PRÓLOGO

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Oscuridad...

El sonido de las llamas ardiendo...
Solo puedo ver oscuridad.

Lágrimas empiezan a brotar de mis ojos, aprieto en mis manos un cuchillo. No puedo ver nada, solo se escuchan quejidos de dolor y súplicas.

Empiezo a correr sin ver a dónde voy y salgo de la cabaña donde me encontraba.

Corro lo más que puedo con el cuchillo entre mis manos, bajo la mira y siento que está goteando sangre...

No paro de llorar ¿Que he hecho?

Sigo corriendo hasta adentrarme al bosque, sigo corriendo hasta que tropiezo y caigo con el cuchillo enterándose en mi abdomen...

Grito del dolor, nadie puede escucharme.

Voy perdiendo mucha sangre y voy quedando inconsciente...

Con las últimas fuerzas que tengo susurro.
—Ayuda por favor—.

¿Moriré?...

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