Llega un momento en el que ya no puedes soportar más lo que gritan tus silencios, no puedes soportar todo aquello que te escuece, que te desbarajusta, y decides desahogarte, pero no hay con quién. No hay nadie digno de ello. Así que escribes todo, t...
Siempre anhelé que todos fueran como yo, ¡pero qué estupidez la mía! Qué barbaridad, ¿desde cuándo esas cosas se cumplen? El querer tales cosas nunca fue algo lógico, ni importante para la existencia de toda la humanidad.
El querer aquello siempre fue perder el tiempo, nunca se cumpliría. Pero aún así seguí anhelando que todos, o al menos los que estuviesen a mi alrededor, fueran almenos un poquito igual que yo...
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