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Uzaki hana estaba dormida mientras el sol hacia acto de presencia como cada inicio de día, su pacífico sueño fue alterado por el sonido de su teléfono sonando, tomándolo de la mesa de noche y con sus ojos aun nublados por el sueño identifico la imagen de su madre en la pantalla y contesto la llamada.

- hola, ¿qué pasa mama?

-hana,¿dónde estás? Dijiste que volverías al día siguiente pero nunca llamaste ¿Esta todo bien?

-ha si todo bien, debí haberme quedado dormida mientras jugaba, iré a casa en el próximo tren.

-hmm entiendo, cuando regreses cuéntame cómo te fue con tu sempai.

Con las últimas palabras de parte de su madre, uzaki se incorporó sentándose en la cama, "sempai" si su madre supiera que realmente se había equivocado de casa y había pasado la noche jugando y hablando de la vida con un desconocido seguro se desmayaría y luego la mataría y luego mataría al chico peliblanco.

Recordando al chico no lo vio por ningún lado de la habitación y recordó que posiblemente este durmiendo en el otro cuarto, después de todo eran poco más de las 8 de la mañana, viendo esto como una oportunidad se acercó a el armario y rebusco ignorando la ropa para encontrar la caja que había visto la noche anterior, revisando la puerta si notar ningún movimiento abrió la caja donde encontró un frasco con píldoras, posiblemente las que menciono la noche pasada, vio un par de muñequeras negras rotas y un trozo de papel arrugado , con curiosidad la chica extendió el papel revelando una nota con una letra que parecía muy femenina para ser del chico, algunas partes estaban tachadas y otras casi no eran legibles por las arrugas del papel, pero lo que lograba entender era algo referente a una disculpa de un 13 por algo que hiso el grupo 12.

Luego de leer la carta la chica aun curiosa noto un objeto cubierto en vendajes, volviendo a ver a la puerta sin encontrar ningún indicio del chico, desenvolvió el objeto encontrando nada, nada, aunque aparentemente parecía un envoltorio realmente no había nada dentro o eso parecía después de todo habiendo quitado las vendas aun sentía el peso de un objeto.

Con el sonido de la puerta abriéndose la chica soltó aquel objeto invisible y vio como el peliblanco entraba a la habitación, a una velocidad inhumana y por el nerviosismo metió la caja en el armario y lo cerro disimuladamente sin que el confundido chico lo notara.

-hola venía a decirte que hice el desayuno, te gusta el

Detuvo sus palabras viendo algo en el suelo, una placa con un símbolo de equis que en su centro tenía el dibujo de una calavera, recogiéndolo con cuidado la guardo en su bolsillo, la chica veía como levantaba algo invisible y su rosto parecía ponerse algo pálido para luego volver a su ánimo anterior y ofrecerle ir a desayunar.

Una vez en la sala ambos comenzaron a comer, de vez en cuando los vecinos pasaban por la casa preguntando como se había hecho el hueco en la pared y el peliblanco les explicaba que un taxista borracho se había chocado, pero por suerte nadie había salido herido.

- ¿que era eso?

- ¿eso?

-lo que levantaste del suelo, no pude verlo

-no deberías husmear en las cosas privadas de otros.

- ¿vamos dime?

-no

-vamos, por favor

A pesar del regaño la chica seguía insistiendo y raiden no sabía realmente que hacer, desgraciadamente no tenía un borrador de memoria. Sacando el objeto invisible de su bolsillo y con un poco de concentración para insertar su energía y hacerlo visible le enseño la placa a la sorprendida chica.

Un Gamer Mas en dxdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora