CAPITULO 18

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A su pensar, las últimas horas que vivió le parecieron interminables días llenos de gozo y felicidad, por primera vez después de tanto tiempo, había logrado sentir lo que era estar viva nuevamente, volvió a recordar lo que era que sus mejillas se entumecieran de tantas carcajadas y sonrisas sin sentido que dibujo en más de una ocasión con cada acontecimiento que se presentaba. Su travesía por la pista de patinaje fue una de sus tantas aventuras imaginarias que ni en sus sueños más locos había tenido oportunidad de realizar... -Como si de un sueño se tratara...- Susurro para si misma, recordando todo lo vivido hasta el momento, si por ella se tratara, podría a ver permanecido por horas en aquel lugar donde por primera vez aprendió a deslizarse sobre hielo, pero la temperatura descendió tan bruscamente que se vieron obligados a abandonar ese mágico sitio para luego no lamentar un seguro resfriado.

Los minutos pasaban y ella no lograba consoliar el sueño, se sentó junto a la ventana que iluminaba de manera cálida su lugar de descanso, y con melancolía total contempló la luna acompañada de un bello manto de estrellas que se dibujaban sobre el cielo... El silencio era tan profundo que solo podía escuchar el palpitar de su corazón, no obstante, posó su mirada sobre un bulto que se vislumbraba a unos pocos metros de ella... Cubierto por mantas color mostaza, que hacían juego con sus mechones color carmesí, observo como aquel joven, abatido por el cansancio que acarreo durante el día, se rindió plenamente ante los encantos de la noche, su respiración tranquila y minusiosamente pausada le dejaban ver qué el pelirrojo tenía un sueño tranquilo con una mente serena, la cual le permitía dormir sin problemas ya que una conciencia tranquila implicaba un profundo descanso, pero con un leve movimiento de sus brazos guiados por algún sueño estrepitoso, la abrigada manta se deslizo de su torso dejándolo al descubierto, lo cual para ella no se torno en molestia el abandonar su lugar de descanso para aproximarse al joven y tenderle nuevamente su abrigo...

Con sumo cuidado y aprovechando el desnudo de sus pies, cogió la manta del suelo y con ella cubrió al despreocupado joven, no sin antes regalarle una cálida sonrisa y susurrando en un tono casi inaudible -Gracias por un dia grandioso...- para luego retomar su camino hacia su lecho y así disponerse a descansar para continuar con su viaje...

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Un dulce aroma invadió sus fosas nasales, de debatía entre la curiosidad por saber de dónde provenía tan apetecible fragancia, y por seguir haciendo honores a la pereza de continuar con aquella cómoda posición, para su desdicha un tercer participante decidio hacerse presente, mejor conocida como antojo, y no quedo más remedio que abandonar su acogedor lugar para averiguar qué era la causa de su despertar. Con ligeros pasos pausados, asomo su erternecedora mirada por el lumbral de la pequeña cocina, y observo a una pelirosa teniendo una batalla campal con la panquequera...

Sakura?- Le pareció extraño ver a la joven demostrando habilidades culinarias, ya que siempre había sido el quien se tomaba la labor de preparar el desayuno para ambos, obviamente sin molestarle.

-Buenos dias! Toma asiento, enseguida estará listo!- hablo totalmente animada y de un humor tan cálido que lograba percibirse en todo el ambiente.

-Como está haciendo frío, aproveche la oportunidad para preparar un delicioso chocolate caliente! - Posó las tazas sobre la pequeña barra, y las acompaño con unos panqueques que segundo a su criterio no le habían quedado tan mal.

Mientras él, no pronunció palabra alguna y solo se dedicó a observar lo que la pelirosa le brindaba en la mesa.

-Ayer... Fue un día maravilloso, quizás no sea mucho, pero quise demostrarte de alguna manera que estoy agradecida contigo por tantas atenciones que tienes para conmigo... - Su mirada tenía un leve brillo de alegría, que poco a poco iba creciendo, quizás para él no significaba nada, pero para ella significó esperanza...

-No es nada, pero gracias por este detalle. - Dijo con vos dulce, ya que comprendía que para ella quizás había sido el primer día que gozo tanto el poder hacer lo que deseaba. -Sakura, no quiero ser introvertido, tampoco te obligaré a hablarme de tu pasado, solo quisiera saber, si has vuelto a tener esas pesadillas que solías frecuentar...- No olvidó aquella noche, dónde tubo que intervenir para consolar a la pelirosa, desde ese día no quiso hacer ningún comentario, ni muchos menos preguntarle que estaba sucediendo, solo la dejo ser y desahogarse...

-Te prometo... Que algún día te contaré todo...- Dijo con una leve sonrisa, aludiendo que eso lo dejaría un poco más tranquilo... - En cuánto a lo que me preguntas, desde esa noche eh conciliado el sueño sin ningún problema..- Excepto anoche, que por obvias razones no quería que terminara nunca.

-Esta bien - No le quedó más remedio que aguardar a que ella se sintiera lista para contar lo que tanto la atormento por muchos años, podría tomarle, días meses quizás años, pero como bien le aclaro, no estaba en sus intenciones el obligarla a hablar. - Por cierto, aunque los panqueques estén ligeramente muy tostados, estás suaves y esponjosos por dentro, extraña pero deliciosa combinación.- Optó por finalizar el tema con ese sutil comentario. A lo que ella solo respondió con un leve sonrojo ya que era la primera vez que preparaba el desayuno para alguien más...

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La semana transcurrió de manera muy amena, disfrutaron cada rincón que les fuera posible de esta enorme y hermosa ciudad, pero había mucho por ver aún...

-Sasori, a dónde iremos está vez?- Pregunto la pelirosa con un deje de curiosidad, ya que en sus recorridos habían visitado parques, teatros, museos, esculturas, ruinas y demás sitios donde puedes apreciar las maravillas artísticas que ella cree conocer.

-Tengo pensado que conozcamos un festival, se habla demasiado de el, y es uno donde los mejores artistas del mundo se reúnen en una competencia-

-Competencia?...- Nunca había escuchado tal descripción, pero el rostro de su compañero no detonaba emoción, más bien era algo que debía ver y despejar dudas, quizás si emprenden camino a ese lugar pueda entender de que se trata...

-Fue una petición de un colega... La verdad no creo que en ese lugar este lo que estoy buscando .. - Dijo para sus adentros, puesto que cada artista demuestra lo mejor de si para lograr ser el mejor, pero a qué precio?...

-Y como se llama ese festival?-

-Es conocido como "El festival circence"...-

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Lienzo Rosa 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora