Capítulo VIII: Confía en mí, por favor

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Seúl.
Lunes 22 de Mayo, 2022.
12:45 a.m.

Había sido una pésima idea salir, sobretodo porque lo había hecho un domingo olvidándose de que tenía un trabajo al cual asistir al día siguiente.

Lo peor ya había pasado, su irresponsabilidad ya sería arreglada después, probablemente haciendo horas extra.

— SoDam.— Llamó a su amiga pues no estaba en la habitación— SoDam.

Los llamados no tenían ningún tipo de respuesta y se enfado ante la posibilidad de que la hubiera dejado sola en su departamento y que no la hubiera levantado si es que ella se había ido temprano.

Su jornada laboral ya estaba a nada de acabar, presentarse sería muy descarado de su parte, además, no tenía ni la ropa ni los ánimos adecuados como para asistir a un aula.

Lo admitía, su trabajo no era el mejor del mundo y tampoco era el mejor pagado, aunque tampoco era tan malo.

YongSun era muy buena en el ámbito musical, no era una experta pero tampoco se consideraba mala.

Gracias a que conoció a Eric consiguió un trabajo en una pequeña escuela primaria donde todos los días impartía lo que se podría considerar como artes, algo así como un club, por lo tanto sus alumnos no eran muchos.

Además de que está situación también fue de ayuda para distraerse de la posible ruptura amorosa que iba sufrir por aquellos tiempos, y cuando eso no pasó simplemente ya no podía dejar su vida laboral, pues le gustaba demasiado.

Dejando atrás sus ámbitos laborales, de los cuales seguro perdería la paga del día, se dispuso a buscar a su amiga por el departamento.

Se levantó sintiendo como su cerebro no recibía de todo bien las señales haciéndola tambalear en su lugar hasta que pudo estabilizarse.

Le dolía la cabeza y en ese momento se arrepintió de haber bebido más de lo que su sistema estaba acostumbrado.

— SoDam.— Busco en la cocina encontrándola vacía.— ¿Dónde te metiste mujer? ¿Qué horas son?

Sus ojos se abrieron con sopresa al ver que casi daba la una de la tarde ¿Qué demonios seguia haciendo en la casa de su amiga? Lo mejor que podía hacer en esos momentos en dónde SoDam no estaba sería irse, y es lo que haría.

Salió de la cocina y con un poco de dificultad por los mareos intento dirigirse al cuarto.

Eso hasta que la puerta principal fue abierta.

— Dios, ya estás despierta.—  Cerró la puerta tras suyo con la ayuda de su pie, dejando con cuidado las bolsas de platico que colgaban de sus brazos en su mesa principal.— Pensé que habías tenido algún tipo de coma. Te ves mal.

— Me siento mal.

Su cuerpo lo gritaba, su cara pálida y las ojeras remarcadas abajo de sus ojos no la dejaban mentir. Su ropa estaba mal arreglada, sumándole que le costaba hasta caminar.

Si, se sentía como la mierda.

— Bueno, podría ser peor.— Reviso una de las bolsas buscando algo.— Deberías tomarte una pastilla y después.... Comer uno de estos.— Sacó una barra de chocolate, aquellas que a YongSun le gustaban demasiado.

My Sweet Stolen Flower || MoonSun/ WheeSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora