Capitulo 3

183 19 10
                                    

—Familiar Pt. 1/3—

No, no había dormido bien anoche.

Sí, igualmente tenía escuela ese día y se quedó despierta toda la noche temblando de miedo.

¿Lo peor?

Era semana de exámenes bimestrales. ¿Cuándo pasaron dos meses desde que todo eso pasó?

No lo sabía, pero habían pasado.

Teddy y Dalian la estaban pasando horrible, más Teddy.

Había estudiado demasiado para que en ese momento se le olvidara todo lo que aprendió.

Qué día pésimo.

—Dalian... Dalian...— En el salón, su pelirrojo amigo la llamaba en susurros mientras aún estaban en el examen.

Al principio trató de ignorarlo, pero lo desconcentraba demasiado y volteó a verlo; su amigo, al principio, se aterró por su cara y expresión. Dalian tenía unas ojeras algo grandes, el ceño fruncido y una mirada fulminante que nunca dejaba de aterrar a Artie.

¿De quién rayos había sacado esa mirada? Era lo que se preguntaba Artie cada día.

—¿Qué quieres?— Le susurró algo molesta, por suerte el maestro estaba demasiado ocupado viendo algunos papeles en su escritorio.

—Pásame el 4, el 4.—

...
¿En serio? Suspiró, vio su respuesta en el cuarto problema y se la pasó a su amigo.

—Y luego lo multiplicas y te da 69, ¿ya?— El chico asintió, parecía que Dalian había despertado con el pie derecho ese día.

Dalian completó su examen y Artie también, suspiraron aliviados. Habían terminado 10 minutos antes de que se les acabara el tiempo. Dalian dejó caer su cabeza en su mesita, estaba muy cansada. Artie, por otro lado, estaba aburrido. La campana sonó.

Qué molesto sonido. Dalian se levantó, por fin podía irse a casa y descansar. Lamentablemente para ella, al destino le encanta arruinar sus planes.

Teddy y Dalian esperaban. La niña miró a su primo, este parecía estar mirando a una persona o dos personas. Dalian miró hacia la dirección donde su primo no desviaba su mirada.

Ahí vio a dos adolescentes hablando de temas triviales, seguramente. Una chica de cabello ondulado, negro y ojos café. Linda. Bastante linda. También estaba la otra persona, un chico con gafas, cabello negro, ojos color miel y piel blanca. También era lindo.

Dalian volvió a mirar a su primo, sospechando... La sonrisa de Teddy, su ligero sonrojo y su mirada. ¡Oh rayos...!

—¿Te gusta esa chica?— Teddy miró a la menor rápidamente después de que mencionara eso.

—¡¿Qué?! ¡No!— La niña se quedó pensando y habló otra vez.

—¿Te gusta el chico?— La cara de su familiar se puso roja, no sabía si era por ira o por otra cosa.

—¡No!— Respondió con algunos nervios.

—Te enamoraste.— Declaró la menor con una sonrisa burlona.

Peleando con la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora