Capítulo 6

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-¡Señor Jamie! Que raro verlo por aquí hoy, no es común que pase el sábado por la oficina... y menos con compañía.

-Situación de emergencia Mai -saludó a la recepcionista mientras firmaba el libro de visitas con una mano, ya que en la otra cargaba a Phoebe- ¿todo bien por aquí?

-Sí señor, solo están algunos chicos del área de diseño.

Normalmente el departamento creativo descansaba los sábados pero siempre se quedaba algún equipo de guardia por si surgía alguna emergencia o algo relevante sobre todo por la cuestión de las redes sociales, nunca faltaba algún famoso que compartía una foto bebiendo una pinta de guinness, algún video creativo en tiktok que necesitara tener aprobación para ser compartido o reposteado en alguna de las cuentas de la compañía. Así que siempre era un día tranquilo.

-¡Mai mai! -Dulcie se paró en las puntas de sus pies sosteniéndose del mostrador para ver a la recepcionista con una sonrisa.

-Hola dulcesito, ¿has venido a ayudar a papá hoy?

-No, vine por los caramelos.

La mujer se rió pero se cubrió la boca de inmediato, poco después de que Jamie se murada a su nueva oficina, había llevado a su familia para que le echaran un vistazo, o eso pretendía, ya que la pequeña niña, de tres años en ese momento, había pasado por cada escritorio de todo el piso recolectando caramelos -todos tenían un frasco para compartir sobre sus mesas- de todos los presentes que caían ante los adorables encantos de la niña que les sonreía con un par de coletas, desde el subidón de azúcar que había tenido delante de los representantes, Jamie les había prohibido volver a hacerlo, así que era una broma que hacían todos cuando iba por ahí.

-Tomaré algunos papeles solamente, si no hay nada pendiente me iré enseguida.

-Brianna le dejó unas carpetas sobre su mesa, por si quiere echarles un ojo.

Luego de que él quedara en el lugar del señor Burne y no su compañera, ella había optado por moverse al área administrativa, pero seguía yendo a husmear al departamento con el pretexto de llevar papeles todo el tiempo.

Al entrar en su oficina, Dulcie se apresuró a saltar sobre su silla giratoria riéndose, Phoebe eligió sentarse en el sofá para dos personas que ocupaba una de las esquinas junto con una pequeña mesa del centro donde descansaban algunos juguetes como cubos y botes de arcilla moldeable para niños, su colección de botellas de todo el mundo ahora estaba en una de las paredes dentro de una segura repisa bajo llave.

-Siéntate con tu hermana mientras recolecto lo que necesito -dijo bajando a Dulcie- estaremos listos en cinco minutos.

-Está bien papá.

Las dos niñas charlaban mientras jugaban un poco, él suspiró y comenzó a sacar algunos papeles de sus gavetas, cosas que mantenía en la oficina por si sucedía algún imprevisto y debía salir pronto de la ciudad o incluso de la isla, había pasado solo dos veces desde que tomó el puesto de director pero nunca se sabía, luego se puso a redactar un correo a toda prisa para avisar sobre los días que se tomaría para salir del país, solo un fin de semana y faltaba más de un mes para la salida, pero no le quedaba más remedio que hacerlo.

Miró la fotografía enmarcada sobre su escritorio e hizo una pausa para observarla detenidamente, había sido tomada un año atrás, luego de navidad, la madre de Dakota los había visitado para pasar esas fechas con ellos, la mujer era encantadora y tomaba fotografías todo el tiempo y de todas las cosas, esa en especial eran los cuatro sentados en el patio trasero de la casa, habían caído unos ligeros copos de nieve, nada comunes en aquella zona y habían salido con sus botas para la lluvia a ver el espectáculo, Phoebe salía en brazos de su madre alzando los brazos al cielo y Dulcie abrazaba la pierna de Jamie con una mano extendida y una enorme sonrisa.

Que siga el trato || Jamie y DakotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora