Camilo abrió los ojos lentamente, se sentía desorientado, tardó unos instantes en darse cuenta que se encontraba en su habitación, con pesadez se incorporó y se quedo sentado en su cama mirando hacia la ventana.
—(¿Cómo he llegado aquí?) —pensó el chico frotándose los ojos.
Fue ahí cuando se dio cuenta que llevaba puesta la ruana verde de Bruno, de golpe se acordó de todo lo que había pasado esa noche, el como había salido de casa a escondidas para buscar a su tío, como lo había encontrado, como había llorado pidiéndole que no se fuese y como le había dicho que le quería.
Su corazón comenzó a latir rápido, por un momento sintió que se ahogaba, ¿de verdad le había dicho a su tío que le quería?
—Camilo, a desayunar —la voz de Mirabel tras la puerta le trajo de vuelta a la realidad.
—Voy —respondió le chico como pudo.
Se levantó de la cama y se quitó la ruana de su tío y la dejo sobre la cama, no sin antes acercársela a la nariz y poder disfrutar un poco mas de ese suave olor. Se deshizo de su ropa y se cambió y finalmente, salió de su habitación rumbo a la cocina, en su cara había dibujada una sonrisa.
Al llegar vio que todos estaban sentados y hablando.
–Buenos días familia —dijo Camilo mientras se sentaba en su silla al lado de sus hermanos.
—Uy, uy parece que alguien ha pasado buena noche —comentó Isabela con tono juguetón.
—Simplemente hoy estoy contento —contestó Camilo. Y entonces se dio cuenta que Bruno no estaba en la mesa.
—Y, por cierto, ¿Dónde está el tío Bruno? —preguntó el chico con un poco de preocupación, ¿y si al final se había ido?
—Aquí estoy —dijo Bruno entrando por la puerta con aparente buen humor.
—Buenos días Brunito —dijo Alma al verle entrar —ven te estábamos esperando.
—Disculpadme, pero ya sabes las escaleras... —respondió un poco avergonzado mientras hacia el recorrido a su silla frente a Camilo.
Tras saludarle cada miembro de la familia, Luisa dijo mientras enseñaba uno de sus poderosos músculos.
—Tío, si quiere yo me encargo de acortar esas escaleras.
—No hace falta sobrina, ya veré que hacer.
Una vez estuvo sentado y el desayuno servido comenzaron a comer.
—Buenos días tío Bruno —dijo Camilo mirándole con cara risueña.
—Buenos días Camilo, te veo bien —le respondió el mayor guiñándole un ojo. Esto hizo que el chico se ruborizase un poco.
—Oye tío Bruno ¿y tu ruana? —preguntó Isabela.
—Hoy tenia calor y la deje arriba en mi cuarto —respondió Bruno mientras se llevaba a la boca parte del desayuno —veo que tú también has modificado vestuario Isa.
—Si ¿os gusta?, me lo ha hecho Mirabel —dijo señalando a su hermana mientras se levantaba y daba unas vueltas para que la familia apreciase el vestido.
—Si, lo vamos a usar para promocionar mi negocio textil. —dijo orgullosa la chica de gafas.
—Me alegro que todos estén contentos con su trabajo —dijo Alma mientras miraba a sus nietas. —Hoy toca volver al trabajo, ¿Brunito ya sabes los vas a hacer? –preguntó mirando a su hijo.
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El Camaleón Enterrado en la Arena del Futuro (Camilo x Bruno) (Brumilo)
RomanceHacía pocas semanas que Casita había sido reconstruida y el milagro volvía a iluminar la vida de los Madrigal. Todos parecen estar felices pero una persona no se encuentra del todo cómoda con el nuevo o viejo integrante de la familia. Confundido emp...