El fuego yacía por todas partes y los gritos de ayuda junto a los de desesperación se hacían presentes.
Todo un pueblo quemado. ¿La causa? Los ángeles de la destrucción tomaron la idea de "purificar" aquella dimensión, y, como se trataba de un lugar con razas mezcladas, su única opción era eliminarlos.
Pocos habían sobrevivido en esa lamentable noche, pero esta vez hablaré de un poblador en especifico. Un niño pequeño, cuyos padres eran una extraña cruzada de un sombra y una humana.
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Corría lejos del lugar, ser pequeño no limitaba sus conocimientos sobre el peligro, y como el humo se propagaba rápidamente por el bosque, huía para no intoxicarse.
Tras un largo rato, se sentó, rendido por el cansancio, bajo uno de los árboles y se puso a analizar la situación. Un incendio, su hogar destruido, sus padres muertos...
Pasó ambas manos por su rostro y suspiró. La adrenalina que el momento le dio se empezó a ir, lo que provocó que su cuerpo le empezara a doler y empeorara más su estado emocional.
-Te digo por enésima vez ¡estamos per-di-dos!- gritó el muchacho a su acompañante con algo de enojo en sus palabras.
El niño se levantó de un salto y se escondió tras el árbol en el que estaba, pues, en ese momento, cualquier voz podría significar peligro.
-¡Hazlo tú! ¡Tanto puedes!- le respondió con el mismo tono y se cruzó de brazos con un semblante enojado.
-¡Ya ve...!- calló su habla cuando notó que la peculiar pulsera que llevaba puesta empezó a brillar- hay un sombra cerca- le comentó susurrando a su compañero.
-Si... Logro sentirlo- dijo susurrando al igual que él contrario.
El pequeño, que aún estaba escondido, frunció el ceño con algo de confusión al no oír más los pasos de aquellos dos individuos, y con algo de cautela asomó su cabeza para ver si lograba visualizarlos.
-¡Hey tu!- gritaron a la vez ambos muchachos asustando aún más al niño. Este, fue instantáneamente rodeado por una esfera de energía para protegerse.
Uno de los chicos se acercó a la esfera y la tocó, al hacerlo notó que estaba en defensa.
-Alexis, creo que nos tiene miedo- dijo el de pelo azabache a su amigo aún tocando la esfera.
-Ya lo veo, míralo, es un niño- respondió examinando con la mirada a quien se encontraba dentro de la barrera protectora- no debe pasar de los siete años, pero- fue velozmente interrumpido por su contrario, este siguió la oración.
-Pero tiene cuerpo humano y a la vez usa las habilidades de un sombra, ¿será también una mezcla?- cuestionó algo dudoso al de orbes negras y este le contestó sin dirigirle la mirada.
-Puede que lo sea, las cruzadas son comunes en esta épo- dejó de hablar cuando vio que la barrera que usaba el pequeño para protejerse había desaparecido- ¡Dan!- gritó para regañar a su amigo, pues había roto con sus llamas la defensa del niño y eso hizo que este se asustará más de lo que ya estaba.
-¡Lo siento!- se disculpó con en contrario- solo quería verlo más de cerca- sonrió tranquilo para darse vuelta y enfrentar al menor- no te asustes, no te haremos daño- la sonrisa que hacía dejaba ver sus afilados dientes y estos le dieron algo de desconfianza al niño.