Capítulo 1

85 10 0
                                    

- ¡Te odio! -exclamó ella mientras daba un portazo saliendo por la puerta principal.

Esa era mi rutina de todos los días. Siempre acababa discutiendo con mi hermana y no llevábamos ni dos horas juntas. Después de eso subí a ponerme la ropa, unos vaqueros negros y un jersey de punto azul celeste, algo cómodo para ir a la universidad. Me miré al espejo, y miré mi cabello castaño, que normalmente estaba ondulado pero hoy estaba alborotado ya que aun no me lo había peinado. Mis ojos azules claros estaban posados ​​sobre el espejo.

Cuando terminé de retocarme el rímel y de peinarme, me dirigí a mi cuarto para agarrar mi mochila, me la coloqué con sumo cuidado, debido a mi gran dolor de espalda.

Este dolor se presentó cuando yo tenía doce años. Simplemente aparece cada mucho tiempo, la última vez fue hace seis meses y apareció de repente el día anterior.

La alarma de mi reloj me devolvió a la realidad. La verdad es que tenía que cambiar esa música, era bastante molesta. De todas formas me ayudaba a no llegar tarde a la escuela que era lo que me solía pasar de pequeña.

Al salir de casa fui directa a la parada del metro, estaba a diez minutos andando de casa. Normalmente iba todo el camino escuchando música o las vidas de los demás que estaban conmigo en el metro. En la entrada de la universidad siempre me esperaba Isa, mi mejor amiga, era como una hermana para mí, nos contábamos todo y me encantaba ir a su casa. Era como nuestra pequeña guarida y su padre siempre nos dejaba ir, lo que mas me gustaba de su habitación era su pequeño periquito, siempre estaba suelto y la atacaba, en cambio a mí no.

Era nuestro tercer día de universidad, el primer día la mayor parte de la clase me pidieron foto y yo accedí amablemente, aunque me agobié bastante. Realmente me encantaba que hubiera gente que apreciara lo que hago y que me valoraran, pero no me gustaron nada las fotos. A mi hermana le encantaba que fuéramos por la calle y nos pidieran foto, creo que le hace sentir importante o algo, a mi solo con que me digan que les gusta mi trabajo me vale. 

Puse los ojos en blanco cuando vino Isa corriendo y chillando a la vez, que vino a darme un abrazo.

Por poco me rompe el tímpano.

- ¡Sales en una revista, tía!

- Lo dices como si fuera la primera vez en mi vida que aparece en una de esas portadas.

- Ya, pero no todos los días mi mejor amiga sale en una revista

- No, pero lo hago continuamente- repuse yo.

- Shh-me chistó y me puso un dedo en la boca-, calla, que estoy contenta, no me desanimes. Ya solo te falta ser cantante.

- Pero si ya soy actriz y modelo, no quiero ser cantante. Además, seguro que si canto nos tendremos que ir a casa por la tormenta de lluvia que se avecinaría -soltó una risita y me agarró el brazo.

- Venga, entremos, o la Topito nos castigará - toda nuestra clase llamó a la profesora de Geografía Topito, esto se debió a que no vio nada, siempre se equivocaba con el lugar de distintos ríos, montañas o cualquier accidente geográfico en el mapa,  era increíble que solo llevara tres días ahí y ya tuviera un nuevo mote.

Al entrar por la puerta principal pude divisar a lo lejos que mi hermana estaba otra vez con su novio y con una de esas amigas suyas llamada Jessica, la cual también estaba con su queridísimo novio.

Menudo cliché.

Intenté ignorarlos con todas mis fuerzas, pero entonces vi que mi hermana besaba a su novio, Matt, y no sé la razón, pero sentí un pinchazo en el corazón. Mi amiga me devolvió a la realidad chasqueándome con sus dedos justo en frente de mis ojos. Le puse mala cara y seguimos nuestro camino a clase.

Esa era yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora