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Eran las 6 pm, la ángel caída kalawarner estaba camino a la cafetería donde días atrás había tenido su cita con aquel chico peliblanco, ella esperaba sinceramente que el chico estuviera de acuerdo con sus condiciones, realmente no deseaba que la monja rubia muera.

Cuando entro a la cafetería miro de lado a lado buscando al chico, cuando sus ojos finalmente chocaron con su figura la peli azul se acercó a él, mientras veía como la mesera igualmente se acercaba.

- ¿bueno señor desea pedir algo más?

-solo 2 cafés y unas galletas.

-enseguida

La mesera se alejó y la ángel caída tomo asiento frente al chico, mientras este sacaba un collar de cadena negra con un cristal en forma de lagrima roja, que le entrego a la chica.

- ¿ahora, donde esta?

-antes que nada, debes escuchar mis peticiones.

El chico asintió y cuando la peli azul estaba por hablar la mesera, una chica de cabello violeta casi negro que utilizaba unos lentes, trajo ambos cafés en una bandeja y los dejo uno frente al otro y dejo un plato de galletas dulces en el centro.

-disfruten.

-gracias ami san.

La ahora referida ami se despidió de raiden y se posiciono junto a su padre para encargarse de los clientes que entraban al local.

-veo que no pierdes el tiempo, y yo pensando que la rubia era importante para ti.

- solo dime.

Ante las rabiosas palabras de raiden la chica solo rio y le dio un sorbo a su café, luego tomo una galleta y lentamente la mastico y realmente disfruto tanto el sabor, como la cara del chico pareciendo muy enfadado.

-está en una iglesia dominada por mi líder de grupo raynare, junto con mi amiga mitelt y el imbécil de donnasiege.

-en que iglesia??

-tranquilo, primero que nada, porque no me pones mi collar, no puedo hacerlo sola.

Raiden parecía querer estrangularla mientras rodeaba su cuello con la cadena del collar, mientras la cara de kalawarner frente a el solo transmitía burla por tenerlo en la palma de su mano.

-dentro de un par de horas un ritual para robar el sacred gear de la monja estará preparado, lo único que tienes que hacer será evitar que se complete, pero lo más importante y la razón de este trato es la siguiente.

La cara de ambos estaba a centímetros y la chica planto un suabe beso en los labios del chico que se apartó rápidamente y bebió de su café para quitarse el sabor de la chica.

-deja fuera de combate a donnasiege y a raynare, yo me encargare del resto.

- ¿dejarlos fuera de combate?, casi mato a la pelinegra.

-justo por eso te detuve, los humanos con sacred gear y los ángeles caídos somos parecidos, solo asegúrate de que ninguno muera y con gusto podrás quedarte con la monja.

raiden sin tener muchas opciones acepto la condición de la ángel, pero.

-qué pasa con esa mitelt.

-no te preocupes, ella está de mi parte, no te hará nada.

La chica saco de su bolsillo un teléfono y lo dejo sobre la mesa, raiden reconoció fácilmente que era su teléfono.

Minutos después raiden salía corriendo del local no sin antes dejar una cantidad considerable de dinero que dejo desconcertada a la chica que cuando vio la cuenta descubrió que el chico había estado en el café desde hace varias horas comiendo cada plato que ofrecían.

Un Gamer Mas en dxdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora