❝ 2D ❞ ━ 𝐊𝐎𝐙𝐔𝐌𝐄 𝐊𝐄𝐍𝐌𝐀

❛Episode 2❜

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Las vacaciones al fin habían llegado, pero eso solo significaba algo para ella; un viaje a la prefectura Miagi para poder participar en el campamento y así poder tener un partido de práctica con el Karasuno. Lo que se iguala a trabajo para ella.

Soltó un bostezo en cuanto estuvo delante del autobús, en cuanto llegó había captado la atención de varias personas, las cuales la miraron con una sonrisa, raras veces ella bostezaba, por lo que era un poco extraño verla bostezar, pero desde que se había unido al club de voleybol ya era común verla bostezar.

Después de unas palabras del entrenador, todos subieron al autobús y se sentaron en el primer asiento que vieron. La chica se sentó hasta el final de éste, era en dónde menos se sentaban y en dónde tenía un poco de paz en ese club lleno de chicos que tenían demasiada energía.

Estaba mirando por la ventana, o al menos eso intentaba, sus ojos estaban cerrados a mas no poder y casi no podía abrirlos bien, no había dormido sus 8 horas correspondientes y las que siempre dormía, por lo que necesitaba dormir de nuevo.

―(N)...― Abrió un poco los ojos para voltear a ver al chico que le había hablado.

Kenma se había sentado a su lado, tenía su consola en sus manos y pareciera no prestarle atención a su alrededor, pero había ido a ese asiento con un solo objetivo.

―Puedes...― Hizo una pausa, tratando de esconder su rostro en su cabello. ―Recostarte sobre mi hombro, si quieres...― Murmuró, se podía notar un pequeño sonrojo en sus mejillas, cosa que la chica no podía ver debido a que estaba tapando su cara con su cabello.

La oji(c/o) soltó una sonrisa de ternura antes de acatar la acción que el chico le había dicho. En cuanto se puso en su hombro, Kenma dió un pequeño salto antes de poder acomodarse mejor para que su compañera durmiera en una buena posición y no estuviera incómoda en el transcurso de su sueño.

―Gracias, Kenma.― Susurró antes de caer completamente dormida.

El chico la volteó a ver al sentir como su cuerpo se volvía un poco más ligero y su respiración comenzaba a ser pesada, indicio que le decía que se había dormido. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro, no era la primera vez que la chica lo llamaba por su nombre, pero le gustaba que lo hiciera, aún no entendía porque cuando no estaban solos ella lo llamaba por su apellido. Tampoco sabía cómo, pero aquella chica provocaba sentimientos en él que nunca había logrado sentir, a pesar de nunca estar en constante contacto femenino debido a que nunca había tratado con chicas, con ella era diferente, desde un inicio no se sintió incómodo cuando está se acercó a él.

Sin duda, esto era lo que a (N) más le gustaba de ahí.

En cuanto llegaron a su destino, Kenma se encargó de despertar a la chica, moviendo un poco su hombro para moverla a ella también y que de esa forma pudiera despertar, fracasando. Después intentó hablarle de manera suave y en susurros, está vez, logrando que la chica despertara.

En cuanto bajaron del autobús, la chica dió un bostezo y se estiró, quitando el cansancio que su cuerpo sentía. Una vez estuvo despierta, caminó hacia donde habían puesto sus cosas; tomó tanto las de ella como las de Kenma, quería agradecerle por haberle dejado dormir, aún sabiendo lo tímido que era con las mujeres. Y es que era algo que ella no había notado, pues el chico se ponía nervioso cada vez que estaba con ella, era algo que siempre pasaba, pero, a pesar de que Kuroo la ha molestado diciendo que era la primera mujer con la que Kenma tenía más confianza, ella nunca llegaba a notarlo por lo despistada que era, además, el chico en cuanto se dió cuenta de sus sentimientos hacia ella, le era imposible no ponerse nervioso cuando hablaba con su compañera.

―Uh, gracias...― Murmuró el chico en cuanto la chica dejó sus cosas en la habitación en la que los chicos se quedarían.

―Oigan, tortolitos.― Los dos se avergonzaron ante el llamado de su mayor. ―Iremos a explorar un poco la zona.― La chica parpadeó.

―Pero, no sabemos nada de por aquí, podríamos perdernos, Kuroo-san.― El rubio asintió ante las palabras de la chica.

―Por eso te llevaremos, (N)-chan.― La chica ladeó la cabeza. ―Eres la que mejor tiene sentido de la orientación, seguro que eres de mucha ayuda.― Una sonrisa nerviosa salió de la boca de la chica.

―Si supiera...

―No iré.― Voltearon a ver a Kenma. ―Prefiero quedarme aquí.― Kuroo se acercó al chico y lo rodeó por los hombros.

―No era pregunta, Kenma.― Una queja salió de la boca del mencionado.

La chica soltó una suave risa antes de seguir a los chicos que habían comenzado a avanzar, sin duda, le gustaba mucho cuando estaba con el club, se sentía como en casa a pesar de que no consideraba a nadie como su amigo, pero todos la consideraban su amiga, es por eso que eran tan cercanos a ella. Pero, a pesar de que la chica se sentía cómoda, había algo que le faltaba.

Aquellas personas que había dejado atrás tras tomar esta decisión.

Las había abandonado.