🖤Capítulo 16🖤

923 50 11
                                    

Después de la acalorada discusión con Armin, Fekeli decidió ir a la mansión Yaman para esperar allí a que Hünkar llegara y pudieran hablar.
Esperó estacionado a un costado del portón, hasta que vio un taxi llegar.
El auto pasó muy rápido junto a él, por lo que ni Hünkar ni el taxista lo vieron ahí.
Fekeli esperó por varios minutos afuera, hasta que decidió bajarse y entrar a la hacienda. Estaba por acercarse a la mansión, cuando vio a Hünkar salir desde el establo a toda velocidad con su caballo.
Asustado y bastante preocupado por el estado de su mujer, decidió seguirla muy sigilosamente en su auto, aunque a veces tenía que acelerar y meter un poco de ruido ya que la dama cabalgaba muy rápido.

Llegado un punto, el hombre decidió detener su auto y seguirla a pie, para evitar ser descubierto por la dama. Pasado un rato, ambos se habían adentrado en un profundo bosque.
Fekeli perdió a Hünkar de su vista por unos momentos, hasta que logró volver a encontrarla... en ese momento fue cuando el hombre sintió que su respiración se cortaba.
Hünkar estaba al borde de un precipicio, con sus hermosos ojos esmeralda cerrados y siendo empujada levemente por el viento.
Fekeli comenzó a acercarse muy levemente, despacio, tratando de que Hünkar no se diera cuenta de su presencia y se alterara.
Cuando Fekeli estaba ya a pocos pasos de ella, la dama se dio cuenta de que había alguien a sus espaldas y se volteó, quedando peligrosamente cerca del borde.

Fekeli_ (Exclama, aterrado) ¡Hünkar, cuidado!

Hünkar_ (Alterada, se mantiene en su posición) ¿Que haces aquí!?

Fekeli_ (Se acerca con lentitud) Amor, tranquila, vamos a alejarnos del borde, ¿esta bien?

Hünkar_ (Niega con la cabeza, entre lágrimas) Soy una mujer horrible, Ali... alguien como yo no merece el amor de alguien como tú.
Una mujer como yo no merece nada bueno.

Fekeli_ (Continúa acercándose con lentitud) Hünkar, por favor no digas eso, ¡tú te mereces el mundo entero!

Hünkar_ (Da un paso más atrás) Te lastimé, Ali, desconfíe de ti y me atreví a refugiarme en otro hombre... ¡no merezco tu perdón!

Fekeli_ Amor, por favor, te lo suplico; vamos a alejarnos del borde y nos sentaremos para charlar.

Hünkar_ No hay nada de que hablar, Ali... (dice casi en susurro) Yo no merezco seguir viviendo, solo dañaré a más personas.

Con esto último, Hünkar procedió a dar el paso que cambiaría la historia por siempre, un paso que de haber sido dado por completo la habría llevado a la muerte. Afortunadamente para todos, Fekeli (quién ya se había acercado bastante) logró agarrarla del brazo antes de que esta cayera y la jaló con fuerza hacia él; producto de ello, ambos cayeron al piso.

Fekeli_ (Al borde del llanto) Hünkar, ¿cómo hiciste eso!? ¿¡cómo pudiste intentar acabar con tu vida!? (La abraza, aún estando ambos en el piso) ¡No vuelvas a hacerme pasar por este dolor otra vez, amor! ¡Por poco sentí que iba a perderte!

Al escuchar las palabras de su amado, Hünkar pareció despertar de su sueño y aceptó su abrazo con fuerza, lamentándose con lagrimas saliendo sin control de sus ojos.

Hünkar_ ¡Por favor, perdoname, Ali! ¡estaba muy dolida como para razonar!

Fekeli_ (Acaricia su cabello) Shh, tranquila, Hünkar, tranquila... nada de esto es tu culpa, nunca debí de haber accedido a las peticiones de esa mujer, el único que tiene que pedir perdón aquí soy yo!

Los amantes cerraron sus ojos y por un momento olvidaron todo para concentrarse únicamente en aquel dulce y poderoso abrazo, un abrazo que los hizo entender que se necesitaban el uno al otro.

Pasados los minutos, ambos se sentaron bajo el árbol donde Hünkar había atado a su caballo y se quedaron mirando la cascada que caía por el precipicio, tranquilizando sus dolidos corazones.

Hünkar & FekeliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora