y Rhino en el coche del último y yo con Bop en su coche.
Dimos vueltas por la ciudad hasta que visualizamos el todoterreno con nacarado azul de los que me habían secuestrado en el parking del hospital
Pillbox Hill Medical Center y Rhino decidió pincharle las ruedas con su pistola SNS y empezamos a vigilar la salidas del edificio.

Bop y yo nos quedamos en la parte de atras, donde se encontraba el vehículo, y los demás vigilaban la puerta principal, por donde los pillaron Junior y Rhino cuando salieron corriendo al ver su coche con las ruedas pinchadas.
Les llevamos a la presa a las afueras de la ciudad, la cual estaba suficientemente alejada como para que nadie nos molestase.

Allí Bop nos dió instrucciones vía radio, las cuales consistían en que Rhino y AJ les torturaran mientras Junior y yo nos encangábamos de acompañarles en esta tarea en el caso que alguno de los dos Crips intentase hacer alguna tontería.

- Carnicero, ¿cuál de los dos te gusta más?- Le preguntó Rhino a AJ.
- El de las rastitas azules.- Le contestó el de la gorra, al cual pude verle, a través de sus gafas de sol, unos ojos centelleantes por la emoción. La mirada de un loco.
Pero para mi sorpresa eso no me asustó, sino que me alivió. Ese chico hacía que sintiese cosas que no pensaba que sentiría nunca. "¿Qué me estás haciendo, Amenadiel?" Pensaba.

Junior fue a acompañar a AJ y yo me quedé con Rhino y el chico de las trenzas blancas, mientras que Bop lo observaba todo desde lo alto de las escaleras apoyado en la barandilla de esta.
Rhino sacó una cajetilla de su bolsillo llena de agujas y empezó a enterrarlas entre las uñas del chico que vestía de azul.
- Besame los pies.- Escuché de fondo la voz de AJ, el cual había metido sus zapatos en un charco de barro a propósito.- Di que eres mi putita, venga dilo.

Era la primera vez que vivía una tortura hacía terceras personas. Siempre las había oído con Noa de parte de sus padres hacía sus enemigos, pero nunca llegué a ver ninguna. Los padres de Noa podrían vivir de las drogas pero no iban a permitir que unas niñas vivieran cosas innecesarias.
Aunque por suerte para mí, haber vivido la vida que he vivido junto a Noa y su familia me ha hecho ser una chica sin escrúpulos y, mucho menos, ante personas que se metían con los que me importaban.

Sin inmutarme seguí observando la situación, donde tanto Rhino como AJ sacaron sus respectivas navajas para seguir con la tortura.
Ví cómo Rhino le dibujaba al chico de piel negra una gota de sangre el el pecho y de repente oí un grito ahogado a mi espalda. AJ le había cortado un dedo al otro chico y lo tiró a la presa envuelto en una tela.

- Aparta, número 7.- Oí a Rhino dirigiéndose a mí por mi número para que los azules no se enterasen de nuestros nombres.
Me hice a un lado junto con Junior y los dos torturadores empezaron a golpear a los torturados hasta dejarles inconscientes.

Rápidamente subimos las escaleras para salir de la presa y me monté en la moto de AJ, siguiendo las instrucciones de Bop.
Bop, Junior en el coche de Bop y yo en la moto del ya mencionado nos dirigimos al barrio para limpiarnos y cambiarnos, mientras Rhino y AJ se llevaron a los dos chicos apaleados en el coche del primero para tirarlos en mitad de Garaje Central, dónde los encontraría la policía minutos más tarde.

RubyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora