Capitulo 12

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—Amigo mío—

¿Qué es un amigo?

Un amigo es alguien que te agrada y con quien disfrutas pasar tiempo. Es una persona que siempre está a tu lado, incluso a pesar de tus defectos.

—Mmm... ¿Qué pasa, pequeña? Pareces un poco gruñona esta mañana.

—¿Crees que me perdone si le doy el peluche de Superboy o el de Red Robin?

Dalian estaba hablando con su primo mientras arreglaba el regalo para su amigo, después de haber faltado a la escuela durante tres días.

—Dale cualquiera, al final son solo bebés, lo solucionarán.

—¡No somos bebés! ¡Tenemos ocho años y medio!

—Sí, sí... Bebés.

Los dos primos seguían conversando mientras desayunaban para ir a la escuela. A pesar de que tenían tiempo de sobra, de alguna manera terminaron llegando tarde.

—Dalian, llegas tarde de nuevo. Ve a sentarte.

El maestro le dijo eso con un tono diferente, ya no era suave y tranquilo, sino serio y aterrador. Dalian no discutió y se dirigió a su asiento junto a su amigo pelirrojo.

...

Durante la segunda y la primera hora de clases, Artie no le dirigió la palabra a Dalian en ningún momento. ¿Realmente ya no quería ser su amigo?

Le entregaría el peluche de Superboy y todo se solucionaría.

Llegó el recreo, pero no pudo ver a Artie en ninguna parte. De alguna manera, había desaparecido rápidamente. Finalmente, lo encontró hablando con una amiga en común.

—Artie... ¿Me estás ignorando?

—¿Eh? ¡Dalian! ¡Hola, no te vi allí!

Su voz temblaba y se notaba que tenía miedo. Dalian mostró el peluche de Superboy detrás de ella, lo cual sorprendió al niño y lo miró confundido.

—¿Por qué me estás dando esto, Dali?

Al escuchar el apodo, Artie sonrió como nunca antes.

—¡Quería pedirte perdón por lo que pasó con el idiota! Quiero decir... ya sabes a quién me refiero. Este es un peluche de Superboy, sé que no es tan genial como el real, pero quería comprártelo... Espero que me perdones...

—¿Perdonarte? ¡Dali, no estoy enojado ni nada de lo que piensas!

—¿Eh? ¿Cómo?

—¡Pensé que estabas enojada conmigo porque te metí en problemas!

—¡¿Qué?! ¡Nunca me enojaría contigo por eso!

Así que todo había sido un malentendido en la cabeza de ambos niños. Al darse cuenta de eso, algunas lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Artie, quien abrazó fuertemente a su amiga.

—Está bien... Tranquilo...

Dalian lo consolaba como podía.

Peleando con la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora