☆Solo Para Mí☆2☆ 《Vmin/Kookmin》

☆23☆

- ¡Bruto, bruto Y MIL VECES BRUTO!, eso eres.

- ¿Por qué mejor no te callas y sigues con esto? - Responde Taehyung acostado casi sin voz.

Era poco más de media noche, luego de la agitante y frustrante pelea con Jungkook que lo había dejado sin energia ni física ni mucho menos mental. Se fue a un bar a beber cómo loco.

Armando un pleito que lo había dejado peor de lo que JK lo había dejado.

Yoongi tuvo que ir por él hasta allá y este le contó todo lo que había pasado.

- Pues no, no me pienso quedar callado. Enserio no sé en que carajo estabas pensando en el momento en el que se te ocurrió la maravillosa idea de citar a Jungkook en ese lugar, CUANDO PERFECTAMENTE SABÍAS QUE DE AHÍ NO SALDRÍAS ILESO.

- ¡Ah!, No me digas, ¿ahora lo defiendes? - Reprocha Taehyung mientras estaba acostado y Yoongi limpiaba sus heridas - ¡Auch, con cuidado!.

- No estoy defendiendo ni atacando a nadie, sólo te estoy regañando por lo que hiciste, es que no sé en que estabas pensando. De milagro y tu hermanito no te mató a golpes - Exclama Yoongi mientras seguía con lo suyo.

- ¿Por qué dices todo eso?.

- Fácil, por qué he presenciado la ira de Jungkook y sé cómo es él enojado, se convierte en el demonio personificado.

"Pero eso solo lo hace más sexy", pensó Yoongi pero luego se reprocho para sus adentros.

Luego de un rato, ya es hora de dormir, pero Taehyung no puede dormir debido a los constantes pensamientos que lo agobiaban.

Nunca se había sentido cómo ese día.

Las palabras de Jungkook, retumbaban una a una en su cabeza, atormentandolo aún más.

Seguía sorprendido por todo aquello que había revelado Jungkook sobre él y Jimin.

Tenía un dolor inmenso y una herida en su interior que seguro nunca sanará, esto fue muchísimo más de lo que podía soportar su débil mentalidad.

Hasta a él le sorprende que él mismo esté aceptando que es débil cosa que le aterraba.

El verdadero terror de Taehyung sin duda, es que le recuerden que es débil.

Esto es algo que él nunca ha aceptado y ese a la vez es su mayor defecto.

Pero a la vez, la rabia y el rencor crecían en su interior.

Aquello encendía su monstruo interior.

Su mente sanginaria deseaba hacer mucho daño.

Quería ver sangre correr.

Ese Taehyung gentil, amable, gracioso, algo loquillo, compasivo, humilde, juguetón y sonriente que no le hacía daño a nadie.

Había desaparecido por completo.

Taehyung se había convertido en un verdadero monstruo.

Casi un psicópata, por no decir que ya lo es.

Un ser que disfruta ver el sufrimiento ajeno.

Un ser que necesita hacer daño para estar bien consigo mismo.

Un ser que arrebata la vida de las personas por placer o por hobby.

Ahora todo estaba muy claro respecto a Jungkook.

Aquél al que tanto adoró, a quién consideró su otra mitad, a quién le entregó el 100% de su confianza desde que tiene memoria.

Todo ese amor que sentía hacía él.