Un Gamer Mas en dxd

# 13

Raiden colgó la llamada y miro a la encadenada kalawarner y a la rubia que estaba en el suelo desmallada por la falta de aire, el chico guardo su teléfono y se acercó a la rubia para luego quítale el collar.

Una vez con el collar lo guardo en su bolsillo y sin que la ángel caída lo esperara el chico bajo las escaleras a gran velocidad, para luego arrodillarse junto al exorcista malherido que lentamente se ahogaba en su propia sangre, producto de ser el arma improvisada del peliblanco.

Raiden coloco sus manos sobre el pecho del hombre y sin previo aviso la sangre y heridas del exorcista explotaron en fuego de color rojo, las manos de Raiden que seguían en contacto con el pecho en llamas del hombre comenzaban a recibir quemaduras mientras que lentamente se curaba.

El chico apretó los dientes para no gritar, era una sensación similar a poner sus manos en un recipiente con agua caliente, cuando intento apartar sus manos por un momento el fuego perdió intensidad, así que no tubo de otra que mantener sus manos pegadas al pecho del hombre.

Cuando finalmente las heridas del hombre estuvieron curadas Raiden alejo sus manos de forma temblorosa y dolorida para luego levantarse y caminar en dirección a kalawarner, quien estaba impresionada por los poderes curativos del chico.

Sin esperarlo Raiden miro a su espalda donde vio al exorcista de pie que le apuntaba con su pistola sacando humo debido al reciente disparo, cuando el exorcista estaba por hablar y explicarse con una sonrisa maniaca, recibió un golpe en su rostro que destrozo su nariz y varios de sus dientes.

El chico tomo algo de la sangre en su pecho y la esparció por sus manos para luego encenderlas en fuego azul, curando tanto su herida del pecho como sus manos, luego de ver por unos momentos al exorcista inconsciente Raiden decidió registrarlo para evitarse otro ataque sorpresa.

En los bolsillos del hombre encontró: tres cargadores de pistola, un mango de espada, una biblia, una cruz de plata y una billetera con 30.000 yenes. Corrección una billetera bacia.

Queriendo evitarse problemas el chico decidió guardar en su inventario todo y quisa hacer lo mismo más tarde con los demás exorcistas, pero por ahora tomo el arma con la que el hombre le disparo y camino hacia kalawarner.

Al ver al chico caminar hacia ella con el arma del exorcista la chica comenzó a agitarse, quisa solo la salvo para matarla el mismo, intentaba zafarse de las cadenas, pero no había forma, las cadenas estaban encantadas para que ningún tipo de magia de un nivel inferior a un demonio de clase media o ángel de 3 pares de alas pueda romperlas.

Teniendo al peliblanco frente a ella no podía levantar la cabeza para verlo a los ojos y solo podía escuchar el sonido del martillo del arma moverse hacia atrás en preparación para el disparo.

-no te muevas.

La chica no podía evitar temblar y cuando escucho el estruendo del disparo no pudo evitar sentirse increíblemente asustada.

-bien, eso debería funcionar.

Sin previo aviso las cadenas fueron retiradas de su cuerpo para luego desaparecer, asustada kalawarner reviso su cuerpo y no noto ninguna herida nueva, cuando finalmente miro hacia el frente vio como Raiden caminaba hacia mittelt y repetía el proceso de curarla con la diferencia de que el fuego era morado.

-q. ¿Qué haces? ¿No entiendo porque la curas?

El peliblanco una vez vio la mano de la rubia reparada, miro sus propias manos quemadas y temblando y solo cuando el dolor se hizo soportable le respondió a la chica.

-porque, a diferencia de otras personas, yo no tengo nada en contra de ella, solo fue un interrogatorio, nada más. (y quería probar el alcance de mi habilidad curativa)