Esa era yo

Capítulo 7

Me desperté y lo primero que hice fue mirar el móvil, que se encontraba en la mesilla derecha.

-Joder -dije volviéndome a tumbar y mirando el techo-. No puse la alarma.

Luego abrí la agenda de mi móvil y vi que no había ningún examen ni nada que entregar, entonces decidí no ir a clases. Hoy mis clases empezaban a las 8:30 y ya eran las 11, qué desastre.

Entonces me di cuenta de que estaba en casa de Matt.

Salí de la habitación y me dirigí a la que estaba durmiendo Matt. Al abrir la puerta me percaté de que no había nadie y la cama estaba sin hacer. Salí de nuevo al pasillo y comencé a bajar las escaleras hasta la cocina. En la nevera había un post-it amarillo.

Me he ido a trabajar, llego a las 18.

Matt ♡

Abrí la nevera y me sorprendió lo llena que estaba. Estuve mirando un rato hasta que encontré una pequeña caja con fresas. Las cogí, las partí y les eché azúcar. Me las comí en la isla de la cocina y cuando terminé me subí a la habitación principal. Hice la cama y salí del cuarto, hacia el cuarto donde había dormido él y también hice la cama.

Después de esto ya me fui a duchar, pero antes de eso, asalté el armario de Matt. Tenía cosas realmente bonitas que nunca se las había visto puestas. Cogí una camiseta larga y unos pantalones cortos, los cuales me llegaban hasta la rodilla y me iban muy anchos. Entré al baño y flipé con la ducha, tenía mil aparatos que no sabía ni qué eran, así que no los usé. La mayoría eran productos de cabello, capilares.

A ver si iba a detonar una bomba o algo...

El resto del tiempo estuve con el móvil y comí algo. Hice un poco de limpieza, ya que, husmeando en sus cosas, había encontrado unos cuantos productos de limpieza, Limpié el polvo, pasé la aspiradora y la escoba. Fregué algunos platos que estaba en el fregadero también - lo hice a mano porque no sabía cómo funcionaba el lavavajillas con la de botones que tenía-. 

También vi que Matt tenía tres o cuatro libros en su mesita de noche y leí uno. Lo terminé sobre las cuatro, solo tenía doscientas páginas.

El resto del tiempo lo pasé mirando el móvil, entreteniéndome como pude.

Cuando dieron las seis y cuarto llamé a Matt, no había una razón en concreto, solo quería hablar con él.

-Holaaaa -dije animada cuando cogió la llamada.

-Hola -contesto con un tono divertido.

-¿Por dónde vas? -pregunté para asegurarme de que llegaba.

-Ya casi llego -iba a contestar, pero me interrumpió- ¿Has ido a la Universidad?

-No, se me olvidó activar la alarma. A la próxima me despiertas -sugerí.

-Yo me levanto a las cuatro, pero si quieres que haya próxima, a mí no me importa -afirmó y aun sin estar con él pude notar su sonrisa e intuí que guiñó un ojo-. Bueno te dejo, que ya llego.

-Valeeee.

Dejé el móvil en el sofá y me fui a abrir la puerta. Observé como Matt aparcaba el coche y se dirigía hacia el maletero. Sacó una mochila negra, la cual se puso en la espalda y una pequeña bolsa. Cerró el coche y vino hasta la puerta.

-¿Qué llevas en la bolsa? -pregunté extrañada.

-Hola Amy, mi día ha ido genial, gracias por preguntar -contestó con una sonrisa divertida, entrando en casa. Mis mejillas enrojecieron por no haberle preguntado.-. Son dos películas en VHS.