Solo un ladrón poco ortodoxo

Capítulo 13: El policía llamado Zenigata

No soy dueño de Fate Series ni de Lupin the Third.

"¿¡Dónde está esa pequeña comadreja!?"

Esa única frase resonó en todo el hospital, así como el pisoteo de numerosas botas. Zenigata irrumpió por el pasillo con su tropa de leales policías japoneses y un frenético médico estadounidense a su izquierda.

Recientemente había arrestado a Daniel Gump y sus hombres por soborno, intimidación, robo, asesinato y muchos otros cargos después de asaltar su torre y recopilar pruebas de varios archivos y las confesiones de los ladrones que se rindieron. Una vez más, lo más probable es que Lupin lo haya usado para derribar otro pedazo de escoria de su pedestal y llevarlo a los brazos de las autoridades.

Pero eso no impediría que Zenigata llevara al ladrón ante la justicia.

Zenigata no era tonto. Sabía que Lupin a menudo lo usaba como una distracción para sus enemigos, un medio para acabar con sus robos o como una fuente de entretenimiento. Pero aún así, Lupin lo rescataba si las cosas se calentaban demasiado, aunque solo fuera para continuar el juego del gato y el ratón entre ellos. Sin embargo, no estaba dispuesto a dejar que su culpable se le escapara entre los dedos nuevamente. ¡Probablemente esta era una oportunidad para finalmente atrapar al punk!

"¡Sí, así es! ¡Atraparé a Lupin de una vez por todas!" Zenigata pensó con regocijo mientras el médico continuaba parloteando mientras se acercaban más y más al lugar donde Lupin estaba pasando el rato por el momento: la morgue.

"¡Inspector, por favor! ¡Debe entender que su cuerpo no puede ser tocado hasta la autopsia...!" Empezó el doctor, solo para ser silenciado por la dura mirada que Zenigata le dirigió.

"¡Para entonces, Lupin habrá escapado! ¡No voy a esperar que esa pequeña comadreja salga de aquí en el último minuto!" Zenigata replicó enojado mientras se detenía frente a las puertas de la morgue. El doctor había estado tratando de convencerlo de que Lupin estaba muerto. Le tomó todo lo que Zenigata tenía para no reírse del hombre en su cara. Recordó la última vez que Lupin fue proclamado 'muerto'.

Como era de esperar, resultó que no lo era. Demonios, incluso bromeó sobre eso escondiéndose en un castillo gótico, en un ataúd, disfrazado de vampiro solo para meterse con él.

Probablemente iba a actuar como un zombi esta vez.

Con eso, Zenigata abrió la puerta de la morgue de una patada y vio el cuerpo de Lupin encima de la fría mesa de metal, con la camisa abierta. Sonriendo, caminó hacia la mesa, planeando completamente golpear al ladrón en la cara para despertarlo antes de esposarlo.

Pero luego lo vio.

Los dos agujeros abiertos en el pecho de Lupin.

Como policía, podía decir si las heridas de bala eran fatales o no. Si eran reales o no.

Las heridas no estaban hechas de maquillaje, no había nada que remotamente gritara 'Hollywood' al respecto.

La sangre falsa habitual de Lupin era ligeramente roja. Este se veía exactamente como sangre real.

Y la textura de la piel... no era una marioneta o un maniquí.