Pedro vió morir a su esposa, y ahora tendrá que cuidar de sus tres hijos y descendencia. Afortunadamente no está solo, ya que su familia lo apoya y tras la tragedia se le concedieron un par de bendiciones, y vienen muchas más, pero para recibirlas t...
Estaban frente a la vela mágica, él y Mirabel, era el día en el que la niña recibiría su regalo mágico. Le estaba contando la historia del milagro, ya todos la conocemos, supongo que puedo saltármela...
- Abuelo ¿Cuál crees que será mi don?
- Eres increíble Mirabel Madrigal, tu don será tan especial como tú. Pero no olvides que eres incluso más especial ahora, eres más que un don
La casita avisó que ya era hora de la ceremonia, se dirigieron a la sala principal y esperaron a que la niña subiera las escaleras para abrir el cerrojo, pero ocurrió algo que nadie se esperaba, la puerta se desvaneció y la luz de la vela parecía apagarse un poco.
Ese día todo salió mal.
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Se puso su vestido, sus alpargatas y claro, sus gafas. En la noche sería la ceremonia de Antonio- el hijo más joven- estaba realmente emocionada, saludó a la casita y se dispuso a despertar a los demás integrantes de la familia mientras saludaba a un cuadro de Alma, pintado por Pedro para no olvidar su rostro.
- ¡Buen día abuela!
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También llegaron otros tres niños llamados Cecilia, Juancho y Alejandra, para preguntar por la familia, los dones, entre otros datos que no conocían. Así que Mirabel hizo su explicación cantando, a la par de que los demás se preparaban para sus actividades diarias.
- ¡Wow! No hay que olvidar: el abuelo lleva el show. Nos trajo aquí y a todos nos cuidó...
Salieron para comenzar con sus deberes. Julieta salió con sus platos de comida esperando a alguien que la necesitase, aunque también les regalaba algunos buñuelos a los niños que pasaban por ahí.
Pepa iba a los cultivos de maíz para desahogar sus penas, y aveces para disfrutar del buen clima que hacía.
Bruno tenía un pequeño puesto donde hacía visiones, siempre se veía algo nervioso pero las cosas que decía eran buenas, ya no acostumbraba a visualizar futuros catastróficos...
Y así cada miembro de su familia iba al pueblo para ayudar a los demás.
- Mi tía Pepa, su humor afecta el clima, si está indispuesta pues los tiempos raros son. Mi tío Bruno...
- ¡Él ve el futuro!- el pueblo la interrumpió en coro
- Él ve el futuro, pero no suele hablar demasiado.
Siguió introduciendo a los demás miembros de su familia hasta que llegó la pregunta del millón: "Mirabel, ¿Cuáles son tus poderes?"
No le gustaba hablar de sí misma, así que solía evadir las preguntas que tenían que ver con ella, pero esos niños realmente tenían curiosidad y no dejaron de perseguirla por cada rincón del Encanto solo para que les diera una respuesta.
