➳ Capitulo 6 - Intruso.

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Todo se estaba saliendo de control.

En menos de lo esperado, Marcy comenzó a caminar hacia adelante, provocando que la humana retrocediera sin apartar sus labios de la pelinegra y sus manos de su cuello, hasta que topo con la cama. Marcy la recosto con suavidad, saboreando cada pequeña parte de los labios de su amada.


Anne no sabia con exactitud que es lo que hacia, o lo que sentia por esta chica. Todo era tan jodidamente extraño, pero le gustaba sentirse asi.


Un ligero ronroneo de placer y posesión surgió de la garganta de Marcy, provocando que Anne se estremeciera debajo de ella. Las manos de la pelinegra se colocaron debajo de su blusa, poniéndole la piel de gallina...

-Señorita Wu, encontramos a... ¡Mierda! -el repentino sonido de la puerta abriéndose y una voz masculina, hizo que Anne apartara con brusquedad a Marcy de encima suyo, la chica cayendo del otro lado de la cama con un gruñido de frustración-. ¡No vi nada! Enserio... lo siento Marcy. Y-yo no sabia que...

Y a pesar de lo avergonzada que Anne se encontraba, pudo distinguir la voz y el rostro del chico. Era el rubio que había estado en ese cuarto... Con una mierda, era el.

Y la expresión que puso al ver a Anne, solo lo confirmó.

La humana hizo lo mas sensato en ese momento, que fue levantarse de la cama y encerrarse en el cuarto de baño.

-¿Que ocurre, Troy? -el rostro de Marcy estaba tenso, mirando con rencor al chico parado aun en la puerta.

Y estaba en todo su derecho de estar enojada, pues el olor que emanaba de Marcy era prueba de haberse quedado a medias.

-¿Nunca me ibas a contar que tu mate era una chica? Creía que las cocineras eran unas viejas chismosas que se inventaron todo.

-Claro que te lo contaría, pero es que estoy tan sorprendida como tu -contraatacó-.Pero sé que es ella.

-Me alegra que la hayas encontrado antes de que... bueno... tu sabes -hizo una mueca de preocupación-. Sólo venia a informarte que hay un intruso en nuestro territorio, y por su olor, suponemos es una bruja.

"¿Anne?"

La chica casi gritó por el susto, la voz de Maddie volviendo a hacer acto de presencia interrumpiendo su atención en la conversación de ambos chicos en la habitación.

-¿Me quieres matar del susto? -susurró agitada-. ¿Dónde mierda has estado?

"Voy en camino a tu rescate".

A Anne se le fue el aliento. No sabía si esas palabras deberían causarle alivio, porque en realidad fue lo contrario.

"No te preocupes, ya tengo un plan. Relajate".

La voz de Marcy se escuchó al otro lado de la puerta, firme y segura.

-Hazle saber a Henri, y trae a algunos de los chicos para que nos acompañen.

-Ellos ya te olieron, y van para allá -murmuró entre dientes, la preocupación por la pequeña bruja creciendo cada segundo.

"Tendré cuidado".

Eso no era suficiente. No podía quedarse encerrada esperando que no sucediera nada. Debía ayudar de alguna manera, debía hacer algo.

Y con un firme empujón, abrió la puerta, mirando
con determinación a la pelinegra que ya se ataba
nuevamente los zapatos para salir.

-Iré con ustedes.

Troy frunció el ceño en confusión, mirando a Marcy expectante.

-Claro que no irás -negó disgustada.

-No era una pregunta.

La mirada que recibió por parte de su mate, la hizo
quedarse muda.

-He dicho que no.

Su voz había cambiado, era tan demandante y profunda, sinceramente daba miedo. Miró de reojo a Troy, y como este mantenía la mirada en el suelo sin la intención de tener contacto visual con la futura Alpha.

-Entonces será mejor que vayas buscando
otra habitación para mi, porque no pienso
dormir en la misma cama que tú.

                             *  

Las ramas se quebraban bajo sus botas, trayéndole el recuerdo de la noche pasada. El ambiente era tenso, Marcy iba delante suyo y al parecer seguía ignorándola después del ultimátum que le hizo.

Troy es quien caminaba a su lado, se notaba algo inquieto y olfateaba el aire constantemente.

Los demás hombres, incluyendo a Henri, caminaban en su forma lobuna a su alrededor. El gran tamaño del Beta, y su melena gris oscura no hacia mas que intimidar a Anne, pues en ocasiones sentía su mirada.

-Marcy, ¿estas segura que no quieres
transformarte? Si la bruja nos ataca.

Se quedo en silencio cuando la pelinegra se detuvo y lo miró. Parecía que aun le guardaba algo de rencor por la interrupción en su habitación.

-Si..... -respondió casi en un susurro, y sus penetrantes ojos oscuros se posaron en la pálida chica-. Segura.

Quizá el motivo de su decisión, era por Anne.
Pero Marcy estaba enojada con ella, así que la
Humana descartó la posibilidad.

Después de algunos metros después, fue cuando la
Pelinegra se detuvo bruscamente, todos poniéndose
alertas de inmediato. A pesar de la oscuridad que
llenaba el bosque, y el abrumador silencio llenado
por los ruidos de insectos, Anne juraba saber que
había algo, o alguien más.

-Sal de ahí, no te haremos ningún daño -dijo Marcy en voz alta, mirando hacia el tronco de un gran roble.

El lobo de Henri gruño con fiereza hacia la pequeña
figura de la bruja que asomo la mitad de su cuerpo,
llevaba un largo abrigo con la capucha puesta, y lo
aparto de su cabeza al estar frente a la hija del Alpha.

Maddie.

Anne se quedó muda, sin saber que hacer o como
actuar ante la llegada de su cómplice.

-¿Quién eres, y que haces aquí? -cuestionó con firmeza Marcy, parecía ser otra persona a cuando
estaba con Anne.

-Mi nombre es Maddie flour , y soy una Bruja Pura. Única en mi clase, y vengo a pedir asilo -sus ojos tenían cierto brillo hipnotizantes, realmente cautivadores.

Coerción, Anne estaba segura de haber leído sobre ello en uno de los libros en casa. Sólo algunas Brujas podían llegar a controlar tal poder, y esto solo era una demostración de lo que Maddie podría llegar a hacer. Controlar a una persona.

-Puedes venir -murmuró Marcy, totalmente
fuera de sí.

Lo siguiente que sucedió, fue como un golpe a la
realidad. En un segundo Marcy ya había regresado
a sí misma, y en el otro, Troy se encontraba delante de esta, mirando incrédulo a la pequeña Bruja frente a ella.

Su mirada era indescifrable, que hasta la misma Maddie frunció el ceño confusa ante lo que pasaba.

-Mate -susurró el chico.

Y aunque la Bruja trato de escabullirse entre el bosque nuevamente al escuchar la palabra de sus labios, el Licántropo ya la tenía entre sus brazos: en un gesto de posesión y protección. Pero sobre todo amor.

-Mía.

                             *  

-¿Y-Y que pasa si no me quiere? -preguntó la
joven, llena de temor al pensamiento del rechazo.

-Te querrá, cariño -murmuró la mujer segura,
acariciando el cabello de la chica-. Cuando la
traigan de vuelta a casa, donde pertenece. Ella te conocerá, y te querrá... Lo prometo.

Luna | marcanneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora