Minnie, un chico dulce y amigable que con solo verlo causa ternura de quienes lo rodean.
Por otro lado, tenemos a Min YoonGi, un chico amargado y aislado de la sociedad desde que tuvo un accidente que lo dejó discapacitado.
¿Podrá ese pequeño enam...
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Los dos días que transcurrieron fueron los días más ajetreados para los hermanos Min, no hubo ni un momento para poder descansar como es debido. Debían hacer innumerables papeleos que el doctor había indicado con antelación, y no solo eso, también fueron a la institución educativa para justificar los meses que estaría ausente debido a la operación.
Antes de salir de casa, Taehyung acomodó una pequeña maleta donde yacía los implementos de limpieza y algunas mudas de ropas que quizá usaría su hermanito, no debía llevar muchas cosas, así que solo llevaría lo necesario. Los nervios del castañito crecían cada vez más en grandes magnitudes, poco a poco se acercaban a la hora indicada y eso lo ponía muy intranquilo, no quería admitirlo, pero sentía miedo.
ㅡYoon... ㅡel mayor fue silenciado al instante.
ㅡNo digas nada ㅡrespondió apretando la mantita color pastel que cubría sus piernas inmóviles. Es en ese momento cuando Tae entendió que su hermano sentía miedo, pero no sabía como expresarlo.
ㅡEscúchame con atención ㅡse acercó con cuidado y sujetó aquellas manos pálidas para darle confianzaㅡ. Está bien tener miedo ㅡánimo mientras el pequeño Yoonnie desviaba la mirada hacia un costado para que no se percatara de las lágrimas que salían sin control alguno.
ㅡN-No quiero tener miedo... ㅡla voz entrecortada del menor y los hipidos que salían de sus labios hacían que se le partiera el corazón.
ㅡTener miedo significa que estás por hacer algo realmente valiente ㅡTaehyung no esperó ni un minuto más y lo abrazó. Sin embargo, no fue un abrazo cualquiera, aquel abrazo fue de esos que solía dar su madre cuando ellos eran pequeños.
Sus sollozos poca a poco fueron cesando de manera tranquila, eso era una clara señal de que Taehyung logró animarlo dejando su miedo en segundo plano. YoonGi quizá podía aparentar ser un chico fuerte en el exterior, pero en el interior tan solo era un niño que temía expresar sus emociones libremente.
ㅡSeré muy valiente ㅡmencionó animado. Sin esperar mucho tiempo limpió esas lágrimas secas que opacaban sus pálidas mejillas.
ㅡEstoy seguro de ello ㅡse reincorporó y volvieron a merodear por los pasillos de la clínica.
ㅡ¿Y...Minnie? ㅡpreguntó nervioso. Él prometió que estaría presente el día de su operación, y aún no había dado señal de presencia en la clínica.
ㅡDebe estar en camino ㅡdetuvo la silla de ruedas suavementeㅡ. No estés intranquilo, Minnie llegará pronto.
ㅡNo estoy intranquilo ㅡafirmó seguroㅡ. Solo era una pregunta casual, ya sabes que él es muy despistado con las horas. Además, prometió estar aquí a las siete de la mañana ㅡobservó el reloj de pared que yacía en unos de los pasillos del lugarㅡ. Lleva retrasado treinta minutos.
ㅡEstoy aquí, gatito ㅡuna dulce vocecita intervino en la conversaciónㅡ. El tráfico en horrible por las mañanas ㅡse quejó, pero eso no fue impedimento para correr a los brazos de su hermoso castañito.
