Al día siguiente, un aire triste se respiraba en Çukurova.
Los trabajadores de la mansión estaban muy preocupados, pues Hünkar no había salido de su cuarto en todo el día.
Solo había salido una vez, y fue para ir a ver a su madre.
Rápidamente las noticias volaron por la ciudad, y en poco menos de un día ya todos sabían que Demir Yaman había abandonado la mansión donde vivía con su familia.
Cuando la noticia llegó a oídos de Fekeli, este rápidamente fue a la mansión para ver a Hünkar, pero se le hizo más complicado de lo que pensó.
Fekeli_ (Camina hasta la entrada de la mansión y golpea la puerta, Saniye abrió) ¡Hola, Saniye! ¿Hünkar está?
Saniye_ Sí, Señor... pero ella no está en condiciones de recibir invitados.
Fekeli_ Por favor, Saniye.
Necesito verla, te lo suplico.
Saniye_ (Suspira) Está bien, lo dejaré pasar, ella está en su cuarto.
¡No le diga que yo lo deje pasar!
Fekeli sonrió agradecido y entró sigilosamente a la mansión.
Si bien ya era de noche, aún habían muchos trabajadores afuera.
Luego de dejarlo frente a la puerta de Hünkar, Saniye se retiro y se llevó con ella a Gülten para dejarlos solos en la mansión y darles más privacidad.
Fekeli se mantuvo de pie frente a la puerta durante unos minutos, hasta que agarró coraje y golpeó la madera.
Nadie contestó del otro lado.
Fekeli insistió, pero nuevamente no obtuvo respuesta.
Preocupado, decidió entrar sin permiso, temiendo que algo malo le hubiese pasado a Hünkar.
Al entrar, se encontró con que la habitación estaba por completo vacía.
Estaba preocupado, pero pensó que tal vez había ido al baño, así que se sentó en la cama para esperarla.
Después de unos minutos que se sintieron eternos para Fekeli, la puerta se abrió y la vio entrar.
Al verlo sentado en su cama, Hünkar se sorprendió.
Hünkar_ ¿Ali? ¿Que haces aquí? (Cambia su expresión de sorprendida a asustada) ¿Como subiste a mi habitación? ¿Te vio alguien? ¿¡Enloqueciste!?
Ali_ (Sonríe y se pone de pie) Tranquila, Sultana.
Nadie me vio, puedes estar tranquila. (Comienza a caminar hasta ella) Vine porque quise asegurarme de que estuvieras bien.
Hünkar_ (Cierra la puerta tras de ella) Debiste haberme avisado antes.
Ali_ No creí que quisieras contestar el teléfono.
(Pone sus manos sobre sus mejillas y ve por el rojizo de sus ojos que estuvo llorando) Lamento mucho lo que paso, amor.
Hünkar_ (Sonríe levemente) Me siento mejor ahora que te veo.
Él la besa y la pega contra la pared.
Sus manos subieron de su cintura hasta sus pechos.
Hünkar_ Ali, no... nos pueden escuchar.
Fekeli_ (Besando sus mejillas) Tranquila, amor.
La llevó a la cama y la recostó en ella.
Se subió sobre ella y comenzó a quitarle sus ropas, mientras besaba cada rincón de su cuerpo.
Hünkar_ (Entre gemidos suaves) Ali...
Él bajó sus pantalones y entró en ella con mucha suavidad.
Los amantes se besaron con fuerza tratando de silenciar sus quejidos.
Fekeli se movía rápidamente dentro de ella y besaba con pasión sus pechos, mostrándole todo su amor.
Al llegar al clímax, la pareja se quedó abrazada bajo las sábanas.
Fekeli_ (Acariciando su espalda) No te dejaré sola nunca, Hünkar.
Hünkar_ (Acostada en su pecho) Te amo, Ali Rahmet.
Quiero que este momento sea eterno.
Fekeli_ (Besa su frente) Yo también amor, pero te aseguro que a partir de ahora no volveremos a separarnos.
Ambos se miraron con dulzura y sonrieron.
Hünkar besó su mejilla y se puso de pie.
Fekeli_ ¿A donde vas?
Hünkar_ (Buscando su blusa) ¿Qué?¿Acaso piensas que me quedaré contigo en la cama hasta mañana? Son las 8 de la tarde, tengo cosas que hacer.
Fekeli_ (La toma del brazo y la atrae hacia él) Vamos, amor.
Quedate conmigo.
Hünkar_ Pero, Ali...
Fekeli_ (La interrumpe con un beso) Te quedarás conmigo en la cama.
No hay nada de que discutir.
Hünkar solo rió y volvió a acomodarse junto a Fekeli.
Fekeli_ Cariño, creo que deberíamos dar a conocer nuestra relación.
Hünkar_ ¿Crees que eso sería adecuado?
Fekeli_ Ahora que Demir se fue, quiero estar a tu lado siempre, sin tener que estar preocupado de si nos verán o no.
Hünkar_ (Sonríe decidida) Entonces, así será.
La pareja volvió a abrazarse con fuerza.
Estaban decididos.
Harían pública su relación, se casarían y serían felices.
