Tras lanzarse sobre Mariano para seguir con su ataque de cosquillas, el mayor aprovechado que era mas alto y fuerte que Camilo lo volvió a agarrar y lo tumbó en el suelo haciéndole soltar carajadas, el chico movía las piernas en un intento de controlar su risa, era tal el momento que no pudo aguantar las lagrimas de lo mucho que se estaba riendo, cuando de la nada una voz gritando su nombre le sobresaltó.
—CAMILO...
Bruno se acercaba a paso rápido a los dos chicos, por su mente pasaron escenas grotescas donde Mariano hacia daño a su sobrino, al estar a escasos metros de ellos, vio como los dos volteaban a mirarlo, estaban rojos, unas sonrisas se borraban de sus caras, en las mejillas de su sobrino se veían lagrimas y una expresión de sorpresa que confundió al de ruana verde.
—Señor Bruno— empezó a decir Mariano mientras se levantaba aun con la cara roja por lo mucho que se había reído.
—¿Q-que est-ta pasando aquí? —preguntó Bruno con una mezcla de miedo y enfado, este ignoró a Mariano y miro a su sobrino. —¿Estas bien Camilo? —preguntó aun con algo de angustia.
Camilo todavía estaba de rodillas en el suelo, con el rastro de lagrimas por sus mejillas, su cara ya no era de felicidad, si no todo lo contrario, al ver a su tío la ira volvió a subirle por el cuello, sintió presión en el pecho, el chico se incorporó, apartó a Mariano, que seguía intentando explicarle a Bruno lo que estaban haciendo y se puso delante de su tío.
—Siempre lo estropeas todo —gritó Camilo a la cara de Bruno —déjame en paz, vete de aquí, VETE.
Bruno no entendía nada, todo el enfado que pudo tener en un principio al pensar que a su sobrino le estaba pasando algo se esfumó, solo quedo el miedo y la confusión que era incapaz de comprender.
—Pe-pe-pero.... —intento hablar Bruno.
—Pero nada, vete, no quiero verte mas.
Mariano contemplaba impactado la escena, intentó decir algo pero Bruno ya se estaba yendo, viendo como una rata estaba delante de Camilo, que lo miraba y acto seguido se fue corriendo detrás del mayor.
Durante unos segundos los dos chicos no se movieron, Camilo agacho la cabeza y el mayor pudo oír como respiraba con dificultad, se puso delante de el y le puso las manos en los hombros, el joven levanto la cabeza y pudo ver como nuevas lagrimas salían de sus ojos, acto seguido este le abrazo y estallo en llanto.
Una vez su llanto se hubo calmado Mariano le habló:
—Camilo ¿estas bien?
El chico asintió.
—¿No crees que te has pasado un poquito?
Camilo enterró su cara en el pecho del mayor, este le respondió abrazándole mas fuerte.
Tras uno par de minutos.
—Mariano, me estas ahogando— decía Camilo con dificultad ya que Mariano, debido a su preocupación, estaba abrazando al chico con fuerza.
—Ay perdón, perdón— dijo separándose rápido y llevándose una mano a la nuca.
Camilo asintió y lo miró.
—Recuerda que me has prometido que no ibas a contare nada a Dolores— le recordó el de ruana amarilla.
Mariano volvió a poner la mano en su corazón emulando el gesto que hico hace unos minutos cuando le hizo la promesa.
—Pero... —soltó de repente –tu me tienes que prometer que vas a ir a pedirle perdón a tu tío por lo que le has dicho, ¿vale?
—¿Y si no quiero?
—Eso ya depende de ti, yo no voy a incumplir mi promesa —dijo pausadamente Mariano y girando la cara —pero si no eres capaz de cumplir la tuya a lo mejor no eres tan mayor como me pensaba.
—Yo-yo soy mayor —replico Camilo.
—Pues demuéstralo.
Camilo miro a varios lados y finalmente aceptó la propuesta de Mariano y le pediría perdón a Bruno. Maldito Bruno, ahora por su culpa también Mariano está enfadado conmigo.
—¿Te has enfadado? —preguntó cabizbajo el chico.
—No estoy enfadado Camilo, pero tienes que entender que tu tío es mayor, tienes que tenerle un mínimo de respeto— le dijo el adulto con tono serio pero suave.
—Vale
—Bien, pues ve ahora.
—¿Ahora? —exclamó Camilo.
—Si ahora, yo me voy y os dejo solos, así te será mas fácil.
Tras esto los dos salieron de la habitación de Dolores, y mientras Mariano se despedía y atravesaba la puerta principal de la casa, Camilo se encontraba parado delante de la puerta de su tío.
Dio tres golpes.
—¿Tío Bruno?
Nada.
Dio otros tres golpes.
—¿Tío?
La puerta principal de Casita se abrió y por ella pasaron varias personas.
—Camiloooooo, ya hemos vueltoooooo —cantaba Mirabel.
El joven pudo ver como todos los miembros de la familia entraban en la casa, Luisa e Isabela hablaban de algo mientras entraban en la cocina después de saludarle, Julieta y Pepa hicieron lo mismo, Félix saludó a su hijo, Agustín entraba al lado de Mirabel y hacían un baile en medio del patio interior y al final entro Antonio montado en su jaguar que saludó de igual forma a su hermano y fue a la cocina diciendo que tenia tanta hambre que se comería a un tigre, ahí se oyó a su jaguar gruñir y acto seguido salía despavorido de la cocina y se pudo escuchar a Antonio gritar que a el no se lo comería nunca.
¿Y Dolores?
Viendo que no había respuesta en la habitación de su tío, bajó las escaleras y pudo ver en el camino hacia la casa como Mariano hablaba con Dolores, en un momento ambos lo miraron, al notar sus miradas Camilo entro rápido en la cocina.
¿Le estaría contando Mariano a Dolores todo?, pensó Camilo, no, seguro que no, él me lo prometió. Tras unos minutos, entró Dolores y le dirigió una mirada que no supo identificar plenamente, pero había seriedad en ella.
Mierda.
Unas horas después.
—Mirabel, ve a avisar a tu tío que la comida esta lista —dijo Julieta mientras con un gesto con la mano indicaba a Agustín que la ayudase a colocar los platos.
—Voy ma.
Tras unos minutos volvió la chica de gafas sola.
—No contesta.
—Cre-eo que el desayuno le ha sentado mal y antes me dijo que no iba a bajar a comer —saltó Camilo.
—¿Le sentó mal la comida de mi mamá? —preguntó Luisa.
—Es que veras... —Camilo intentaba ocultar sus acciones, pero pensó que lo mejor era ocultar una mentira entre varias verdades. —me comí toda la comida y el tuvo que prepararse la suya —acabo diciendo evitando la mirada de Pepa, en la que una nuevita se empezó a formar en su cabeza.
—Lo siento —volvió a decir Camilo mirando a su mami.
Al parecer Camilo se había librado por le momento, pero Dolores lo miraba con una ceja levantada.
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El Camaleón Enterrado en la Arena del Futuro (Camilo x Bruno) (Brumilo)
RomanceHacía pocas semanas que Casita había sido reconstruida y el milagro volvía a iluminar la vida de los Madrigal. Todos parecen estar felices pero una persona no se encuentra del todo cómoda con el nuevo o viejo integrante de la familia. Confundido emp...