El tiempo no me quitará tu recuerdo

Capítulo 4: Otro intento y un descubrimiento

Había demasiado silencio. Después de su..."discusión" con Jack, había regresado de inmediato al pueblo, en busca de algo con que distraerse y gastar energía.

Toda la tarde se había dedicado a crear nuevas sillas de montura o a diseñar nuevas herramientas para sus viajes, estaba agotado y su casa...desde la muerte de su padre ese lugar se había vuelto silencioso de alguna forma extraña. Aún cuando su madre estaba por ahí, no la veía tanto como le gustaría. Ella no iba a dejar de ser una activa guerrera por los dragones, siempre estaba yendo y viniendo, siempre en busca de una nueva especie o algún herido que necesitará de ayuda. No eran muy diferentes en eso, pero Hiccup tenía otras responsabilidades, no podía simplemente desaparecer.

Chimuelo le acompañaba haciendo ese singular ruido, similar a un ronroneo. Hiccup sólo le acariciaba la cabeza, manteniendo los ojos cerrados.

Estaba por dormir y olvidarse de lo que había pasado cuando "algo" entro por la ventila del techo. La casa entera pareció moverse cuando "eso" cocho contra un montón de jarros y cestos.
De golpe se pusieron en guardia y con sigilo se acercaron hasta la zona, no había nada ahí más que un poco de escarcha.

- Oh vamos Jack, no estoy de humor ahora, ya dejaste claro que...- quedo en silencio y estático. Por unos segundos había logrado ver unos enormes ojos azules, demasiado cerca de su rostro.

Retrocedió rápidamente, casi cayendo de no se por chimuelo.

Se quedo sin habla, que se suponía que tenía que hacer o que preguntar.

El silencio volvió a reinar, hasta que el suave sonido de la escarcha cubriendo las cosas se hizo presente y se mostró repartiendo se por los muros de la casa.

Jack dibujaba una historia, la historia de como Hiccup creció.
Desde su primer encuentro el hielo se movía, de grandes saltos mostraba algunas aventuras de Hiccup y donde se encontraba Jack. La escarcha había rodeado al castaño, regresando a su memoria todos esos pequeños recuerdos que se pierden con el tiempo. Podía ver todo con claro detalle.

Aquella vez, Jack había intentado enseñarle a patinar.

Era un extraño día caluroso, poco común en la zona, ambos estabas hastiados del calor. Trabajar en la armería no se veía tentador y ninguno quería escuchar los reclamos de Estoico.

Sólo estaban tumbados en la hierba mirando el cielo, Jack se quejaba siempre que podía.

- Sería genial que pudieras hacer nevar ahora.

- Es fácil para ti decirlo, tú no tienes fiebre por el calor- replicó el alvino, poniéndose de pie perezosamente.

Lento y con desganó camino hasta el lago y comenzó a patinar sobre este, deslizandose suave y lentamente sobre el agua, hasta que esta estuvo completamente congelada, había hecho un trabajo perfecto.
El hielo era grueso y se había congelado tan rápido, que podía ver a través de el. Los peces seguían nadando bajo sus pies.

- Hiccup, ven aquí.- exclamo corriendo por su amigo, arrastrandole hasta el hielo.

En un comienzo, el menor se había resistido y mantenía una extraña posición para no caer. Al final había significado; de todas formas, tropiezos y porrazos contra el hielo hasta que Jack consiguió enseñarlo, por lo menos a mantener el equilibrio.

- Cuántos años tenía? Unos diez...eso fue poco antes de que desaparecieras- menciono Hiccup, sonriendo algo melancólico.

El hielo desapareció y jack se acercó, al parecer el Moreno aún no podía verle...pero ya recordaba un poco más y se aseguraría de hacerle recordar todo. No por nada Mim le había pedido que fuera feliz.
Hiccup era su felicidad.

- Prométeme que desde ahora siempre me harás saber que estas aquí y que no desaparecerás de nuevo.-

Jack sonrió y tomo la mano de Hiccup, entrelazando sus meñiques. Oficialmente era una promesa.

Ahora si están más feliz y tranquilo, había sentido ese pequeño frío en su mano y luego en su mejilla.
Supo que el otro se había ido, al sentir una ventisca desaparecer de la habitación.

Algo sonrojado se cubrió la cara con ambas manos, Jack le había besado la mejilla, verdad? Tenía que ser así, vivía en el frío, tenía claro que nada se sentía como un beso helado...ese había tenido que ser Jack y de ser así...no era la primera vez y ahora que sabía que siempre había estado ahí, sentía que el corazón se le saldría del pecho.
Quizás cuantas veces él espíritu le había besado y él sin saberlo.

En otro lado no muy lejos, para ser específicos, en el techo de Hiccup. Estaba jack totalmente mareado por lo que había hecho. No era la primera vez, muchas otra ocasiones le había besado la frente, las mejillas y hasta la nariz, pero esta era la primera que había sentido un cosquilleo en el estómago y nervio al hacerlo.
Al parecer siempre habrían nuevas "primera vez"