volkacio loving month ♡

of all the stars

• Día 14
• Drabble (cortito)
• Transcurre durante el suceso del apagón
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Debajo de un cielo estrellado en madrugada , luego de provocar un apagón en toda la ciudad, dos hombres se hallaban acostados sobre el césped.

Estacionaron en medio de la carretera ya que, a la espera de más órdenes, ambos decidieron aprovechar esos instantes para contemplar las estrellas. Una propuesta que el de cresta le hizo al ruso, quien sin dudarlo aceptó.

—Si que es una linda noche...— dijo, respondiendo la pregunta del menor, y posando su mirada en él, observó el brillo de las estrellas reflejado en sus bicolores ojos.

Una imagen que le cautiva, pensando incluso que fuera irrealista.
« ¿Cómo puede existir alguien tan precioso como tú? » se dice internamente, mientras siente un leve ardor en sus mejillas.

Acomodó su postura, colocando el cuerpo de lado para verle mejor. Y teniendo una visual más completa sonrió.

Este pequeño momento de calma, solo ellos dos, hace que quisiera congelar el tiempo y permanecer allí por la eternidad.

Aún faltan cosas por aclarar, lo saben, y a pesar de los obstáculos presentes, intentarían hallar un lugar para resolverlo, uno en donde no estén apuntándoles con una pistola en todo momento.

Pero necesitan tiempo, eso claro estaba.

—¡Mira!— habló emocionado el menor, sacándole de sus pensamientos. —¿Lo viste?— apunta al cielo. Volkov mira hacia allí rápidamente, preguntando en desespero.

—¿Qué cosa?

—La estrella fugaz, ¿de verdad no lo viste?— estaba tan centrado en él, que casi olvida por completo el espacio que lo rodeaba. —¿Ya pediste un deseo?

Le miró nuevamente, observando como el de cresta le veía paciente al recibir cualquier respuesta.

En cambio, el contrario no estaba seguro de que contestar. Su mente le hizo recordar aquella conversación que tuvieron por la mañana. "¿Qué haces en tu día a día?" le había dicho. Navegando más al pasado, también rememoró aquella pregunta: "¿Qué piensas hacer después de que todo acabe?"

Al reflexionar una vez más, tenía claro que quería hacer de su vida, si es que lograba estar en paz. Pero, al mismo tiempo, por más clara que estaba su idea, la decisión no dependía únicamente de él.

Horacio, además de ser magnífico desde su punto de vista, también es una persona impredecible para sí. Pese a ser distintos en este y otros aspectos, desea aprender más sobre él y los sentimientos que logra provocarle.

Deseaba comprenderle y ser lo más honesto posible. Deseaba apoyarle en todo lo que esté a su alcance para su bienestar. Deseaba estar con él, deseaba hacerle feliz.

Mirándole a esos ojos bicolores, en los cuales aún podía ver una luz en ellos, más brillantes que cualquier estrella luminosa en el cielo. Viendo reflejados en estos aquel mundo que anhelaba descubrir. 

El ruso suspira, teniendo su respuesta.

—Si, tengo mi deseo, ¿y tú?

—Igual.— acercándose más al otro, se hablaban suave. Poniendo su cuerpo de lado, y viéndolo continuó. —Pedí que mi madre estuviera bien, también que todo esto se acabe y... por nosotros.— termina apagando su voz. —¿Tú que pediste, Volkov?

—Bueno, yo también pedí que... toda la situación con los bandos y el FBI se termine.— y posando su mano sobre el brazo se sincera. —Además pedí que, si el tiempo nos lo permite, volvamos a estar bien como antes...

Un silencio hace presencia. El ambiente se tensó, o eso creía, hasta que inesperado recibió un movimiento por parte del otro.

Horacio también esperaba lo mismo, acabar con toda esta mierda lo antes posible, para por fin ser libre con las personas que ama. Comprendía que la actualidad era confusa para ambos, pero aún así, daría todo por mejorar.

Sin previo aviso el de cresta lo tomó del cuello, y acercándole rápidamente besó sus labios. Con pausa y tranquilidad, cuando el ruso se acostumbró hizo una leve presión sobre ellos, cerrando los ojos y dejándose llevar.

Aquel cielo nocturno fue testigo de su entrega al contrario, un regalo lleno de sentimientos que guardaba hace tiempo.
No importa cuantas estrellas se vieran durante el apagón, para Volkov, ninguna brillaba más que Horacio y viceversa.

Tenían un mismo objetivo, dispuestos a cambiar y mejorar por el otro. Mejorar su relación para bien y, por fin, ser capaces de cumplir aquella promesa que hicieron hace tiempo.
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• fin 💫