Solo un ladrón poco ortodoxo

Capítulo 7: Sexto atraco

No soy dueño de Fate Series ni de Lupin the Third.

Kotomine Kirei había hecho muchas cosas en su larga vida.

Había matado a herejes, magos, apóstoles muertos y muchas otras personas durante su tiempo como verdugo.

Había sido un esposo cariñoso con su esposa.

Había sido un padre, por breve que haya sido esa experiencia, para su hija.

Había sido el hijo obediente de su padre.

Había sido el alumno leal de Tohsaka Tokiomi.

Pero esto…

"…¿Qué?" preguntó Kirei mientras miraba a su Servant parado frente a él, sonriendo como siempre.

"Ya sabes, realmente necesitas prestar más atención, Kirei". Assassin dijo con nostalgia mientras metía las manos en los bolsillos. "¿No eres el tipo de persona que escucha las instrucciones al pie de la letra? Seguro que escuchaste a ese palo en el barro cuando te dijo que intentaras matarme".

Donde Kirei esperaba hostilidad en el tono de Assassin, no había ninguna. Ahora Assassin estaba hablando de su ejecución planeada como si estuviera discutiendo el clima. Fue... extraño por decir lo menos.

"Simplemente no entiendo lo que me estás pidiendo". Kirei respondió uniformemente.

"Solo necesito un amigo que me ayude con mi pequeño mandado". Assassin explicó, encogiéndose un poco de hombros. "Debería ser…"

"El pavo real que ríe". Kirei interrumpió, entrecerrando los ojos hacia su Servant, quien simplemente levantó una ceja en respuesta.

Había escuchado sobre el tesoro que llegaba a la ciudad cuando regresaba de la tienda de comestibles cuando pasó por una tienda de electrónica. Si bien él no era de los que se asombran por esas cosas, el tesoro era impresionante. El hecho de que estuviera hecho de una piedra aparentemente rara lo hacía aún más impresionante. Pero también le recordó el pasado de su Servant como ladrón. ¿Sería suficiente el tesoro para merecer su atención?

Aparentemente si.

"Ah, para que lo sepas. Me ahorra la molestia de explicártelo". Assassin anunció mientras comenzaba a caminar alrededor de Kirei en círculos, casi exactamente como lo hicieron su padre y Tokiomi cuando lo convencieron de unirse a la Guerra del Santo Grial. "Sí, estoy detrás del pavo real que ríe. Envié un pequeño aviso al museo mientras estabas de compras".

Kirei sintió que sus ojos se agrandaban ante esto. "¡Ya está actuando como si fuera a robarlo!" Kirei no entendió. ¿No sabía el Servant que estaba poniendo a toda la Guerra del Santo Grial en más peligro que antes?

"No trates de disuadirme de este Kirei. Cuando digo que voy a robar algo, lo digo en serio". Assassin habló con un tono divertido, notando la expresión de sorpresa y una pizca de preocupación del sacerdote. "Además, necesito hacer esto para... volver a la rutina. No soy de los que se quedan sentados esperando las batallas y espiándolas, ¿sabes?".

Kirei lo sabía. Sabía muy bien que Assassin nunca se conformó con sentarse y observar. Sus acciones en la última batalla lo demostraron. Incitó a propósito a Saber y Lancer para que lo atacaran, y no se inmutó cuando Berserker ayudó a evitar su muerte.