Capítulo 24. No te olvides de mí.

239 81 39
                                    

Shen Dong no solía escuchar canciones, no tenía la costumbre de escuchar canciones antes de ir a la isla, y menos aún después. Salvo alguna que otra canción de pescadores que el señor Chen gritaba cuando estaba de buen humor, de las que no entendía la letra, nunca había vuelto a escuchar algo que pudisese llamarse música o canción...

El precioso canto que escuchaba ahora en sus oídos, Shen Dong no sabía si provenía de Yu Xiaojia en el agua, porque sus ojos querían cerrarse incontroladamente, su cuerpo no podía sostener su cuello, y su cabeza se fue hacia atrás y acabó apoyada en el respaldo del sofá.

Estaba tan cómodo...

No quería moverse, sentía todo el cuerpo como si estuviera envuelto en algodón, cálido y suave, y parecía estar de muy buen humor, de alguna manera se sentía feliz, no quería moverse, no quería hablar, ni pensar, sólo quería que todo siguiese así...

Estos eran básicamente sus últimos pensamientos antes de caer en coma o en un sueño profundo, siendo él quien sostenía con fuerza la mano de Cao Mu.

La canción seguía sin rumbo, en todo caso, haciendo que la habitación, ya silenciosa, pareciera aún más silenciosa.

La larga melena de Yu Xiaojia flotaba suelta en el agua mientras agitaba lentamente su cola, nadando despacio entre el hielo y los pétalos de las flores, pareciendo que disfrutar del momento.

Nadó lentamente hacia el lado en el que se encontraban Cao Mu y Shen Dong, balanceando su cola para que la mitad superior de su cuerpo quedara expuesta en el agua, su largo cabello negro se veía precioso contra su piel blanca como la nieve.

Cantó suavemente a Cao Mu, su canción se volvió gradualmente más clara, como un susurro, y el hielo de la superficie del agua tintineó entre sí mientras ella movía ligeramente su cola, haciendo un sonido tintineante, diminuto y crujiente.

Después de cantar un rato, inclinó la cara hacia arriba y unas lágrimas se deslizaron por las comisuras de sus ojos, que trazaron lentamente su rostro con un pálido brillo plateado.

Alguien entró en la zona, con pasos suaves, pero seguían siendo claramente audibles en este espacio tan tranquilo. Tres o cuatro personas caminaron con cautela por los lados de la piscina.

Yu Xiaojia no se movió y siguió cantando.

Estos pocos hombres se acercaron al sofá donde estaban sentados Cao Mu y los demás, todos esos hombres llevaban lo que parecían unos auriculares en la cabeza.

Se quedaron en silencio, aparentemente esperando algo.

"¿Por qué lloras?" La voz de Liang Feng llegó desde atrás, rompiendo el silencio.

La canción de Yu Xiaojia no se detuvo, y siguió cantando como en un susurro, aparentemente sin escuchar las palabras de Liang Feng.

"¿Fuiste a casa de Qin Yi ayer?" La figura de Liang Feng apareció en el otro extremo de la piscina.

Yu Xiaojia seguía cantando, sin responder a Liang Feng, las lágrimas seguían deslizándose por las esquinas de sus ojos, las estelas plateadas de las lágrimas por su cara eran cada vez más claras.

"No puedo encontrar a Qin Yi, ¿Qué has hecho?" Liang Feng continuó preguntando pero siguió sin obtener respuesta de Yu Xiaojia, entonces suspiró: "Estamos a un solo paso, ¿Quieres destruir todo el duro trabajo de Qin Yi durante tantos años?"

"Sólo quiero... estar con él", Yu Xiaojia finalmente dejó de cantar y habló suavemente, su voz fría como un témpano de hielo en una piscina con un bonito tono metálico, "Aparte de eso, no me importa nada más. "

Siete SegundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora