☆Solo Para Mí☆2☆ 《Vmin/Kookmin》

☆32☆

Unos meses ya habían transcurrido desde la última vez que Jimin y Jungkook se vieron, cada uno había seguido su propio camino, Jungkook seguía enfocado en su papel cómo presidente de Lever Pink mientras que Jimin seguía siendo el diseñador de Cast Royal Colors.

Ambos siempre tratando de separar la gran desdicha en sus corazones, del trabajo.

Jimin seguía viéndose con Taehyung a escondidas de todos, incluso estaba peleado con Rosé porque está lo sorprendido con el castaño.

- Sabía que volverías a mí.

- ¿Por qué lo sabías?.

- Muy fácil. No soy alguien fácil de superar - Dice el castaño abrazando a Jimin por la espalda.

- Presumido.

- Es la verdad, o dime... - Comienza a dejar besos húmedos en el cuello del rubio - ¿Lograste superarme?.

El rubio mordía su labio inferior mientras movía la cabeza en una negación.

- Si te hubiese superado, no estaría aquí, dejando que me beses, que me toques y me acaricies entero - Eso lo dice el rubio en un susurro mientras se volteaba.

Allí comienzan a besarse de forma salvaje mientras Taehyung recorre todo el cuerpo del contrario, lo agarra de las piernas levantandolo, para subirlo a la mesa en dónde él rubio se apoya en ella con una mano mientras que Taehyung besa, succiona y muerde su cuello con agresividad.

Pero un recuerdo se desbloquea en su mente, uno que lo sorprende.

En su mente apareció algunas escenas ya vividas, de cuando Jungkook y él, hacían el amor y todo lo que esté le había hecho sentir.

Cosa que sin duda lo asustó, pero eso pasó muy rápido, pues Taehyung subió a sus labios y la memoria se le borró.

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Jungkook había estado trabajando todo el día, estaba demasiado ocupado pues la próxima colección estaba próxima a lanzarse y debía terminar de prepararlo todo.

- Ush, tantas cosas. Estoy muerto del cansancio, no puedo más - Dice para él mismo mientras se recostaba en su escritorio, cerrando los ojos para intentar calmar la picazón que tenía por estar tantas horas en la computadora.

- Jungkook... Jungkook.

Escuchó que lo llamaban, se despertó y levanto la mirada, encontrándose con alguien que lo sorprendió.

- ¿Mamá? - Dijo el pelinegro con expresión nostálgica mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla, aún sin poder creerlo.

- Aquí estoy hijo mío - Respondió la mujer con una nostálgica sonrisa.

Jungkook se levantó rápidamente y se aferró a su madre mientras empezaba a llorar de forma desgarradora.

Cuánto llevaba imaginando este momento.

Esto era lo que más había necesitado.

Ver a su madre y abrazarla de nuevo, es lo que más había anhelado.

- Te extraño mucho mamá, no te imaginas cuánto - Susurra el pelinegro entre el llanto.

- Yo también te extraño mucho mi niño. Cada día estás más guapo que el anterior.

Jungkook sonríe levemente mientras la señora Jeon acaricia el rostro de su hijo y una lágrima se escapaba de sus ojos.

Ambos se sientan en el sofá, sin dejar de abrazarse, Jungkook se recuesta en el hombro de su progenitora mientras está le acaricia el cabello. Se quedan en silencio por un rato, hasta que la mujer habló comienza a hablar.