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M E R A K I
Suspire sintiendome diminuta en la inmensidad de aquel lugar. Afiance el agarre de mi mano sobre mi maleta y camine largando un suspiro.
-Estas segura de que tenes todo?- Pregunto la mujer a mi lado por enesima vez.
-Si abue, ya repase todo mil veces.- La tranquilice.
-Perdon chiquita, pero este lugar me pone muy nerviosa, hay mucha gente.- Mi corazon dolio al oirla y me acerque a abrazarla.
-Voy a estar bien abu.
-Ya se, hable con Kai y me dijo que te va a cuidar.- La mire confundida.- El otro dia cuanzo fuiste al baño y dejaste el celular con la llamada arriba de la mesa, hable con el. Fue un poco dificil, pero con ayuda del traductor no entendimos bien.
Aquello fue un gesto que lleno mi alma. Kai sin dudas era una gran persona con un corazon de oro.
-Igualmente me puedo cuidar sola.- Agregue.
-Ya se, pero un poco de compañia nunca viene mal.- Me guiño el ojo con picardia.
-Listo, ya está, ahora hasta como dentro de dos horas no se despierta ni que la maten.- Agus se acerco a nosotras luego de haber dejado a Nina durmiendo en el cochesito.
La gente pasaba casi corriendo por al lado nuestro, pero lo ignoramos. El sonido ensordecedor de los parlantes rechino llamando nuestra atencion.
-Llegamos, llegamos.- Lola y Nico aparecieron junto a nosotras, ambos con la respiracion agitada como si hubieran corrido cientos kilómetros.
-No puede ser que lleguen tarde hasta cuando me estoy por ir al otro lado del mundo.- Los moleste y la pelirroja rodo los ojos.
-Callate y ven aqui.- Paso sus brazos por mi cuerpo uniendonos.- Nos vemos en unas semanas.
Susurro en mi oido. Se separe un poco y la mire con confusión.
-Tenemos que hacer un viaje de negocios a Manchester, asique vamos a pasar a visitarte.- Sonrei y me removi en sus brazos.
Nos alejamos y Nico vino hacia mi.
-Te quiero Mera.- Murmuro y sabia perfectamente a que se referia.- Te quiero mucho.- El agarre de sus brazos en mi cintura era cada vez mas fuerte.
-Yo tambien te quiero.
Me dio una media sonrisa mas parecida a una mueca y se alejo un poco.
-Vuelo numero 1882 con destino a Londres, Inglaterra. Por favor embarcar por la puerta B 43.-La voz metálica nos hizo saber que ya era hora de irme.
La cantidad de lagrimas aumentaron en los ojos de mi abuela, e inolvitablemente las mias tambien. Me abalance sobre ella y la abrace con fuerza.
-Cuidate mi chiquita, hablame siempre que puedas, y disfruta, esto te lo ganaste vos sola con tu esfuerzo.
