8. Cartas

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-"Querido Lau..."-

Siempre empezaba de la misma forma. Aunque a veces le daba pena hacerlo, era fiel a su promesa. Todos los días le escribía una carta.

Para ella, él era el único que la comprendía, que la escuchaba y que no la juzgaba. Por esas razones empezó a escribirle seguido, sin importar el hecho de que él no le pudiera responder.

Todas las noches, todos los días, cerraba una nueva carta destinada a él. Ella amaba escribirle, contarle como se siente usando tinta plastamda en una hoja.

Lamentablemente, rompió su promesa. Por varias noches no escribió ninguna carta. Aunque lo intentara, las palabras no le salían y eso la frustraba demasiado. Muchas cosas malas estaban pasando y su mente estaba bloqueada.

Pero ésta noche era particular, pudo escribir y era la última carta que le iba a hacer, quería asegurarse de sacar todo lo que tenía en sí.

-"Querido Lau:...

Hace mucho que no escribo algo dirigido hacia vos, me da pena haber roto mi promesa, algún día te lo compensaré.

No sé muy bien que debería hacer en éste momento. Cada vez siento que mi voz se vuelve más baja, y los escucho más y más alto. Últimamente me siento peor, es como si se estuvieran aprovechando de esto.

Y quisiera dejar de escucharlos, ¿sabes? O al menos que me deje de afectar cuando hablan. Ahora mas que nunca me cuesta soportarlo, era más fácil cuando solamente era una...

De vez en cuando me pregunto si serías capaz de hacer algo. ¿Qué harías en un momento así?

También, hace mucho que me puse a pensar en que tal vez sí sea fácil que alguien tome mi lugar, ¿quién dices que puede hacerlo?

Me digo varias veces que tengo que sacarme ese pensamiento de la cabeza, que ellos me quieren, y tengo que ser yo la que los acompañe en su vida, no alguien más. Pero si se da la oportunidad, ¿por qué desaprovecharla? Tendría que buscar unas buenas manos para asegurarme de que todo va a estar bien. De todos modos, no soy buena para ellos.

Y después de eso, voy a poder morir sola, matando a esos pequeños demonios o al menos callandolos por un muy largo tiempo y de una buena vez.
Todo depende de qué cosas pueda hacer en un futuro, ¿qué piensas?
Al menos en éste momento no puedo dejarlos solos, tengo que esperar un poco más.

Estoy pensando mucho las cosas, y recordando momentos que ni siquiera sé si son reales. Olvidé que fue lo que hice cuando esto me pasó.

Supongo que lo termino acá, no quiero que sea mucho, ojalá lo leas y me des algún consejo.

Ojalá fueras real, y me pudieras guiar.

Firma: yo"

Terminó la carta, la dobló y la guardó en un sobre. Con éste en la mano se quedó mirando un rato la pluma.
Estaba nostálgica, recordó todas las veces que le escribió una carta. Los buenos y malos momentos que le relató. Lo mal que se iba a sentir después de esto.

Estaba decidida. Esa iba a ser la última que le iba a escribir, pero aún faltaba entregarla.

[...]

No le gustaba mucho salir sola de noche. Las calles podrían ser peligrosas, pero sin importar eso, siempre iba para entregar la carta.

Caminaba tranquila por la vereda, cantando en susurros las canciones que más le gustaban para subirse el animo.

Como no había ni una sola presencia en el camino, empezó a caminar por la calle. Las caminatas nocturnas no eran lo suyo, pero al menos intentaba disfrutarlas.

Llegó a su destino. En la mitad de un puente que pasaba por encima de un hermoso río.

Sacó la carta de su bolsillo y la contempló unos segundos. Le dolía el pecho de la tristeza, una vez que dejara ir esa carta, iba a empezar un plan que no quería ejecutar, pero debía.

Se apoyó en el borde del puente. Los ojos se le volvían borrosos por las lágrimas que contenía.

Respiró profundo y la soltó. El sobre empezó a caer hacia el agua. Pero antes de llegar, la carta se volvió cenizas, dispersandose tanto en el agua como en el viento.

Se dio vuelta y se sentó en el cemento frío del puente. Desde ese momento todo iba a cambiar.

-Querido Lau... Me arrepiento de haberte dado esa carta... ¿Me la podrías regresar?-

Una pequeña sonrisa se formó en sus labios y finalmente las lágrimas empezaron a salir de sus ojos y bajaron por sus mejillas.

Con esa última carta, dejó de ser ella. ¿Qué hará sin él?


























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Basada en hechos reales.

one - shots de webadas que sueño xdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora