"Ningún hombre bueno necesita a alguien que le cuide la espalda" la respuesta de Justin la había dejado dándole vueltas al asunto toda la noche.
Otra vez no pudo dormir bien, y las pocas horas que logró mantener los ojos cerrados fue gracias a la media botella que había bebido, y tampoco se molestó en volver a su habitación, se acomodó en su amplio sillón en medio de la sala y de ahí no se volvió a levantar hasta que las personas que le ayudaban con la limpieza del hogar comenzaron a hacer ruido y le notificaron que el desayuno estaba listo.
Alcanzó a ver por el rabillo del ojo a su esposo platicando con su guardaespaldas al filo de la puerta de la entrada, pero corrió directo a la cocina, no tenía ánimos de seguir peleando con Mathew, y tampoco estaba feliz con él para fingir que nada ocurría.
A lado del amplio menú que el cocinero había preparado, había un arreglo de flores con una nota; "No olvides que te amo. -M". Jossette hizo bolita el papel en su mano y lo arrojó con desdén a la basura, no era el tipo de chicas que perdonaban las estupideces de su pareja con un simple arreglo. No había nada económico que él pudiera darle para que se le olvidara lo mal que la había tratado la noche anterior.
-El señor Capour me pidió avisarte que debe salir de viaje hoy.- habló Justin, entrando a la cocina de nuevo enfundado en su serio traje de trabajo. Era mucho mejor verlo semi desnudo a la mitad de la noche.
-¿Sólo hablaban de eso?- inquirió Jossette, metiéndose a la boca el tenedor con fruta.
Cuando lo contrataron, el señor Capour le había notificado a Justin la importancia de que lo mantuviera avisado de cualquier "paso" que diera Jossette. En realidad, a Justin no le gustaba esta clase de trabajo, odiaba los rostros de los niños ricos de papi que tenían el mundo a sus pies si querían y pensaban que todos estaban en deuda con ellos. Justin era un policía retirado, había tenido que abandonar su carrera cuando recibió una herida de bala que casi puso en riesgo su vida, y recibía una considerable pensión mensual con la que podía vivir dignamente. Por desgracia, su mejor amigo, Ryan, lo había recomendado para este empleo y casi le imploró para que lo aceptara, así que aquí estaba, cuidando el bien formado trasero de la típica esposa rica y mantenida. Y, si ya era bastante malo actuando como guardaespaldas, era mucho peor actuar como niñero y estar reportando cada paso que daba la bebé Jossey, que Mathew contratara a alguien más si no le gustaba los escasos "reportes" que Justin le entregaba y lo dejara a él volver a su aburrida vida en los suburbios.
Por fortuna, Jossette había decidido no salir el día de hoy, Math le había prometido hacerse cargo de la prensa y le pidió no hacer ni decir nada al respecto, así que sólo le quedaba esconderse del mundo que la acosaba con preguntas y responder con amabilidad los mensajes de WhatsApp que le habían llegado de su familia y amigos mas cercanos.
Dentro de estos mensajes estaba el link de un comunicado donde el jefe de seguridad del estado brindaba la noticia sobre la captura del responsable intelectual del ataque en la mansión del famoso empresario Mathew Capour. Pura mierda. Jossette estaba harta de tantas mentiras, no entendía por qué toda explicación y noticia acerca de lo sucedido era mentira.
Entró a la oficina de su esposo aprovechando su ausencia y comenzó a hojear en varios documentos que veía por ahí. No entendía la mayor parte de lo que hojeaba, números, facturas, siguió revolviendo documentos por un rato más hasta que descubrió algo que llamó su atención, por fin. Había encontrado facturas de todas las empresa que Mathew tenía bajo Cap. Inc., la mayoría de éstas eran conocidas, comunes, pero identificó dos nombres que ella no había escuchado antes: "C-Bun" y "Partfor".
Tomó su celular y en el buscador de navegación privada introdujo estos dos nombres para saber el giro de estas empresas, pero no arrojaron ningún resultado. Un poco desesperada y extasiada por el descubrimiento que acababa de tener corrió a la computadora del estudio e intentó hacer una búsqueda más profunda sobre estos nombres. Pero no había registros, ni aquí, ni en México, ni en ningún otro país donde Math tuviera participación. Era como si estos nombres no existieran.
-¿Qué estás haciendo aquí?
Jossette dio un grito ahogado cuando escuchó esa voz, pero se volvió a relajar cuando notó que sólo era Justin al filo de la puerta. Le hizo señas para que guardara silencio y cerrara de nuevo la puerta, él obedeció, y dio unos pasos para acercarse a ella y distinguir qué estaba realizando.
-Mira, todas estas son facturas del mes anterior de cada una de las empresas de Cap. Inc.- explicó Jossette.- Son empresas que has oído, y sino, puedes buscar en internet y ¡aparecen! Pero mira estos dos nombres. Jamás los había escuchado, no aparecen en ningún sitio. Justin, yo sé que crees que estoy loca pero te juro que presiento que algo raro sucede, no puedo confiar en nadie, ni siquiera en mis padres; necesito que me ayudes a saber por qué una secta de matones entró disparando metralletas, no eran armas comunes, eran metralletas.- explicó un poco fuera de sí. Sentía que estaba llegando a algo con esos nombres, pero no estaba segura de a qué. Y lo que dijo era verdad, no podía confiar en nadie, todos pensaban en Math como una blanca paloma, le dirían que dejara el pasado atrás y se enfocara en un nuevo hobbie, pero no era tan sencillo. No podía dejar atrás el trauma de lo sucedido.
-Jossey, muchas veces, los millonarios crean empresas falsas para el lavado de dinero.- le respondió Justin, ella lo miró confundida.- El lavado de dinero es cuando...
-¡Si, si sé lo que es lavado de dinero, mierda!- interrumpió callándolo.- Pero, ¿por qué Math querría lavar dinero de algo?
-Bueno, generalmente es para encubrir negocios ilícitos, ya sabes, tráfico de armas, lo más común es para el narcotráfico.
-¿Crees que Math esté metido en el narco?- preguntó con los ojos casi saliendo de sus órbitas, incrédula.
-No, no creo. Mira, Jossey. Sé que lo que viviste fue traumático, y entiendo que no lo puedes dejar pasar sin más. Te prometo que mañana te llevaré a la estación de policía para que los investigadores te expliquen qué es lo que podría estar sucediendo, tengo un par de conocidos ahí. Pero por ahora, necesitas deshacerte de todo esto y arreglar la oficina como estaba. No hay necesidad de que el señor Capour sepa que estuviste revolviendo sus cosas.
El instinto policiaco de Justin le sembraba las mismas dudas que Jossette ya tenía acerca de lo ocurrido, presentía también algo turbio dentro de todo lo ocurrido, pero no podía darse el lujo de ponerse en riesgo a sí mismo metiéndose más de lo que debía, él dormía en esa casa. Además, sabía que Jossey tampoco estaría a salvo si Mathew descubría que ella estaba investigando sus negocios. Por el bien de ambos, debían dejar el asunto por la paz.