Capitulo 1: Nueva vida

38 2 2
                                    

Por fin llegué a Los Santos, fue un viaje tranquilo a la vez que largo pero al fin pordría ver a Noa después de un largo año desde que tuvo que huir de Rusia. Sinceramente, estaba cansada de cuidar sola de esa casa.

Me bajé del avión, recogí mis maletas y me dirigí a la salida del aeropuerto, donde había quedado con Noa, mi mejor amiga desde que tengo uso de la razón. Hacía años que no la veía y corrí hacia ella, a lo que, nada más verme se abalanzó sobre mí para abrazarme y cubrirme la cara de besos. Al acabar con su ataque de amor por toda mi tez me separé, no soy muy fan del afecto, pero a esta chica de cabello rojo siempre se lo permito.

Al separarme la miré, iba vestida con una camiseta negra del grupo Metálica negra que le llegaba a mitad de los muslos, con un corte en forma de triangulo dejando ver la zona del escote y sobre esta un corset también negro atado en la zona delantera. Y para completar su outfit negro llevaba una medias de red y unas botas militares, dejando ver los notables tatuajes que le cubrían toda su piel marfil. Su pelo rojo natural y ondulado estaba corto, justo por encima de sus hombros y sus ojos verdosos me miraban con impaciencia.

-¡Vamos a casa a dejar tus cosas! Tengo que enseñarte la ciudad y presentarte a Rhino y a los chicos.- Casi gritó de la emoción, a la vez que le hacía gestos con las manos para que bajase el volumen.
Ella siempre ha sido muy risueña y escandalosa, mientras que yo soy tranquila y nunca me ha gustado llamar la atención.
-Sí, sí, hay tiempo para todo pero tranquila, ya estoy aquí y espero que no tengamos que separarnos más, así intenta no hacer nada por lo que tengas que huir del país.- Le dije, recordando por todo lo que había tenido que pasar mi amiga para haber llegado tan lejos sola.

Trás llevarme a su casa, entré para soltar mis maletas y cajas mientras me esperaba fuera y hacía una llamada. Al salir me dijo que había llamado a uno de los chicos: AJ, puesto que tenían unos asuntos pendientes a resolver.

Fuimos al lugar donde habían quedado en la moto roja de Noa. Al llegar vimos a un chico de piel negra bastante atractivo, llevaba una gorra negra hacía atrás, unos pantalones negros anchos hasta la mitad de las pantorrillas y unas jordan rojas, también llevaba una camiseta de tirantes negra de baloncesto negra de los Bulls, dejando sus brazos llenos de tatuajes descubiertos.

-¡Hola AJ! ¿Has esperado mucho? Hemos tenido que ir a casa para dejar las cosas de Ruby.- Explicaba la chica de pelo rojo mientras me señalaba.
-¿Qué pasa, payasa? Nada, no te preocupes, entonces, ¿esta es la famosa Ruby de la que tanto nos hablas?- Le preguntó a mi amiga, mirándome, a lo que me percaté del color grisáceo de sus ojos contrastando con la oscuridad de su piel.
-Sí, soy yo la famosa Ruby.- Le sonreí.- Espero que lo que te haya hablado de mí hayan sido cosas buenas.
-¡Por supuesto! Eres mi angelito de la guarda.- Exclamó Noa dándome un leve codazo, provocando que soltase una pequeña risa.
-Bueno chicas, nos están esperando en el casino y yo paso de escuchar el sermón de Rhino por no atender sus asuntos mientras él no puede.- AJ se cruzó de brazos, como si recordara anteriores sermones de ese tal Rhino del que tanto me ha hablado Noa.

Nos dirigimos al casino en el coche de AJ, negro con nacarado rojo. Al llegar y entrar nos estaba esperando un hombre, también negro, con el pelo lleno de rastas y teñido de rojo, con una camiseta blanca con el logo de Marvel, a juego con un pañuelo atado al rededor de la cabeza, unos vaqueros rotos y unos zapatos deportivos.

-Llegais tarde, chicos.- Dijo el de las rastas rojas antes de hacer una pausa y mirarme.- ¿Y esta es?
-Es Ruby, llegaba hoy a la ciudad y no quería dejarla sola.- Contestó de inmediato Noa.
-Bueno, no importa, vamos dentro.-

Entramos en el casino, siguiendo a este nuevo individuo que ni si quiera me dijo su nombre. Subimos en ascensor hasta una terraza y subimos de nuevo otra planta, pero por escaleras, hasta una lujosa planta, donde nos hizo esperar sentados en un sofa a Noa, AJ y a mí. El chico de la camiseta blanca atravesó una puerta y nos mantuvimos en silencio.
-Y este, ¿quién es?- Intenté romper el silencio.
-Es Bop, el hermano menor de Rhino, ignora lo de antes, seguro que no pretendía ofenderte.- Me contestó Noa de manera tranquila.
-Mañana iremos a recoger a Rhino del calabozo, pero por ahora tenemos que hacer nosotros estas cosas.- Le siguió AJ.
"¿Del calabozo?" pensé "¿Dónde has vuelto a meterte, Noa? Has vivido estas cosas de primer plano" "Sea como sea he venido a seguir cuidándote, no voy a permitir que vuelvas a pasarlo mal."

De repente se volvió a abrir la puerta por la que había entrado Bop, pero a diferencia de como entró, salió con otros tres hombres y con la cabeza nos hizo un gesto con la para que le siguiéramos.

Volvimos a la planta más baja, donde se encontraba la zona del casino con todas las maquinas tragaperras y demás y nos llevaron a una zona VIP, en la que nos ofrecieron bebidas alcohólicas, a lo que miré a Noa, es la única que sabe de mi problema con el alcohol por culpa de mi pasado; ninguna de las dos habíamos tenido una buena infancia o adolescencia.
Noa me miró con ojos tranquilos, dándome a entender que no pasaba nada, que no podía rechazarlo. Por desgracia yo también sabía que no debía decir que no, así que simplemente cogí una copa de champán y sonreí al camarero.

Todos hablaban sobre la cuidad y próximos proyectos que harían juntos, pero yo estaba demasiado concentrada en no descontrolarme y beberme toda la botella de champán o no desmayarme por mezclarlos con los tranquilizantes.

RubyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora