XXXIX

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Comenten o me desaparezco 2 meses.

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-Ni-ki, espera un momento- trató de darse la vuelta pero fue empujado hacia la pared de nueva cuenta, esta vez aún más apretado sin dejarle mover su torso.

El menor no habló, solo se quedó quieto en su lugar, empezó a tocar su pecho por encima de la camisa del mayor, este no podía hacer nada más que hablar, sus manos estaban atadas en su espalda retenidas con el cinturón de Ni-ki.

Poco tiempo después la camisa fue desgarrada, haciendo volar los botones por algún lado de la habitación, por alguna razón tenía miedo.

-Ni-ki, e-enserio, hablemos un momento, sé que algo te está molestando y-- su pantalón fue bajado junto con su boxer dejándolo desnudo de la cintura para abajo. -Espera, Ni-ki.

Pero sus palabras no eran oídas, solo rebotaban en las paredes, además de que aquellas manos que lo tocaban, eran más frías de lo habitual, más ásperas, más toscas.

Dos dedos se hicieron paso en su interior, aflojando su interior con brusquedad, hace más de cuatro meses que no lo hacían, por las promociones de su nuevo álbum, así que había mucho que aflojar.

Ni-ki de pronto recordó cuando un fan le regaló un brillo labial y se lo colocó, tocando sus labios en aquel fansing.

No esperó más, siquiera aflojarlo correctamente ni poner lubricante o dar un aviso, se arremetió en su interior,  chocando con su próstata en el acto.

-¡¡Ah!!- sus ojos comenzaron a llorar de inmediato, dolía como un infierno, nunca antes había dolido como ahora, ni la primer vez que lo hicieron, cuando eran inexpertos y sus movimientos eran bruscos.

Pero Ni-ki no escuchaba más que a su propia cabeza en ese momento, tomó de los brazos de su novio y empezó las embestidas, fuertes y rápidas, creando un lascivo sonido de sus pieles chocando.

-E-espera.. Ni-ki~- sus piernas temblaban y de sus ojos las lágrimas no paraban, seguía doliendo tanto, ardía, como si estaría por romperse en ese mismo instante.

¿Es necesaria la palabra de seguridad?

Sunoo sentía que debían parar, algo estaba pasando con su novio pero no sabía qué lo inquietaba tanto, quería que hablaran y las cosas se arreglaran de nueva cuenta, algo le estaba molestando, definitivamente estaba enojado por algo.

¿Cuál era la palabra de seguridad?

Se le acababa de olvidar, estaba en la punta de su lengua, pero las repetidas embestidas no le dejaban pensar, cada vez se alejaba más de cuál era la palabra de seguridad.

-¡Ah! ¡Hmg!- sus piernas temblaban y de sus ojos salían lágrimas, de alguna manera le gustaba pero también tenía miedo.

Debo recordar la palabra de seguridad...

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-¡Ugh! ¡Ah!- estaban en la cama del cuarto de hotel, las manos del pelirosa estaban desatadas, su rostro chocaba con el colchón de la cama, no tenía la suficiente fuerza para sostenerse con sus brazos.

Sus ojos seguían llorando, ahora era una mezcla de varias sensaciones.

Se siente bien... pero quiero verte.

Su espalda estaba llena de marcas al igual que su torso, mordidas, chupetones, mezclas de ambos, en su cintura estaban marcadas las manos contrarias, sus piernas también tenían marcas, habían varias mordidas y chupetones en sus dos muslos, sus nalgas estaban rojas por el choque de pieles al embestir y por los azotes que recibió  con la mano de su novio.

¿Porqué no me besas?

Llevaban varias horas en eso, y en ningún momento sus labios habían hecho contacto, no podía pensar con claridad, olvidó por completo la palabra de seguridad.

Todo su interior estaba tan lleno por la semilla contraria, tanto que desbordaba con cada embestida.

-¡Ah! ¡Hmg!- no había fuerzas en su cuerpo, perdió la cuenta de cuántas veces lo habían hecho, empezaron a eso de las 6pm y la hora marcaba más de media noche en ese momento.

Ni-ki embistió una vez más, dejando su semilla de nueva cuenta en el interior de Sunoo, salió de su interior listo para empezar otra vez, pero hubo algo que lo detuvo, su propia mente.

¿Qué estoy haciendo?

Miró todo a su alrededor y luego abajo de él, Sunoo temblaba en su lugar, habían mordidas por todo su cuerpo, su semen resbalaba de su interior y sus nalgas estaban completamente rojas.

¿Qué acabo de hacer?

Se asustó terriblemente al escuchar pequeños sollozos de su novio, al ver que este trataba de darse la vuelta y cuando chocaron miradas pudo ver el miedo en sus ojos, en sus mejillas bañadas de lágrimas, en sus hipidos.

¿En qué se diferencia esto de una violación?

Alejó sus manos de Sunoo, su labio empezó a temblar y pronto empezó a llorar de miedo por lo que le acababa de hacer a Sunoo, a ese pequeño chico que tanto amaba.

Cubrió su rostro con sus manos horrorizado por lo que había hecho.

Mientras, Sunoo, se sentó como pudo y se acercó a Ni-ki, sentándose en sus piernas, con sus pequeñas y cálidas manos descubrió el rostro de su menor viendo que este estaba llorando.

-L-lo sien-- Ni-ki habló hasta que Sunoo hizo chocar sus labios.

-Te amo- secó sus lágrimas -algo te molesta  y si no quieres decirme está bien, pero no tienes que cargar con todo tu solo, puedo ayudarte así como tu me ayudas a mi.

-Perdón...

-Tu disculpa es suficiente para mi, pero no vuelvas a asustarme así ¿Está bien?- abrazó a Ni-ki dejándolo descansar en su hombro.

-Te amo.- correspondió el abrazo rodeando con delicadeza la cintura del mayor.

-Lo sé, porque yo también te amo- acarició su cabello.

-Te amo- volvió a repetir una y otra vez.

Sunoo solo dejó que su novio durmiera abrazado a él toda la noche, aferrado a su cuerpo y a su calor.

Abrázame para siempre.












Cami~

INSOMNIO - SunKi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora