Inicio (Capítulo I)

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Finalmente he llegado a este tiempo...
Finalmente he podido llegar y podré observar qué me deparará el futuro, sólo recordemos lo que dijo J. V. y todo saldrá bien.

Empiezo a caminar un poco pensativo, recordando todos los lugares que visité y a todas las personas que conocí en cada era, termino rememorando cada cosa fantástica que he sido capaz de presenciar en cada una de ellas y cómo cada una generó un impacto en mí.

Camino solitariamente en una oscuridad con un mutismo inquebrantable en medio de una noche apacible, nada podría romper aquella paz...

Pero, de repente, me cruzo con una taberna y ronda por mi mente el pensamiento de entrar ya que nadie me reconocería por estos parajes y podría aparentar una edad diferente a la que tengo en realidad.

Entro sigilosamente y me vuelvo testigo de vikingos, guerreros, piratas y otros seres que eran fascinantes ante mis ojos. Ya había presenciado la alquimia, la magia, el poder de muchos objetos, pero nunca pude observar detenidamente a guerreros, piratas, vikingos, bardos y todo lo que uno sería capaz de visualizar por medio de la imaginación.

Era la primera vez que entraba a un establecimiento con estas características particulares, pero era bastante cierto que nunca antes había visitado la época medieval y todas las demás eras eran totalmente diferentes y opuestas entre sí. Ninguna se parecía a la otra y eso las hacía únicas.

Me siento en un lugar apartado, atestiguando las celebraciones de los piratas y guerreros, en cómo algunos vikingos se emborrachaban excesivamente y aún así, seguían de pie alegres celebrando,sobre como los bardos cantaban y todos los seguían a coro una canción entonces desconocida para mí.

Prontamente, los festejos y cantos se volvieron en peleas entre algunos piratas y guerreros, estaban tan borrachos que nada se podría hacer para frenarlos, entonces decidí frenarlos yo. Intervine poniéndome en medio, aún sabiendo que no poseo fuerza alguna para pelear y dependiendo solamente de unos cristales mágicos para tranquilizarlos.
Saqué varias amatistas y las activé cuidadosamente antes de recibir un golpe y pude traer paz al lugar, aunque fue un poco dificultoso porque eran bastantes y había recibido algunos golpes de parte de ellos. Ya un poco golpeado, se me acerca una desconocida y me cura con sus poderes. La miro maravillado porque no había visto antes a seres usar magia sin depender de algún objeto o algo similar. Le agradezco por haberme sanado y ella responde:

-No hay de qué, viajero, de dónde vienes? No te he visto antes
A lo que yo respondía un poco nervioso:
-Es que vengo de otra época y es la primera vez que estoy en esta.
Ella me miraba sorprendida y me decía que su nombre era Agatha y yo me presentaba diciéndole que me llamaba Harper y era un viajero del tiempo y mineralogista.

Salíamos de la taberna y un bardo se acercaba a preguntar si estaba bien, a lo que respondía que sí, entonces agradecía que haya parado las peleas y se ofrecía a darme un poco de ron o hidromiel a lo cual yo aceptaba amablemente y bebía un poco de ron mientras disimulaba esperando que no se dé cuenta de que nunca había bebido algo tan fuerte y amargo.

Me quedaba un rato más hablando con Agatha y el bardo y, gracias a esto, terminé descubriendo detalles interesantes de ella, resultó ser una hechizera que andaba por todo el mundo en una especie de viaje, lo cual me pareció bastante interesante y también llamó mucho mi atención entonces me ofrecí a ayudarla por si necesitaba algo en algún momento.

Pasaron varias horas hasta que finalmente salí de la taberna y me despedí del bardo y de Agatha, aquí es cuando empezaba mi camino recorriendo distintas partes de aquella región a la que ellos llamaban ñoñolandia...

Harper, El Viajero De Otra Época Donde viven las historias. Descúbrelo ahora