Sin dejarte...

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Emociones, sentimientos, dos cosas distintas pero entrelazadas, ambas me rigen o al menos lo que soy, pero ¿Qué soy?, es fácil, soy un ángel, pero no cualquiera, soy el ángel supremo, conozco lo que soy, pero no conozco el ¿Quién soy?.

¿Soy un novio?, ¿Un hijo?, ¿Un hermano?, ¿Un amigo?, ¿Un salvador?, o quizás ¿Soy todo eso?.

Si, soy cada una de esas cosas, pero siempre existe una contraparte a lo que creo que soy, es por eso que la perfección no existe, no hay un patrón para definir lo que sería correcto o perfecto en el mundo, y aunque cuando me miro al espejo sigo viendo al mismo Jimin de hace un año, no es verdad, intento pensar que soy el mismo, más sin en cambio los sucesos y el tiempo me recuerdan que he cambiado, que e evolucionado.

Me detengo a pensar que debo ser perfecto, lo ideal y suficiente para este mundo, y si lo soy, entonces nunca dejar de serlo, y si encuentro la perfección en mi contraparte, aprender a controlarla.

Controlar mis poderes, mi tiempo, mis emociones y sentimientos pero sobre todo controlar lo que soy y quién soy.

-Black...¿puedes traerlo de vuelta?- 

-Siempre esta...nunca se va, si lo hiciera...incluso yo dejaría de existir-

Malo o bueno, siempre soy yo, pertenezco a ambas partes, son raíces que salen del mismo árbol.

Con ojos cerrados el control de mi cuerpo volvió a mi, Black de nuevo regresó a su reposo.

-Jimin...cuidalos...no seas tonto...-

-Black...tu y yo...digo...esto ¿Cómo lo haremos?-

-Soy una especie de fase de tu poder, actívame cuando quieras, pero cuando yo quiera salir en mi esencia pasará como ahora, saldrás del control-

-Entonces...debo...-

-Sabrás que hacer Jimin, solo date tiempo-

De nuevo mi esencia volvió a mi cuerpo y desperté.

Lentamente comencé a desvanecer en mi posición.

-¡¡Black!! ¿estas bien?- preguntó Jungkook sosteniéndome.

-Estoy bien Kook, pero no soy Black...- dije reobrando fuerzas.

-Jimin...- (Rs)

Una vez de pie todos asombrados por conocer a Black comenzaron a hacer preguntas, sin embargo no quería responderlas, buscaba solo a una persona que ahora pasa entre la multitud para salir de aquí.

Black había sido claro, no era la manera de protegerlo, entonces ahora lo haría bien.

-¡¡Kook espera!!-

-Jimin, ¿Qué pasa?-

-Escucha yo...necesito decirte algo-

-¿Debe ser ahora? tengo cosas que hacer-

-eh...¿sabes qué?...no te preocupes...luego hablamos...ve a hacer tus cosas-

-Esta bien...-

Suspiré cuando lo vi alejarse, ahora sabía que recuperarlo sería más difícil ahora.

-Dale tiempo...Black le confesó cosas fuertes- (Rs)

-¡¡Diablos!! Me asustaste!!- (Jm)

-Tiene razón, además sus "cosas" importantes son ir a terminar con Marie- (Ls)

-¿Eso creen?- (Jm)

-¡¡Seguro!! ahora ven, ayúdanos a atender a todos y reparar el instituto- (Rs)

La noche nos alcanzó y por fin todo parecía estar en paz, entré a mi habitación, un poco desordenada, descubrir ciertas cosas de mi tenía mi cabeza vaga, sin embargo también me hacía comprender todo.

Por fortuna mi padre pudo salvarse en Célestial, Jisso y Jennie se fueron bastante heridas y por el momento no volvieron a intentar atacarnos, todo estaba encajando bien pero solo un detalle no me dejaba en paz, Jungkook.

Sumido en mis pensamientos el sonido de la puerta siendo tocada sonó.

-Adelante...-

La puerta se abrió dejando ver a un castaño, con traje negro, tenía unas rosas rojas en su mano izquierda y la sonrisa de conejo más hermosa plasmada en su rostro.

-¿Qué es todo esto?- pregunté nervioso.

-No lo sé, creo que piedras, le veo forma de eso ¿Qué dices tu?- no pude evitar reír, amaba su sarcasmo y su carisma.

-Gracias- dije cuando me extendió las rosas.

-Prepárate, saldremos-

-¿Disculpa?-

-Si Jimin...te llevaré a una cita-

De pronto Rose y lisa entraron y cerraron la puerta detrás, comenzaron a mostrarme los trajes que traían y me arreglaron, todo pasó tan rápido que no me di cuanta cuando estábamos caminando por las calles de la ciudad en busca de solo dios sabe.

Nos detuvimos justo enfrente de una edificio alto, desde abajo se podía ver el último piso donde había música suave.

-¿Entramos?- preguntó, asentí y juntos entramos.

Era hermoso el lugar, emanaba una paz increíble, las personas cenaban tranquilamente mientras el violín sonaba de fondo.

-¿te gusta?-

-Si...es hermoso...pero ¿Por qué venimos?-

-Cunado te fuiste, prometiste que cunado volvieras todo sería como si no te hubieras ido-

-oh...-

-Pero no fue así, tu tenías pareja al igual que yo...sin embargo cuando te vi, sentí como si de nuevo te conociera, pensándolo bien nunca te invité a una cita-

-Supongo que nunca fue necesario...-

-Jimin...terminé con Marie, debí hacerlo hace mucho pero, solo no encontraba el momento-

-Descuida...no debías rendirme nada...-

-Se que dirás que Soobin te terminó por rumores, pero quiero pensar que lo que pasó esa noche no fue un erro ni una casualidad-

Esa noche...esa noche de nuevo nos entregamos y saciamos el deseo que estuvo reprimido por mucho tiempo.

-No diré que tienes razón en todo...pero si...-

-Jimin...hoy estando aquí...quiero decirte que cuando camines yo estaré a tu lado, si te caes yo te levantaré y si mueres yo lo haré contigo, no veo mi vida sin ti Jimin, ni esta ni las que siguen, quiero ser yo el que durante la batalla reciba la flecha por ti, el que cuando todo este bien pueda besarte y abrazarte siempre-

Las lagrimas ya recorrían mi rostro, pero entonces las ganas de decirle todo lo que yo quería me vencieron.

-Jeon Jungkook...te amo...porque fuiste y serás la luz que ilumine la oscuridad de mis días, quiero que sepas que cuando caigas yo te levantaré, si paras yo te ayudaré a seguir, y si un día te vas yo me iré contigo-

Con las miradas conectadas unimos nuestros labios, encajando tan perfectamente, sus fuertes brazos que me brindaban la felicidad y paz que siempre necesitaré.

-Sin dejarte de amar yo prometo ser siempre tu luz-

-Sin dejarte de amar prometo ser siempre tuyo-

El mundo podría estar en llamas o cerca de su fin, pero incluso así no lo dejaría de amar, ese chico castaño, alto y guapo sería ahora y siempre el rey y dueño de mi corazón, porque al verlo todos los días sabría que puedo enamorarme un poco más que el día anterior, porque el amor no se hace esperar, llega cuando cree que es correcto.










ANGEL SUPREMO (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora