¿será verdad?

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• Día 3
• Drabble (medio corto)
•Perdón si no pude adaptar bien la personalidad de los siguientes pjs
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Ya era la tercera vez que le asignan esa labor. No se quejaba, es más, le beneficia para sumarle unos números a su salario.
Lo que si, no le veía el sentido a este.

¿Quedarse vigilando las cámaras de seguridad hasta que un guardia llegue? ¿Por qué mandarían a un agente, recién aprendís, del FBI y no a otra persona?
¿Acaso no hay más gente de seguridad en la sede? De verdad, no lo entendía.

La tarea de tener varias pantallas frente suyo, monitoreando cada pasillo, cuarto, y exteriores del edificio, observando todo lugar era algo monótono e incluso aburrido para él.

No hacía más que estar sentado, mirando a varios de sus compañeros caminando por los corredores. Nada interesante por el momento.

—¿Disculpa, puedo pasar?— y hablando de compañeros, reconoció la voz de uno de sus cercanos.

—Adelante, Blake.— respondió al instante.

El nombrado abrió la puerta, dejando entrar un poco de luz. Consigo traía un par de vasos en sus manos, se acercó a él y le dijo animado:

—Buenos días, Parker, ¿te gustaría un café?

Le extendió uno de estos y el contrario lo tomó, antes de dar el primer sorbo comentó:

—Buenos días, y gracias.

—¿Cómo va todo? ¿Mucho movimiento por aquí?

—No tanto en realidad, solo espero que el guardia llegue pronto, no pienso quedarme aquí por mucho tiempo.

—¿De qué hablas, hombre? Si este trabajo es genial. ¿Sabes por qué?— sonó misterioso.

—¿Por el chisme?

—Exacto.

—Sabes que no estoy al tanto de eso.— respondió indiferente.

—Pues, han salido unos esta semana. Si fuera tú estaría pendiente y más con esta ventaja. Oye, mira.— llamó su atención señalando una de las pantallas, la cual mostraba una oficina. —Ahí están nuestros jefes, ¿ves?

Miró hacia aquel monitor y comprobó lo dicho. Era una de las oficinas principales, en ella podían verse al director y sub-director de la facción, aparentemente conversando.

—Si, los veo.

—Ja, no me sorprende verlos juntos.

—A mi tampoco, seguro están hablando sobre la investigación de ayer.

—No, no me refiero a eso.— soltó luego de reírse. —Esos dos se la pasan pegados todo el día como chicle, no hay que ser muy inteligente para notarlo.

—¿Insinúas que nuestros jefes son pareja?— le miró.

—¿Acaso lo dudas?

Parker puso su vista en la cámara nuevamente. El director se cruzó de brazos mientras seguía charlando con el más alto, quien de repente pareció darle un ataque de risa.

El de cresta aparentó estar molesto, solo para después reírse por igual.

—Bueno... tienen química, no lo niego.

—Claro, ¿quién no pensaría eso?— dijo el pelinegro.

Los agentes continuaron viendo la escena en silencio.
Sus superiores aún estaban riéndose de quién sabe que, hasta que el menor se acercó al ruso, abrazándose escondió el rostro en su cuello.

—Uyba.— exclamó su compañero. —Nunca los he visto abrazarse así.

Eso era cierto. Por más veces que sintiera una tensión cuando ambos jefes estaban presentes, no tuvieron una actitud más allá de su profesión.

—¿Qué te hace pensar exactamente que son pareja?— este tomó un poco más de su bebida de antemano, para luego darle una respuesta.

—Tú no has patrullado con ellos, ¿verdad?— él negó con la cabeza. —Joder, tuviste que verlos, se la pasan bromeando e insinuándose cosas. En ocasiones pelean por tonterías, como si fuesen un matrimonio y yo el hijo que está en el asiento trasero escuchando todo.

—Pues, si es como suena, debe ser una conversación de locos.— rió por lo bajo.

—Créeme, a veces lo es.

De nuevo negó con la cabeza, poniendo atención en la pantalla una vez más. Decidía no pensar en ello, él no era de creer en rumores a la ligera.

Admitía que la relación de los superiores era bonita, pero, ¿una relación amorosa? No, no lo imaginaba... bueno, o eso pensaba.

Bebió un largo sorbo del café mientras observó como los hombres se miraron, estando uno cerca del otro, y se besaron.

Si, se besaron, sus jefes se besaron en los labios. Y lo hicieron de forma tan natural que tomaron totalmente de imprevisto a los agentes.

—¡Ostia!— exclamó el pelinegro boquiabierto, mientras que su compañero casi se ahoga intentando no escupir el líquido sobre las máquinas. Al toser repetidas veces le preguntó. —¿Estás bien, Parker?

Este esperó a tranquilizarse, miró a Blake y dijo por lo alto:

—¡¿Viste lo mismo que yo, verdad?!

—Claro que lo ví, joder, ¡es que tenía razón!— contestó, sonando victorioso.

No pudo creer lo que sus ojos miraron, y para hacerlo más alocado es que aún seguían ahí, besándose con pasión.

No sabía que era lo más alucinante de todo el asunto, que el rumor fuese real o que debía darle la razón a Blake por ello.
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• fin!

volkacio loving month ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora